Si bien la existencia de cascos y morriones de combate se remonta a la Antigüedad, su uso militar se estandarizó durante la Primera Guerra Mundial, cuando la combinación de trincheras y artillería pesada generó incontables lesiones por escombros y esquirlas.

Incluso hoy, con cascos confeccionados con materiales cada vez más resistentes, ni siquiera el recluta más bisoño se expondría deliberadamente a “atajar” una bala con tal implemento.

Sin embargo, eso fue lo que sucedió el pasado 17 de agosto en la ciudad estadounidense de Houston, cuando dos amigos —bastante ebrios— idearon un juego tan estúpido como letal: sostener por turnos sobre la cabeza un casco de guerra, mientras el otro le disparaba con un rifle.

Según informaron medios locales, el casco en cuestión era de kevlar, una fibra muy resistente que se usa para las placas internas de los chalecos antibalas.

Sean O'Donnell (37) y su amigo Aaron Prout (34), se pasaban el casco y, mientras uno lo sostenía apenas por encima de la cabeza, el otro disparaba. En ese juego, bastaba un mínimo error de puntería para provocar una tragedia, y fue lo que ocurrió.

“Es difícil creer que dos supuestos amigos se turnaran para dispararse el uno al otro usando un casco de Kevlar, dentro de una casa en un barrio residencial, mientras usaban un rifle”, escribió el sheriff del condado de Harris, Ed Gonzalez, en la red social X.

Aaron Prout, oriundo del Reino Unido, sufrió una herida de bala en la cabeza y fue declarado muerto en el hospital. Inicialmente, las autoridades creyeron que él mismo se había infligido la herida accidentalmente, pero una investigación reveló que el disparo había sido efectuado por su compañero, en medio del juego ya descrito.

A pesar de los intentos de O'Donnell por ocultar lo sucedido, las pruebas en su contra eran irrefutables. Al parecer, ambos habían compartido videos de ellos mismos disparándose con un rifle, y en compañía de otras personas.

“Se alega que el acusado declaró a la Policía que el fallecido se había disparado, pero hay testigos que tienen un video en el que se ve al acusado y al occiso jugando con un arma y disparándose con el casco, y estos amigos les dijeron que pararan”, declaró el juez en este caso durante una audiencia.

“El acusado y su amigo estaban jugando con armas. Estaban bebiendo. Disparaban a un casco de Kevlar. Lo sostuvieron sobre sus cabezas hasta que uno terminó con un impacto de bala en la parte superior de la cabeza”, añadió.

Aaron Prout sirvió en la Marina Real durante 10 años antes de mudarse a Texas. Su amigo O'Donnell fue arrestado por asesinato y se le fijó una fianza de 3.000 dólares.