La Cámara Uruguaya de Fuegos Artificiales (CUFA) comenzó a implementar etiquetado que distingue tres grados de decibeles con el que procura comenzar a adaptar su negocio al reclamo de reducir la pirotecnia, ya plasmado en un proyecto de ley.

La CUFA destacó en un comunicado que desde mediados de 2022 se comenzaron a vender en Uruguay fuegos artificiales con etiquetas en forma de hexágonos rojos, amarillos y verdes, según el nivel de decibeles que alcanzan.

"Este año, desde CUFA, no trajimos fuegos artificiales con hexágono rojo, es decir, que superan los 110 decibeles, aunque sería legalmente posible, y reforzamos las líneas pet friendly (amigables con las mascotas)", afirmó al respecto el presidente de CUFA, Gustavo Prato.

Según el comunicado, el comercio de fuegos artificiales genera más de 5.000 fuentes de trabajo en el país.

En esa línea, Prato remarcó que es importante que el proyecto de ley impulsado en 2021 por la diputada de Cabildo Abierto -uno de los cinco partidos de la coalición de Gobierno- Silvana Pérez Bonavita, que hoy cuenta con media sanción (en Diputados), llegue a una regulación consensuada que "considere a todas las partes".

"Todo debe tener un proceso y nosotros estamos tratando de adaptarnos y esperando a ver qué se resuelve", puntualizó Prato, quien cuestionó las prohibiciones de usar fuegos artificiales aprobadas por los gobiernos locales de algunos departamentos porque, entiende, "infringen la ley nacional" que habilita venderlos en todo el país.

"Venimos de una pandemia muy dura, donde muchos cerraron. Los empresarios que queremos seguir invirtiendo y sacar adelante las empresas necesitamos las reglas claras", enfatizó.

Con el fin de proteger a personas con autismo y a animales, colectivos sociales impulsaron en varios puntos del país prohibiciones que abrieron un debate sobre la necesidad de regular la venta y el uso de la pirotecnia.

EFE