Da Silva busca indemnizaciones para “reducir círculo vicioso” entre arrendatarios y dueños

El senador del Partido Nacional Sebastián Da Silva presentó este jueves una propuesta para modificar el artículo 33 de la Ley Nº 14384, que refiere a la indemnización por mejoras en predios arrendados o en aparcería.

El proyecto establece que las “mejoras de cultivo” —como la instalación de praderas artificiales permanentes, la mejora de campos naturales y las enmiendas para corregir la acidez de los suelos— podrán ser realizadas por el arrendatario o el aparcero tomador, independientemente de la duración contractual, y que en todos los casos “le serán indemnizadas al momento de la entrega del predio objeto del contrato”.

Con respecto a las praderas y el mejoramiento de los campos, la propuesta del legislador asegura que la compensación será por “el valor adicional de la producción de forraje referido a la producción básica promedio del predio, establecida de acuerdo con el índice Coneat al día de su entrega”. Esa “producción adicional” se calculará acumulando los “cinco años siguientes” a la devolución del campo.

Por otro lado, el texto determina que las enmiendas de suelos serán indemnizadas “por el valor de la inversión realizada, debidamente acreditada por el arrendatario o el aparcero tomador”. En caso de desacuerdo entre las partes, el diferendo será resuelto por el Instituto Plan Agropecuario.

El proyecto busca incorporar el “derecho de retención” a favor del arrendatario o aparcero, ya que “tendrán derecho de retención sobre el predio objeto del contrato hasta que le sean satisfechas las mejoras de cultivo, siempre que las mismas sean reclamadas en ocasión del plazo para oponer excepciones en el proceso de desalojo”.

En diálogo con Montevideo Portal, Da Silva explicó que “un 30% del área agrícola del Uruguay tiene un problema de PH y la forma de arreglarlo es haciendo una corrección en la acidez del suelo, ya que esa área produce entre un 25% y un 30% menos”.

“Gran parte de los problemas de acidez en el suelo es que están ubicados sobre campos arrendados, por lo que no hay, salvo que te lo reconozcan, ningún incentivo para que el inquilino haga el gasto”, lo que genera un “círculo absolutamente vicioso, porque la inversión no la hace el inquilino ni el propietario”. El legislador afirmó que cada hectárea encalada tiene un valor de US$ 500.

La propuesta presentada se debe a que, a la hora de hacer la “inversión del encalado”, se le está mejorando el suelo al propietario, por lo que cuando finaliza el vínculo contractual no se recupera la inversión.

El senador mencionó que, si se logra reducir el problema, un 10% repercutiría en la producción y camiones que distribuyen.