El hombre que volcó en Marindia e hizo volar $ 800 mil fue condenado por venta de drogas

Mediante un proceso abreviado se logró la condena de un hombre de 49 años por venta de drogas, quien deberá pasar tres años en la cárcel. La policía lo investigó por más de un año y logró juntar la evidencia suficiente para presentarla ante la Justicia. 

El pasado 12 de marzo se realizó un allanamiento en la vivienda del individuo, donde se encontró marihuana detrás de una heladera y, en la misma habitación, dinero y un envoltorio con sustancia blanca. En el patio de la casa se incautó un revólver de 38 milímetros, según los documentos a los que accedió Montevideo Portal. 

La investigación se llevó adelante a través de las cámaras de videovigilancia, que captaron al delincuente comercializando la droga en la zona de Villa Española en reiteradas oportunidades.

Además, la pareja del hombre fue detenida pero quedó en libertad porque las autoridades no encontraron evidencia en su contra. El ahora condenado tenía varias denuncias, dado que algunos vecinos —quienes fueron testigos protegidos de la Fiscalía— aseguraban que en esa vivienda funcionaba una boca de drogas. 

El hombre llegó hace unos años de España, donde trabajaba como rescatista de helicóptero, pero en Uruguay estaba sin trabajo desde hace unos meses. En tierras europeas siempre tuvo un buen pasar económico, pero decidió retornar a su país de origen por motivos personales, entre ellos el hecho de que tiene hijos menores junto a una expareja, según dijo ante la Justicia.

En este sentido, en el último tiempo no podía cumplir con la pensión alimenticia correspondiente por la falta de empleo, argumentó en la audiencia celebrada el pasado martes. 

El individuo fue el mismo que el pasado 14 de enero protagonizó un accidente en la zona de Marindia, cuando su auto volcó y desde adentro volaron $ 800.000 que fueron recogidos por la gente que pasaba por el lugar. 

Lo cierto es que la Justicia no pudo determinar que el dinero estuviera vinculado con las actividades ilegales que llevaba adelante el condenado. El argumento que esgrimió, según confirmó su defensor Marcos Pacheco, fue que los billetes eran “ahorros” para poder comprar una casa. 

Cabe resaltar que el hombre no tenía antecedentes penales, un elemento clave a la hora de negociar el acuerdo abreviado con la defensa.