Corinna Larsen atribuye a Juan Carlos I "cientos de cuentas" en el extranjero

En sus declaraciones exclusivas para la cadena, Larsen también acusa a la Casa Real española de ser "una empresa familiar" con un "modus operandi" para lucrarse desde hace "40 años".

Así responde la empresaria y amiga del monarca español a preguntas sobre el supuesto origen ilegal de los 65 millones de euros (76 millones de dólares) que éste le "regaló" como "reconocimiento" y "gratitud" por su relación, según su relato.

Si este dinero tuvo origen en actividades ilícitas "todos tienen que devolverlo todo", sostiene Larsen, que desconoce de dónde procedía esta elevada suma.

"Lo que me parece extraordinario es que estén convirtiendo 40 años de modus operandi de una empresa familiar en un foco sobre una persona. ¿Y esa persona soy yo? Porque habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones", especula la empresaria en su conversación con la BBC.

Juan Carlos I se encuentra viviendo en Emiratos Árabes Unidos desde el pasado 3 de agosto, cuando anunció su decisión de trasladarse fuera de España tras años de escándalos y en medio de acusaciones de corrupción.

La última polémica surgió cuando la Fiscalía del Tribunal Supremo español abrió una investigación sobre su figura en torno al presunto cobro ilegal de comisiones procedentes de Arabia Saudí.

El ministerio público indaga sobre si Juan Carlos I obtuvo dinero a cambio de intervenir en la adjudicación de un contrato para construir el tren de alta velocidad (AVE) a La Meca.

Estos hechos se conocieron después de que Corinna Larsen declarara ante la justicia de Suiza que el monarca le transfirió 65 millones de euros como "regalo", una cantidad que podría tener origen en los negocios con Arabia Saudí.

Juan Carlos I y Corinna, cuyo anterior apellido era zu Sayn-Wittgenstein, se conocieron en una fiesta de tiro en febrero de 2004 y comenzaron una relación que ella sitúa hasta 2009, paralela al matrimonio del rey con la reina Sofía.

Su relación salió a la luz en 2012, cuando ambos participaron en un safari en Botswana donde el monarca mató un elefante, hecho que desencadenó una fuerte polémica en torno a la monarquía en España, que se encontraba en ese momento en plena crisis económica.

Este episodio propició que dos años más tarde, en 2014, Juan Carlos I abdicara y entregara el trono a su hijo, Felipe VI.

Larsen afirma a la BBC que la filtración del viaje a la prensa estaba preparada porque "había fuerzas dentro de palacio que trabajaban para empujar a Juan Carlos, intentando acelerar la abdicación".

También explica que desde aquél incidente estuvo sometida a "vigilancia total" por parte del servicio de inteligencia español, cuyos agentes llegaron a ocupar su apartamento en Mónaco en busca de documentos.

"Se quedaron allí semanas y semanas", sostiene la empresaria, aunque asegura no saber qué tipo de documentación querían encontrar en su domicilio.

También explica que en 2012 recibió una visita en Londres del entonces jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, para advertirle "que no hablara con la prensa".

Además de sus declaraciones ante la justicia de Suiza, Larsen está citada como investigada por la Audiencia Nacional de España el 8 de septiembre.

El tribunal español quiere determinar si la empresaria contrató al excomisario del Cuerpo Nacional de Policía de España, José Manuel Villarejo, para espiar a una trabajadora de la que no se fiaba.

Estos hechos provienen de una serie de grabaciones de conversaciones donde la amiga del rey contaba al conocido comisario, ahora encarcelado, que Juan Carlos I tenía dinero en paraísos fiscales.

Es probable que estas conversaciones salgan en su cita ante la Audiencia, donde la antigua amiga del rey emérito tiene previsto mantener su relato y desmarcarse de cualquier dinero con origen en actividades ilícitas.

(Sputnik)