EE.UU. y China sellan acuerdo para reducir restricciones y asegurar tierras raras

Estados Unidos y China confirmaron este viernes los términos de un nuevo acuerdo comercial, alcanzado tras negociaciones en Londres y derivado del marco consensuado en Ginebra en mayo. El pacto representa un paso relevante en una relación marcada por años de tensión arancelaria, restricciones tecnológicas y medidas de represalia.

Intercambio de concesiones

Según el Ministerio de Comercio de China, Pekín se compromete a revisar y aprobar licencias de exportación de productos bajo control —notablemente, las tierras raras, cruciales para la industria tecnológica y militar. A cambio, Washington levantará varias “medidas restrictivas” que afectaban el comercio y el acceso a tecnología china.

Estas decisiones buscan descomprimir un conflicto que tuvo como telón de fondo el retorno de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. y su endurecimiento de tarifas a múltiples socios comerciales, incluyendo un arancel general del 10% aplicado este año.

Tierras raras: la clave del acuerdo

El acceso a tierras raras fue un tema prioritario para Estados Unidos. China concentra cerca del 90% de la producción mundial, y desde abril comenzó a exigir licencias para exportarlas, lo que fue interpretado como una respuesta directa a los nuevos aranceles estadounidenses.

Aunque China había prometido flexibilizar controles, funcionarios estadounidenses acusaron a Pekín de ralentizar las aprobaciones. El nuevo marco apunta a regularizar esos flujos estratégicos.

Aranceles en suspenso

La Casa Blanca también anticipó que podría extender la moratoria de aranceles más altos, cuyo plazo vence el 9 de julio. Esta posible prórroga ha sido bien recibida en los mercados globales, especialmente en Asia y Europa, que cerraron la semana con alzas.

Con información de AFP