Estados Unidos enfrenta una nueva crisis institucional con efectos inmediatos para millones de personas: la parálisis presupuestaria federal ha obligado al gobierno a reducir el tráfico aéreo a partir de este viernes, afectando seriamente a los aeropuertos más transitados del país y poniendo al sistema de aviación comercial al borde del colapso.
La medida, anunciada por la administración del presidente Donald Trump, implica una reducción del 10% en los vuelos de al menos cuarenta aeropuertos clave, entre ellos los de Nueva York, Washington, Chicago, Los Ángeles, Miami, San Francisco y Dallas.
Cancelaciones masivas y presión sobre el sistema
Las principales aerolíneas —American Airlines, United y Delta— ya anunciaron la cancelación de cientos de vuelos diarios, la mayoría de ellos nacionales y regionales. Se estima que solo American dejará de operar alrededor de 220 vuelos por día, mientras que United proyecta cerca de 200 cancelaciones para el viernes y el sábado. Delta, por su parte, anticipa alrededor de 170 vuelos anulados en la jornada.
La Administración Federal de Aviación (FAA) reconoció que la mitad de los treinta aeropuertos más grandes del país sufre escasez de personal, y que en Nueva York, hasta el 80% de los controladores aéreos no se encuentra en funciones. Muchos de estos trabajadores llevan más de un mes sin cobrar sus salarios, recibiendo nóminas por cero dólares, en una muestra de la gravedad del conflicto.
Impacto en los viajeros y advertencia de las autoridades
Este caos se produce en vísperas de fechas clave para el turismo doméstico estadounidense, como el Día de los Veteranos y el Día de Acción de Gracias, lo que eleva el nivel de preocupación en las aerolíneas y entre los pasajeros.
“Si tiene que asistir a una boda, un funeral o cualquier otro evento importante en los próximos días, le aconsejo comprar un boleto alternativo”, advirtió Barry Biffle, director ejecutivo de Frontier Airlines.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, alertó que las perturbaciones podrían agravarse si no se resuelve la crisis en los próximos días. “Actuaremos en lo que respecta a la seguridad. Pero ¿su vuelo despegará a tiempo? ¿Despegará siquiera?”, planteó con crudeza.
Medidas de contingencia y rutas prioritarias
United Airlines informó que las rutas de largo alcance e internacionales no se verán afectadas por el momento. La compañía especificó que los vuelos entre sus centros de operaciones —Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Newark, San Francisco y Washington Dulles— seguirán operando, aunque no garantiza puntualidad.
Las aerolíneas han flexibilizado sus políticas comerciales, permitiendo a los pasajeros modificar itinerarios o solicitar reembolsos sin penalizaciones.
Con información de EFE
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