El bitcoin, la criptomoneda más utilizada del mundo, marcó este jueves un nuevo máximo histórico al alcanzar los 111.979 dólares, en un contexto global marcado por la debilidad del dólar, el creciente déficit fiscal de Estados Unidos y un giro regulatorio favorable hacia los activos digitales.

Desde comienzos de año, el bitcoin acumula una revalorización superior al 18 %, consolidando su papel como activo refugio y elemento estratégico en los mercados internacionales. El anterior récord se había registrado el pasado 20 de enero, coincidiendo con la segunda toma de posesión del presidente Donald Trump.

Un entorno favorable para las criptomonedas

Según Eric Demuth, CEO de la plataforma Bitpanda, este ascenso no es un evento aislado sino una señal estructural: “No es un pico, es una declaración de intenciones”, afirmó, destacando el nuevo rol geopolítico de las criptomonedas en la estrategia financiera de EE.UU.

El analista Manuel Pinto señala como factores clave la depreciación del dólar y el optimismo regulatorio, particularmente sobre las stablecoins. El cambio de enfoque bajo la Administración Trump estaría generando confianza en los inversores institucionales y una mayor demanda de criptoactivos como instrumento de cobertura ante la incertidumbre macroeconómica.

Más liquidez, menos confianza en los bonos

El especialista de eToro, Simon Peters, vincula el impulso del bitcóin a la expectativa de una mayor liquidez global en lo que resta del año. La reciente rebaja en la calificación crediticia de EE.UU. y las necesidades de refinanciación de su deuda presionan a la Reserva Federal a ampliar su balance, algo que históricamente ha favorecido a activos alternativos como el bitcóin.