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“Malas madres”

El tabú de la depresión postparto: afecta a una de cada seis madres, pero no se habla

En los estratos económicos más bajos alcanza a una de cuatro mujeres. El MSP la incorporó este año como una de sus metas asistenciales.

05.10.2022 14:30

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2022-10-05T14:30:00-03:00
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Por Macarena Pereyra

María Noel Minozzo es de Montevideo y tiene 38 años. Es comunicadora, locutora y conductora de Otra Tarde Negra; tiene tres hijas, Federica, Carmela y Trinidad, “y uno en otro plano”, Lorenzo, que este año cumpliría cinco. Vivió la depresión post—parto en carne propia luego de dar a luz a su hija más pequeña, Trinidad, en 2021. Pero su caso no es único: en Montevideo, una de cada seis mujeres sufre la misma enfermedad, aunque muchas no están diagnosticadas.

Este año, a instancias de trabajadores de la Salud, se incorporó a esta enfermedad como una de las metas asistenciales para el Ministerio de Salud Pública, lo que supone una jerarquización del tema y su puesta en agenda. “La meta asistencial es una herramienta de pago por desempeño, que busca reorientar la acción de las instituciones de salud en función de objetivos priorizados por el Ministerio de Salud Pública”, informó Alberto Yagoda, director general de la Junta Nacional de Salud.

Los únicos datos locales se desprenden del informe De-presiones maternas. Depresión materna en el primer año post-parto; Un tema oculto. Estudio de prevalencia, llevado a cabo por la psicóloga perinatal Denise Defey junto con Daniel Corbo y Nora d’Oliveira, en 2011. Consultados por Montevideo Portal, autores del informe aseguraron que los datos se mantienen invariables.

Son números alineados con los de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señala que alrededor del 15% de las madres sufren depresión luego del parto en todo el mundo. Los síntomas son :“Intensos sentimientos de culpa con relación al hijo, la dificultad de disfrutarlo, junto a enormes esfuerzos llenos de vergüenza y desesperanza respecto a las funciones maternas”. Pueden aparecer alrededor de las seis semanas después del parto y pueden extenderse por más de un año.

Defey, que es pionera en psicología perinatal en nuestro país y reconocida a nivel regional a partir de su trabajo en la OMS y de Naciones Unidas, remarcó la importancia de que este tema se haya incluido en las metas asistenciales a partir de la detección del problema y el pedido de capacitación del personal de la salud: es una garantía para su tratamiento.

“En el puerperio de la mujer, la partera tiene un rol fundamental a nivel asistencial en los equipos de salud, ya que podemos abarcar todos los aspectos, logrando una visión integral de ella y su familia”, afirmó Florencia Sena, Obstetra partera del Hospital Italiano. Desde allí, acompañan a la mujer a atravesar “todos los cambios que se dan en esta etapa a nivel corporal y emocional”.

La obstetra aseguró que la salud materna ha sido durante todos estos años “la gran olvidada” y valoró que se haya colocado como meta asistencial. La depresión postparto impacta no solo en la mujer sino en toda la familia.

Las mujeres necesitan un trato empático y de confianza, las parteras estamos posicionadas desde ese lugar”, afirmó Sena, y añadió que muchas veces las madres recurren a ellas con la finalidad de expresar sus emociones, miedos, o “simplemente buscando una charla amena”.

Lo que es y lo que no

¿Qué causa la depresión postparto? Según Defey, es una afección circunstancial. En la investigación se muestra que las mujeres deprimidas “presentan mayor frecuencia de haber vivido sucesos relevantes recientes, tales como dificultades para quedar embarazada, abortos, fallecimiento de hijos o personas cercanas, complicaciones durante los embarazos, dificultades para el amamantamiento, pérdida de trabajo, enfermedad grave propia o de una persona cercana, mudanza, problemas económicos y desilusión con una persona cercana”.

María Noel creyó que estaba deprimida por el fallecimiento de su hijo Lorenzo. “Me empecé a sentir rara, triste, con angustia, con cansancio, tenía una nube negra que me perseguía”, describe. Ella acudió a amigas, luego consultó con su ginecólogo y en unos días ya estaba en manos de su psiquiatra.

También contó que con el nacimiento de Trinidad llegó la idea de que era el cierre de la experiencia de la maternidad, en el sentido de que no pensaba tener más hijos, y que esa idea pudo haberla afectado negativamente.     

La depresión materna no es producto de los cambios hormonales que atraviesa la mujer, que son muchos, y debe diferenciarse de otros cuadros relacionados a la salud mental postparto, explican los especialistas. Por un lado, está el “Baby blues”, un estado de tristeza e inseguridad, que sí está ligado a los cambios hormonales, y por el otro está la psicosis postparto, que tiene un abordaje psiquiátrico.

Para la investigación de Defey y sus colegas se tomaron en cuenta los nacimientos de 2007 (dato brindado por el MSP). De allí se estimó que el universo de análisis era de cerca de 22.000 mujeres y de éstas se entrevistaron aleatoriamente a 306 madres. Hallaron síntomas de depresión en “16.5% de madres de niños mayores de seis semanas y menores a un año” en Montevideo.

También que ese número era mayor en estratos sociales bajos y de menor nivel educativo: allí el impacto puede llegar a una de cada cuatro madres. A su vez, las mujeres con depresión manifestaron tener más problemas con sus parejas en cuanto a lo afectivo, sexual y en el reparto de tareas de cuidado. 

El doctor Lizardo Valdez, responsable del Programa de Salud Mental del MSP entre mayo 2009 y octubre de 2010, apunta sobre el título del informe que la problemática no solo engloba a la mujer puérpera, sino también a sus afectos y a la sociedad en la que se inscribe, con las “presiones” que trae consigo.

Este tipo de depresión no aparece como una categoría en sí misma y se trata de la misma forma que una depresión común, no se le impone un tratamiento específico. Por lo mismo, es tratado como un “fenómeno psicopatológico individual”, y no como el problema situacional que realmente afirman los especialistas que es.

“No es una enfermedad psiquiátrica de la madre, por eso me parece un error gigante que lo primero que hagan es suprimir la lactancia, que es una de las pocas cosas que sí pueden hacer las mujeres que están pasando por eso”, afirmó Defey y agregó que en caso de que la mujer necesitase un tratamiento con antidepresivos, existen algunos que son compatibles con la lactancia. A María Noel, por ejemplo, le prohibieron amamantar a su hija Trinidad por los psicofármacos que recibió. 

Sena advirtió que el vínculo que se establece por medio del contacto estrecho que se da en la lactancia materna “no solo proporciona nutrición alimentaria sino que también aumenta la autoestima materna, gran fuente de hormonas de placer y bienestar y refuerza el apego entre esa mamá y ese bebé”. Defey coincidió en que la lactancia podría favorecer la salud mental materna.

Desde el Ministerio, con amor

A partir de enero de 2022 se incorporaron en la Meta Asistencial 2022-2023 dos nuevos indicadores vinculados al acompañamiento y consejería de la mujer en su primer puerperio; y uno para la pesquisa de depresión postparto durante esta etapa: diagnóstico e intervención.

Se apunta a detectar tempranamente una posible depresión postparto a través de una evaluación con la Escala de Edinburgh: si la mujer obtiene un resultado mayor a doce, se reconoce como depresión postparto y se deriva a una consulta con el Comité de Recepción de Salud Mental. El plazo establecido para recibir la atención a partir de entonces debe ser menor a 30 días. Si el caso lo amerita, puede ser derivada directamente a una consulta psicológica o psiquiátrica.

Para llevar adelante esta meta Defey propone que la familia esté presente y se involucre, que acompañen o lleven a las madres a la consulta. Sena aseveró que muchas madres “no reciben apoyo a tiempo, lo que deriva en dificultades para la mujer, el bebé y la relación entre ambos”, y agregó que contribuir a la rápida detección de la depresión postparto, “resulta fundamental para poder diseñar un tratamiento eficaz”.

La Escala incluye una pregunta sobre autolesiones y, en caso de que la respuesta sea positiva, el MSP estipula “evaluaciones adicionales” inmediatamente.

Según los datos del informe, en el sistema público de salud el porcentaje de mujeres deprimidas asciende a 23,9%, (una de cada cuatro mujeres) lo que se toma como un indicador socioeconómico. En Uruguay, el número de madres con síntomas de depresión que se atienden en ASSE supera en diez puntos porcentuales a las que lo hacen en medicina privada.

Las instituciones de salud deberán entregar informes cuatrimestrales donde se describan las acciones desarrolladas para la adecuada implementación de los indicadores. El cobro del indicador del primer cuatrimestre (enero-abril), está supeditado a la aprobación de este informe por parte del del Área Programática competente (DIGESA-MSP).

En cuanto al cumplimiento de la medida del uso de la Escala de Edinburgh confirmó que la están aplicando en las policlínicas de “Acompañamiento y consejería en el primer puerperio”, en la segunda instancia de acompañamiento, que se realiza —preferentemente— dentro de los primeros 10 días luego del nacimiento.

Tragarse el dolor

María Noel se enfrentó a la batalla contra la culpa durante ese proceso que duró aproximadamente tres meses. Se cuestionaba haber tenido otra hija, por qué había tomado esa decisión y para qué. Al mismo tiempo, nunca se cuestionó el amor inmenso que sentía por Trinidad y no paraba de mimarla. Sin embargo, no tenía fuerzas para cuidar apropiadamente de sus hijas; alimentarlas, bañarlas, jugar con ellas. Contó con la suerte de tener apoyo en su casa para el cuidado de las niñas. Su esposo, su cuñada, la empleada doméstica y su sobrina la ayudaron muchísimo a atravesar este difícil momento.        

“Hay poca información, dentro de las cosas que se hablan nadie te dice: mirá que te podés agarrar depresión postparto, mirá que tenés que estar preparada para eso”, señala. Para Maria Noel, el apoyo psicológico para las madres debería ser rutinario. Sena informó que no existen tantos espacios de intercambio para la mujer durante el puerperio.

Por su parte, Defey explicó que el tratamiento de la depresión postparto no es complicado, por el contrario puede resolverse con acompañamiento y terapia, desde un abordaje comunitario. Sin embargo, lo complejo es poder diagnosticarlo porque las madres lo ocultan: “Las mujeres necesitan intervenciones que no las culpabilicen”, afirmó la especialista. Lo importante es que las mujeres sepan que lo que les está pasando es normal, que tiene solución, que no son “malas madres”, y que no están solas.


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