Contenido creado por Inés Nogueiras
Entrevistas

Siguiendo el tren

ENTREVISTA CON LEÓN LEV

A un mes de haber asumido la presidencia de AFE, León Lev tiene por delante un desafío titánico: modernizar el sistema de transporte ferroviario para hacer viable al ferrocarril como motor de desarrollo productivo. En conversación con Montevideo Portal, Lev habló sobre los distintos obstáculos que deben sortearse en ese camino.

02.07.2008

Lectura: 11'

2008-07-02T15:56:00-03:00
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ATENCIÓN: PREPÁRESE PARA ABORDAR

 
"Acá hay que pegar un salto de un siglo"


¿Cómo vivió la llegada a la presidencia de AFE?


Lo tomé como un inmenso desafío. Creo que efectivamente el país necesita un ferrocarril, y que el atraso que tenemos va a exigir un esfuerzo considerable para el nuevo directorio, para hacerse cargo de la situación y abrir paso a una perspectiva de un ferrocarril a la altura del siglo XXI.

¿Qué vinculación tenía con "el mundo del ferrocarril"?

Vengo de ocupar la presidencia de URSEC, el mundo de las tecnologías de la información y la comunicación. El primer impacto que noté es el retraso que tiene AFE en este aspecto. Hay todo para hacer, estamos ante un terreno virgen, acá hay que pegar un salto de un siglo. Nunca se aplicaron las tecnologías del GPS, la tecnología satelital y el software que permita adaptar el funcionamiento de nuestros ferrocarriles, lo que permitiría mayor agilidad y mayor seguridad.

Ante ese panorama de atraso, de una carga pesada a nivel financiero, ¿qué planes se trazó como objetivos a cumplir en su gestión?

Hay un cuádruple desafío: el primero es la reparación de 1.000 kilómetros de vías férreas, que son 33% de las vías del país, para atacar la principal urgencia que es el transporte de cargas. El Uruguay productivo, un país que exporta 10.000 millones de dólares, que viene creciendo sistemáticamente al 5% anual, requiere un ferrocarril que esté a la altura.

El segundo aspecto es la incorporación de material rodante. Tenemos un material rodante bastante viejo, en algún caso vetusto, y es evidente que una empresa ferroviaria que quiera asumir este desafío requiere material rodante actualizado, moderno, para cumplir sus funciones.

El tercer aspecto es un cambio profundo y radical en la gestión. Hoy AFE tiene una paradoja: tiene más empleados de los que necesitaría, pero menos empleados tecnificados de los que necesita. Esta situación va a requerir, con cuidado, responsabilidad y equilibrio, encontrar un acercamiento óptimo a la cantidad de empleados calificados. AFE se quedó con personal de edad alta y necesita gente joven, tanto en la parte de las energías físicas como de las energías mentales, de la capacitación.

El cuarto aspecto es el tema de la financiación, es uno de los problemas clave para encontrar una solución armoniosa en lo que nosotros denominamos la comunidad ferroviaria, que está formada por el Estado, los trabajadores y también el sector privado en la parte de producción, como clientes y en la parte logística. Se requiere que esa comunidad encuentre mecanismos equilibrados para los montos importantes que requiere una inversión que actualice y modernice la infraestructura ferroviaria.

PRIMERA ESTACIÓN: PISANDO FUERTE

 
"El Estado no puede asumir el costo. No es que no quiera, no puede"


En el tema de la reparación de las vías férreas está la discusión sobre quién debe asumir el costo ¿Cuál es el tema de fondo? ¿No hay voluntad del Estado?

El Estado no puede asumir el costo. No es que no quiera, no puede. Acá hay que encontrar una inversión equilibrada entre el sector público y el sector privado, esto requiere una financiación para diez o quince años. Si lo asumiera el Estado, significaría una deuda inmediata; pero si lo asume el sector privado permite transformarlo en un crédito.

Esto exige mucha inteligencia por parte de aquellos que queremos que siga la gestión pública en la administración de ferrocarriles. No nos olvidemos que hace más de veinte años se aplicó una medida draconiana que significó un cierre del sistema de pasajeros y de todo el sistema ferroviario, porque en la práctica todo el sistema se entró a debilitar, y eso fue un problema serio y grave. Recuperar esos años para nosotros significa una tarea titánica, y tenemos que hacerlo con la suficiente inteligencia para que esto marche con una perspectiva común, para que el Estado cumpla con sus responsabilidades y el sector privado, que es el que produce y necesita el transporte, se involucre de manera de encontrar una solución.

¿De cuánto estaríamos hablando? ¿Hay una proyección de lo que costaría reparar esas vías y en cuánto tiempo se podría recuperar esa inversión?

No. Se hizo un llamado, se presentaron varias empresas para cuatro licitaciones. La idea es, en una primera etapa, encontrar una solución a la vía troncal de Rivera- Montevideo; que eso se haga por parte de la administración pública y que algún otro de los ramales pueda hacerse con el sector privado, eso es lo que está siendo analizado.

Actualmente la funcionalidad de AFE en cuanto al transporte de pasajeros se limita al área metropolitana. ¿En el transporte de carga hasta dónde se está llegando?

Se llega a lugares remotos, pero el problema es la velocidad. Tenemos zonas donde se transita a 5 km/h por el estado de las vías. El objetivo con esta reparación de Rivera - Montevideo es garantizar una marcha de 40 km/h con 18 toneladas por eje. Estamos hablando de objetivos plausibles y que significarían un cambio radical tanto en la agilidad como en la seguridad.

De estar las condiciones óptimas, ¿es una obra que demoraría mucho tiempo?

No. La idea es que se pueda hacer en 12 o 14 meses. Estamos hablando de unos centenares de kilómetros, pero que nos garantizarían una primera experiencia y pondrían a prueba nuestras capacidades.

En cuanto al material rodante, ¿con cuántas locomotoras cuenta AFE?

Normalmente estamos funcionando con un promedio de 24 locomotoras, resulta imprescindible incorporar material rodante. Hoy tenemos una demanda de carga que no podemos satisfacer; hemos adquirido vagones usados, se compraron 260 vagones de Italia para el transporte de containers de madera, pero tenemos que triplicar la carga. Estamos hablando de 1.300.000 toneladas por año actualmente, nuestro objetivo es instalar una AFE que transporte cuatro millones de toneladas por año.

SEGUNDA ESTACIÓN: MANOS A LA OBRA

 
"Hay que recuperar la dignidad de las estaciones"


¿Qué mejoras se planean a corto plazo?

Estamos en un plan de renovación en la zona metropolitana, que comenzó el 23 de junio. En 14 meses pensamos reparar 75 pasos a nivel de Montevideo y Canelones, y reparar las barreras dejándolas con accionamiento eléctrico, funcionando con el sensor del paso del tren. Además de las barreras, habrá señales acústicas y luminosas para aumentar el nivel de seguridad; y en los casos donde el paso a nivel lo permita, se instalará un paso peatonal con laberinto, para aumentar la seguridad del cruce de peatones.

Esto que parece una cosa mínima, es un cambio sensacional: que en los primeros 20, 25 kilómetros el paso del ferrocarril sea ágil y sobre bases seguras. Se va a requerir también una educación de la ciudadanía, porque hoy se ve que bajan las barreras y demora cinco, diez minutos; ahora, al haber sensores del paso del tren, van a bajar las barreras y a los 15 segundos está pasando. El conductor va a tener la garantía que si la barrera está baja es porque hay un peligro, no simplemente porque el obrero de AFE se olvidó de subirla.

También se planea la señalización de los pasos de nivel de todo el país, donde se van a instalar cruces de San Andrés. Esto significa que las intendencias se tienen que hacer responsables de la señalización, acá tenemos un atraso serio y severo. Un hecho pintoresco es que las cruces, que antes eran amarillas y negras, pasan a ser blancas y negras de acuerdo a la normativa del Mercosur. Son acuerdos regionales que no tienen ninguna connotación deportiva (risas).

Otro tema es la mejora de las estaciones de pasajeros, hay que recuperar la dignidad de las estaciones y vamos a necesitar la ayuda de la comunidad y las empresas, con el presupuesto de AFE esto no lo podemos hacer.

¿Cuál es la situación de la nueva terminal?

En 2005 la empresa española que trabajaba para el Plan Fénix nos dijo: "háganse cargo de la terminal", pero no transfirieron la tecnología. Entonces al poco tiempo, a los meses, todo lo que tenía que ver con las señales y mecanismos quedó prácticamente manual, dejó de ser automático. Ahora, se hizo una licitación para limpieza y ajuste de conexiones, de acondicionamiento para que la estación, que cuenta con una de las instalaciones más modernas, esté brindando las condiciones de señales y mecanismos automáticos.

Ya prácticamente la parte mecánica está funcionando. Falta la transferencia de tecnología a los funcionarios, porque el problema no es sólo la obra sino cómo se transfiere. En la práctica esa nueva terminal nunca fue recibida formalmente por AFE como corresponde, fue entregada la llave y punto. Ahora va a haber un contrato para que el personal pueda adquirir los conocimientos para continuar con el mantenimiento por cuenta propia.

¿Esta nueva terminal sigue generando gastos por su construcción o sólo son gastos operativos?

Sólo gastos operativos.

¿Y la vieja terminal?

Ya no depende de AFE. Si bien integra el patrimonio histórico, hoy pertenece al Banco Hipotecario. Sí es importante destacar que la vieja playa de maniobras, la que va de la vieja Estación Artigas a la nueva terminal y que hoy es un baldío, es una vergüenza verla con las malezas y con la mugre, va a ser expropiada para transformarla en una terminal de carga portuaria donde vamos a actuar conjuntamente con la ANP. En poco tiempo se va a ver el cambio de la fisonomía, que es un avance y una recuperación de la dignidad de esta zona, además de ensanchar la capacidad de carga de nuestro puerto.

Pero el futuro de la vieja estación ya no depende de ustedes...

No. Hemos planteado al Banco Hipotecario nuestra aspiración a conocer su situación, porque de alguna manera en el imaginario social está integrada. Además al haber sido declarada patrimonio histórico, no puede ser transformada en viviendas. Creo que para quien quiera tener un ferrocarril actual y moderno es importante conocer cuál es la imagen de lo que fue el ferrocarril histórico. Eso forma parte de un debe que tiene la sociedad uruguaya.

En cuanto al transporte de pasajeros, ¿cuántos usuarios hay?

No tengo cifras, pero es un servicio a la comunidad, no se autofinancia. Pero es cierto que hoy, recorriendo el país, uno encuentra un cariño profundo de la sociedad uruguaya y nadie concibe un Uruguay sin ferrocarriles. Es evidente que acá hubo un error estratégico, que hoy lo estamos pagando.


ÚLTIMA ESTACIÓN: HABLANDO EN PLATA

 
"Donde se genere un choque de trenes, nos vamos a quedar sin el pan y sin la torta"


¿Cuánta gente integra la plantilla de AFE?

Unas 1.100 personas.

¿Y en esa búsqueda por mejorar la capacitación, qué planes hay?

Todavía no lo tenemos claro, queremos discutirlo con el sector laboral. Creo que buena parte de la ingeniería de transformación de la empresa es la inteligencia de encontrar caminos consensuados. Donde se genere un choque de trenes, nos vamos a quedar sin el pan y sin la torta. Es preferible a veces tener un poco de paciencia y encontrar soluciones equilibradas, que querer avanzar más rápidamente y generar conflictos que en este momento podrían congelar y hacer retroceder al ferrocarril.

Financieramente la empresa tiene una carga muy pesada...

Lamentablemente.

¿Qué estrategias existen para atacar eso?

Una política comercial audaz, que logre que el sector privado, productivo y logístico se involucre. Estamos estudiando cuáles son las condiciones para que lo haga de manera que nos garantice esa triplicación de la carga y nosotros nos hagamos responsables de cumplirles en tiempo y forma los transportes que nos solicita. Todo eso es el desafío central que tiene la empresa.

¿Cuál es su aspiración con respecto al funcionamiento de AFE en lo que queda de su gestión?

Si nosotros logramos de aquí hasta las elecciones completar un proyecto estratégico; garantizar que está en marcha; mostrar la viabilidad; hacer de la comunidad ferroviaria una comunidad real, que esté involucrada con un proyecto armonioso, nos sentiríamos plenamente realizados. Porque habríamos abierto la esperanza de que el ferrocarril es una realidad tangible en la sociedad uruguaya. Éste es el máximo desafío: trabajar este año y medio para hacer creíble y viable el proyecto estratégico del ferrocarril en el Uruguay del siglo XXI.


Inés Nogueiras / Montevideo Portal
Fotos: Néstor Pereira / Montevideo Portal