El 70 % de los brasileños considera que hay corrupción en el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, el líder ultraderechista elegido en 2018 con la promesa de combatir sin tregua los desvíos de recursos públicos, según una encuesta divulgada este domingo.

De acuerdo con el sondeo de la firma Datafolha, mientras que un 70 % de los brasileños considera que hay corrupción en el Gobierno de Bolsonaro, un 23 % afirma que no y un 7 % alega no saber.

Datafolha, que entrevistó a 2.074 personas con más de 16 años en diferentes regiones del país los días 7 y 8 julio, asegura que su sondeo tiene un margen de error de dos puntos porcentuales.

De acuerdo con la encuesta, el 63 % de los brasileños cree que hay corrupción en el Ministerio de Salud y el 64 % asegura que el jefe de Estado sabe de los desvíos ocurridos en esta cartera.

El sondeo fue hecho luego de que la Comisión Parlamentaria de Investigación instalada en el Senado para verificar las supuestas omisiones y fallas en la gestión del Gobierno frente a la pandemia de la covid descubriera supuestas corruptelas y desvíos en la compra de vacunas contra el coronavirus.

En las últimas semanas han sido ventiladas denuncias de altos funcionarios exigiendo coimas para aprobar contratos de compra de vacunas y de negociaciones nebulosas, con intermediarios sospechosos, en torno a estas adquisiciones.

Uno de los testigos interrogado por la comisión parlamentaria, el diputado Luis Miranda, reveló que descubrió una de tales corruptelas y se la comunicó al jefe de Estado, quien prometió adoptar medidas para impedir la irregularidad, lo que finalmente no hizo.

Fiscalía investiga a Bolsonaro por peculado 

Por tal omisión la Corte Suprema autorizó a la Fiscalía a abrirle una investigación por peculado, lo que salpicó la imagen del líder ultraderechista, cuya victoria electoral en 2018 es atribuida a su promesa de un combate sin tregua a la corrupción y a sus duros ataques a los desvíos descubiertos en las administraciones de los progresistas Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.

El sábado, luego de que otra encuesta mostrara que la mayoría de los brasileños (54 %) apoya que el Congreso le abra un juicio político con fines destituyentes por los crímenes de responsabilidad de que es acusado, el mandatario negó las acusaciones de corrupción.

"Van dos años y medio sin corrupción. Quieren imputarme ahora un crimen de corrupción pese a que no fue comprada ni una dosis de esas vacunas", afirmó.

De acuerdo con el mandatario, los contratos sospechosos fueron suspendidos por los organismos fiscalizadores debido a que "nosotros tenemos un filtro, tenemos control", lo que impidió la compra de vacunas en los negocios investigados.

Sobre la denuncia de que no le pidió a la Policía investigar las corruptelas tras haber sido alertado de las mismas por el diputado Miranda, Bolsonaro afirmó que no puede tomar medida preventivas a partir de todas las informaciones que recibe.

Antes de ser salpicada por denuncias de corrupción, la imagen de Bolsonaro ya venía deteriorándose por su cuestionada gestión frente a la covid, ya que, en medio del negacionismo del presidente, contrario a los confinamientos, las mascarillas y otras medidas preventivas, Brasil se convirtió en uno de los países más castigados por la pandemia en el mundo.

Brasil es el segundo país con más muertes por covid en el mundo, con 533.000 víctimas, y el tercero con más contagios después de EE.UU. e India, con más de 19 millones de casos.

Según Datafolha, el índice de rechazo al Gobierno de Bolsonaro saltó desde el 45 % en mayo hasta el 51 % en julio, mientras que el porcentaje de brasileños que apoya su gestión se mantuvo en el 24 %.

Otros sondeos indican que Bolsonaro sería vencido en la segunda vuelta de las presidenciales de 2022 por cualquiera de sus principales rivales y que el preferido por los electores, con amplio margen, es Lula, principal opositor del líder ultraderechista.

EFE