"Dios jamás reniega de sus hijos (...)", ha resumido el Pontífice ante decenas de cientos de fieles que se congregaron en la Plaza de San Pedro para escuchar su catequesis. Francisco, que ha dedicado sus reflexiones al análisis del bautismo, ha destacado que la vocación cristiana pasa "por vivir unidos a Cristo en la santa Iglesia, partícipes de la misma consagración para desarrollar la misma misión, en este mundo, llevando frutos que duran para siempre".

De este modo, ha destacado que a través del sacramento del bautismo "es sepultado el hombre viejo, con sus pasiones innegables, para que renazca una nueva criatura". Al hablar de ese "renacimiento del hombre", el Papa ha destacado que es necesario que sea reducido en polvo "el hombre corrupto del pecado".

"Las imágenes de la tumba y del vientre materno referidas a la fuente son en efecto muy incisivos para expresar cómo es de grande a través de los simples gestos del Bautismo", ha destacado finalmente.

Con información de Europa Press