Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

La ducha invertida

Debido a la pandemia, Estados Unidos “descubre” el bidet

Mueble común en los baños uruguayos, no lo es tanto en otras latitudes. En EEUU se disparan los pedidos.

30.04.2020 12:05

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2020-04-30T12:05:00-03:00
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Tal como lo hemos señalado en notas anteriores, la llegada del COVID-19 generó en todo el mundo un fenómeno de "compras de pánico" que provocó largas colas en supermercados y obligó a los proveedores a trabajar en turnos reforzados.

Curiosamente, este afán de acopio no se limitaba a los productos de limpieza a y a los víveres, sino que se daba con especial énfasis en el papel higiénico.

Hacer stock de este producto puede parecer irrelevante si se lo mira desde nuestro país, donde el bidet no es un objeto presente en todos los hogares pero sí es común. En caso de carecer de semejante mueble, una escasez de papel sanitario obligaría a enojosas alternativas. Por ejemplo, recurrir a otros papeles menos amigables para la delicada piel de la retaguardia, o meterse en la ducha luego de cada visita al retrete.

Si bien el origen del bidet no está del todo dilucidado, se estima que los primeros surgieron en Francia durante el siglo XVIII. Y pese a su probada utilidad, este artefacto ha sido un gran desconocido en EEUU. Hasta ahora.

Así lo hace suponer el caso de Thusy, una compañía que los vende desde el año 2015 y que ha visto como desde principios de marzo sus órdenes de compra crecen de manera increíble.

"Vimos que las ventas comenzaron a duplicar lo que habían sido el mes anterior", contó al diario The Guardian Jason Ojalvo, su CEO. "Luego, dos días después, triplicaron lo que suelen ser y de repente fue 10 veces más de lo que son las ventas normales. Unos días más tarde alcanzó un máximo de ventas de un millón de dólares por día".

Tushy vende dispositivos que se adaptan al inodoro y permiten lavarse con agua. El precio oscila entre 89 dólares y poco más de 100, detalla un reporte de la reportera Ivette Leyva, publicado en Yahoo News.

Otra marca, Brondell, también ha visto un notable incremento en las ventas y está "vendiendo un bidé en Amazon cada dos minutos, o alrededor de 1.000 unidades por día", de acuerdo con un reporte de Business Insider. Además, la demanda de algunos de los accesorios para bidé que vende Hygiene for Health se ha duplicado en las últimas dos semanas.

Los fabricantes de aparatos sanitarios Kohler, Toto y American Standard venden bidés a un precio que oscila entre 280 y más de 500 dólares. Uno de lujo puede costar cerca de 5.000.

Ken Waite, gerente general de la ferretería Miller's Fine Hardware en Jupiter, Florida, aseguró que su tienda está viendo un aumento en las llamadas y ventas de bidés debido a COVID-19.

"Desde que llegó COVID, la demanda se ha ido a la Luna", dijo Waite a la estación local WPTV. "Curiosamente, hemos visto un mayor aumento en la sustitución total del inodoro. Cuando creo que el consumidor se entera de lo que pueden hacer estos inodoros inteligentes, ya no es solo el asiento, es todo".

Además de evitarnos desvelos por la eventual falta de papel higiénico, los bidés también ayudan a conservar el agua. La fabricación de un rollo de papel higiénico requiere 140 litros de agua, según Scientific American.

Algunos bidés, en comparación, usan unos 8 litros por descarga, y los hay de menos. También se contribuye a disminuir la huella de carbono del papel higiénico de los cientos de miles de toneladas de cloro necesarios para hacer que el papel higiénico sea blanco, la energía requerida en el proceso de fabricación, el plástico de un solo uso en el que se envasa y el combustible para el envío.