Contenido creado por Valentina Temesio
Política

La palabra

El “emotivo mensaje” que Mujica envió a la Celac: “No sé qué sentido tendría la vida”

El expresidente insistió en la “integración” de los países de América Latina y el Caribe y en poner foco en las “relaciones comerciales”.

09.04.2025 15:56

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2025-04-09T15:56:00-03:00
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El expresidente José Mujica envió un “emotivo mensaje” a los presidentes Gustavo Petro, Inácio Lula da Silva, Xiomara Castro y los de América Latina y el Caribe en el marco de la Celac 2025, en la que Colombia asumirá la presidencia pro tempore de la organización.

“A estos importantes encuentros de presidentes los llaman cumbre, pero las cumbres no existirían sin las montañas, y estas son nuestro pueblo, que no puede estar ajeno a las respuestas que se construyan para enfrentar los desafíos que hoy tenemos como región y como humanidad. Causas que necesitan más que nunca de esfuerzos colectivos”, comenzó Mujica en una carta que divulgó el gobierno colombiano.

El exmandatario sostuvo que si los países de América Latina y el Caribe miraran su “historia” verían que “lograron la independencia política”, pero la pagaron “con la dependencia económica hasta hoy”. “Porque la sociedad industrial del mundo nos hizo copia inevitable y ha incidido en la gestación de toda nuestra vida como naciones”, dijo Mujica.

El expresidente sostuvo que “las relaciones comerciales” entre los países “son francamente ridículas”. “Porque emergimos de la independencia negociando con la parte desarrollada del mundo, y en esa situación quedamos hasta hoy”, reflexionó.

No es inteligente repetir los fracasos del pasado. La innovación no llega solo desde la tecnología, sino también en nuestra manera de actuar, tomando en cuenta todo lo que no pudimos, no quisimos o no supimos hacer. Deberíamos haberlo aprendido, hay que construir, no imponer”, escribió Mujica.

El líder del Movimiento de Participación Popular (MPP) sostuvo que “las grandes decisiones que mueven al mundo se toman en otras partes, lejos de su mesa”. “Es necesario construir cercanía en nuestra región para hacernos oír a nivel internacional. Los desafíos que tenemos como humanidad necesitan más que nunca esfuerzos colectivos y propuestas innovadoras”, propuso.

Mujica recordó que América es un “continente de paz, pero las pestes y las guerras pueden dar la vuelta al mundo en un par de semanas, mientras miles de compatriotas se amontonan en esas mismas fronteras que les impiden buscar un poco de tranquilidad”. “Depende de la manera en que encaminemos nuestros esfuerzos si podremos mejorar el devenir de los pueblos”, sostuvo.

El expresidente insistió en la relevancia de la “integración regional”, la “proliferación de proyectos concretos viables de cooperación en la región y llevar a los hechos la solidaridad regional”.

“No es necesario crear instituciones nuevas, ya tenemos las necesarias para trabajar y mostrarle a nuestra gente que el esfuerzo conjunto entre nuestros países mejora su vida. En estos dos años, las organizaciones regionales que me han acompañado demostraron que tenemos la capacidad y las herramientas para avanzar; se necesita la voluntad política para que esto sea un proceso y no solamente retórica”, escribió el líder del MPP.

Por eso, Mujica insistió en que más que “unirse”, los países deben “caminar juntos”. “Y si en ocasiones no es posible, las puertas deben estar abiertas para salir y para volver cuando sea posible. Debemos ser capaces de construir un consenso progresivo que no nos paralice y que permita avanzar a quienes estén en condiciones y sumar luego a quienes así lo decidan”, expresó.

“El mundo que se viene nos demanda materias primas a cambio de productos con valor agregado, y por el otro busca someternos a sus normas y protocolos. Hoy no tenemos dónde discutir colectivamente estas cosas, que no son cuestiones de izquierda o derecha, sino de ser o no ser como región en el concierto internacional”, agregó el expresidente.

Mujica se dirigió a Petro, a quien le toca ser “consciente de que el problema de la integración está presente en la deuda social que tenemos en nuestro continente”.

“A mis 90 años, si perdiera la capacidad de soñar en una América distinta, no sé qué sentido tendría la vida”, concluyó el expresidente.