Contenido creado por Martín De Benedetti
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INFORME

De sede de un club de fútbol a museo de cannabis: una casa con historia

Un recorrido por el Museo de Cannabis de Montevideo y su valor histórico para el fútbol y la música uruguaya del siglo XX

30.10.2019 15:03

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2019-10-30T15:03:00-03:00
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En el barrio Palermo caminando por la calle Durazno, se encuentra una casa con muchas historias. Es que, el actual Museo de Cannabis fue, varias décadas atrás, sede del club Mar de fondo: un equipo de fútbol que jugaba entre la divisional C y la B y que éste año volvió a jugar. Cuadro que, como dato curioso, usa los colores blanco y negro en su camiseta como representación de la integración racial en el barrio.

Además, la casa es también un lugar importante para la historia de la música popular uruguaya porque era un sitio muy frecuentado por Eduardo Mateo. El talentoso músico vivía en una pensión del otro lado de la calle y le dedicó una canción a la casa llamada “Siestitas de mar de fondo”.

Comenzando el sigo XXI, el club atravesó problemas económicos y la casa tuvo que ir a remate. Una persona adquirió la vivienda y se la revendió al actual dueño: el ingeniero agrónomo Eduardo Blasina. Años más tarde, se elaboró uno de los primeros proyectos que obtuvo una licencia para producir cannabis en Uruguay. En este entonces, surge la idea de transformar a la casa en una especie de club o museo sobre el Cannabis.

Según cuenta Blasina, cuando empezó a surgir la posibilidad de que Uruguay sea el primer país que legalizara la planta como uso recreativo, sería bueno brindar información científica sobre la cantidad de usos del cannabis industrial, su historia y por qué Uruguay llegó a ser el pionero en el mundo en esta forma de legalización.

En 2016, luego de mucho tiempo recopilando materiales y de hacer reformas en la casa, se inauguró el primer Museo de Cannabis del Uruguay y el único en América del Sur (hay uno en México, aunque es de menor tamaño). Desde entonces, el espacio es visitado principalmente por turistas que reciben un tour llevado adelante por el equipo del museo. El horario que manejan es de 14:00 a 19:00 hs. y están abiertos todos los días excepto los lunes. Además, cobran una entrada de $200, dinero que necesitan para autoabastecerse.

Sin embargo, el ingeniero agrónomo no se limitó en fundar el museo, sino que quiso resignificar la casa por su valor histórico en el barrio. Por eso Blasina recuerda a Eduardo Mateo no sólo por su impronta fundamental en la música popular uruguaya, sino como un claro ejemplo de los problemas de la prohibición. Es que Mateo, por ser usuario de cannabis, fue preso y enviado a un manicomio. “Una situación realmente lamentable a la que no podemos volver jamás” afirma el dueño de la casa.

En cuanto a su pasado como sede de Mar de fondo, la casa pretende ayudar a que el equipo vuelva a ser lo más protagonista posible en el fútbol uruguayo y, al mismo tiempo, que sea un lugar que contribuya a mostrarle al mundo la importancia de la música de Eduardo Mateo. “Es en cierta manera un homenaje a Mateo y al barrio Palermo que antes tenía esta casa como un lugar de encuentro y ahora entendemos que vuelve a serlo” afirma Blasina.

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