La interventora designada por la Justicia a cargo del concurso voluntario del Frigorífico Casa Blanca SA, Alicia Carlevaro Pons, solicitó la verificación de créditos presentada de forma tardía por la herencia del fallecido director y fundador de Conexión Ganadera, Gustavo Basso.
Basso se suicidó en noviembre de 2024 tras chocar el Tesla que conducía contra una máquina vial apostada sobre ruta 5. A raíz de ese hecho, el “fondo ganadero” dejó de pagar a sus inversores y el otro fundador, Pablo Carrasco, fue enviado a prisión preventiva por un delito de lavado de activos.
En el caso de la esposa de Carrasco, Ana Iewdiukow, también fue enviada a prisión preventiva por estafa y lavado de activos. En tanto, la esposa de Basso, Daniela Cabral, cumple prisión domiciliaria tras ser imputada por un delito de estafa.
De acuerdo con un documento al que accedió Montevideo Portal, Carlevaro Pons señala que por la herencia de Basso se reclamó un total de US$ 15,5 millones, que surgen de préstamos y de la venta de ganado para faena que —según se sostiene— no fueron abonados.
La interventora advierte que solo una parte de esos más de US$ 15 millones puede ser verificada. En primer lugar, se menciona un préstamo hipotecario fechado el 26 de setiembre de 2013, con vencimiento en el mismo mes de 2024.
“Dicho crédito se encuentra garantizado con hipoteca sobre padrones de la primera sección catastral de Paysandú, zona rural, paraje Casa Blanca”, indica el texto. El capital originalmente recibido por la familia Basso ascendió a US$ 2 millones y se reclama una suma superior a US$ 5 millones, de acuerdo con “el cálculo de intereses expuesto por la insinuante a la tasa efectiva anual de mora del 9,61%, equivalente al máximo legal permitido según lo pactado en el documento de adeudo”.
El documento aclara que el monto difiere del reclamado en la herencia porque, según la documentación incorporada al escrito de la interventora, “existen pagos efectuados a la cuenta de Gustavo Basso”. En concreto, se registraron depósitos por US$ 780.000.
En ese marco, Carlevaro Pons concluye que “el saldo total adeudado por el contrato de préstamo hipotecario de fecha 26 de setiembre de 2013 asciende a la suma de US$ 1.776.121”.
Otro préstamo
En segundo lugar, se hace referencia a otro préstamo sobre el que también se constituyó una garantía hipotecaria en la misma zona rural de Paysandú. “Al igual que en el préstamo anterior, el monto a verificar difiere del insinuado. En este caso, ello se debe a la existencia de anticipos realizados a Gustavo Basso por la suma de US$ 279.518 por la venta de ganado, los cuales fueron imputados al pago de este préstamo”, añade el documento.
Por este concepto, según el detalle expuesto, el crédito verificado asciende a US$ 1.243.705, conforme al cálculo consignado en la tabla incluida en el informe.
Venta de ganado
La herencia de Basso también insinuó un crédito originado en la venta de ganado para faena, documentado en facturas que, según se declaró, totalizan US$ 8.539.787. Sin embargo, al realizarse el conteo de dichas facturas, se constató que el monto se reduce a US$ 6.608.072.
“Se desprende que se cometió un error involuntario en la suma realizada o, de lo contrario, falta presentar facturas”, señala el documento.
No obstante, se verificó que “todas las facturas presentadas están incluidas en el estado de cuenta de Gustavo Basso que surge de la contabilidad de Fricasa y figuran como abonadas mediante transferencias bancarias a la cuenta de Basso y, luego de su fallecimiento, a la cuenta de Alfredo Rava / Agustina Basso, según instrucciones recibidas por representantes del Escritorio Basso”.
En conclusión, Carlevaro Pons solicitó la verificación de un crédito por US$ 1.776.121, con privilegio especial en virtud de la garantía hipotecaria, y de otro préstamo en iguales condiciones por un monto de US$ 1.243.705.