Contenido creado por María Noel Dominguez
Entrevistas

De diseño

Con el artista Gerardo Goldwasser, que representará a Uruguay en la bienal de Venecia

Una conversación sobre creatividad, a historia de su abuelo, del Holocausto a la nueva vida en tierra uruguaya. Por A. Jerozolimski

19.02.2022 08:57

Lectura: 10'

2022-02-19T08:57:00-03:00
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Por Ana Jerozolimski

Gerardo Goldwasser (60) es artista, diseñador y docente y nos cuenta que “de lo que quise y no pude, arquitecto”. En realidad, trata de vincular todo esto y en sus clases en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo,  como docente inclina sus clases hacia experiencias de arte contemporáneo. Por su parte , en el diseño toma aspectos del arte, y así sucesivamente.

P: Gerardo, tu trayectoria artística evidentemente tiene años, no comienza ahora. Pero llegar al punto en el que representarás a Uruguay nada menos que en la bienal de Venecia ¿dirías que es una cúspide?

R: Para serte sincero no me gustan las cúspides, me dan vértigo. Y te sitúan en una posición de cierto estacionamiento, de cierta “llegada”, que no es verdad. También te pueden, en el peor de los sentidos, poner ideas en tu cabeza que no te favorezcan, que no te hagan bien.

P: ¿Es un privilegio? ¿Una responsabilidad? Ser elegido entre 28 obras presentadas  , por un jurado de alto nivel, no es poca cosa.

R: Es todo esto junto que decís, por eso hace días que ya no duermo como antes.

P: ¿Qué implica representar a Uruguay en la bienal? ¿Pasa sólo por el destaque profesional de tu condición de artista o  también por el orgullo de ponerse la camiseta?

R: Bueno… tuve otras oportunidades de representar a Uruguay en otras bienales, lo que sucede que fueron envíos colectivos. Recuerdo la 6ta Bienal de la Habana, en 1997, mi primera participación en una bienal. Éramos 7 artistas uruguayos. En esta oportunidad, al ser un envío personal, (a nivel del artista, pero colectivo en el trabajo con curadores y arquitecto) siento la misma responsabilidad de participar con mi mayor esfuerzo en el proyecto, y que quede muy bien, en lo que se refiere a la obra. En lo que me preguntas de qué implica, se te suman más responsabilidades cuando pensás que representás al país. Y por supuesto el estar muy agradecido de que nuestro proyecto haya sido seleccionado, un gran honor.

P: ¿Qué dicen en tu casa? Tu esposa, tus hijos… me imagino el orgullo y la emoción, aún si los nervios te los dejan a vos.

R: Sensaciones muy variadas. Mi hijo Martín de 8 años, está preocupado cuánto tiempo me iré, mi otro hijo Federico, de 15 años, me está ayudando con trabajos que le he pedido, y Miriam me conoció hace años haciendo esto y estamos muy contentos.

P: Los deportistas sueñan con representar a sus respectivos países en los juegos olímpicos. ¿Los artistas sueñan con una Bienal destacada como la de Venecia?

R: No te voy a negar que es un acontecimiento fuerte, pero mi sueño es que quede bien la exposición, como primera cosa. Trato de concentrarme en eso y que todas las cuestiones colaterales de la bienal, no me afecten mucho.

P: ¿Con qué espíritu emprenderás este viaje?

R: Con la cabeza bien abierta, sabiendo que te vas a encontrar con muchas propuestas de arte contemporáneo, que me interesan mucho.

P: ¿Qué preparativos requiere algo así? ¿Es sólo terminar tu propio trabajo?

R: Ojalá solo fuera eso, hay un montón de cosas. Por ejemplo la obra se construirá en el pabellón. Y tiene una dependencia absoluta de ciertas materias primas que tienen un costo, una logística de llegada a Venecia, que no es una llegada a cualquier ciudad. Tienen que ser tranportados en los vaporetos, tiene que ser posible esto, en fin pila de cosas..los compromisos de difusión internacional, etc

P: ¿En qué consiste tu obra, “Persona”?

R: Te dejo un fragmento de la presentación de los curadores Laura Malosetti y Pablo Uribe:

(…) Persona de Gerardo Goldwasser invita a hacer historia. Invita a

mirar críticamente el presente y a imaginar nuevas formas de

ser persona en un futuro que se percibe amenazado por nuevas

tecnologías uniformadoras y destructivas. A mirar y a pensar sobre la

representación de los cuerpos y sus metamorfosis, sobre las dudas

que impregnan las ciencias, las artes y los mitos de nuestro tiempo,

en blanco y negro como en aquel manual anónimo de sastrería que

Goldwasser heredó de su abuelo, sin datos de edición”.

P: Justamente… te  has inspirado en la historia de tu familia, o mejor dicho en tu abuelo ¿verdad? ¿Hay un camino directo entre el trabajo de tu abuelo como sastre y tu propio arte?

R: Sí lo hay. Pero no solo de mi abuelo, también el de mi padre y mi tío. Fue  entre todos que construimos esta obra en co-autoría

P: Cuando encontraste aquellos programas (no sé si es el término adecuado) del trabajo de sastre de tu abuelo ¿la emoción pasó ante todo por conocer parte de la historia familiar o por conectarlo enseguida con tu propio encare artístico? En realidad entiendo que fue hace años, no tenías en ese momento la trayectoria que has recorrido desde entonces.

R: Cuando encontré los manuales de sastrería me sentí muy afortunado. Me permitieron conocer a mi familia, o sea una primera relación de identidad, y conociendo las circunstancias de trabajo forzado de mi abuelo, me permitió estructurar un trabajo en arte, vinculando la sastrería, el arte y la violencia.

P: Más allá del tema del arte y la inspiración que te dieron aquellos tesoros que encontraste de tu abuelo, creo que sería interesante conocer su historia. Has contado que sobrevivió al campo de concentración de Buchenwald, el más grande en territorio alemán. Y fue el primero de tu familia en llegar a Uruguay. ¿Cuánto sabías de chico y jovencito de su historia?

R: De chico de su historia, nada. Recuerdo a mi abuelo alto muy elegante y muy afectuoso conmigo. Siempre le traía flores a mi abuela, todos los domingos. Años más tarde con mi vinculación con el arte, mi padre y mi tío me contaron de su profesión que le salvó la vida, como a tantos que a cambio de vivir los utilizaban en sus oficios.

 P: ¿Cómo te influyó la saga de su salvación, lo que él pasó y el desafío que significó para él comenzar una nueva vida en Uruguay?

R: Bueno, influyó mucho, tuve siempre varias imágenes que me vienen a la mente cada tanto. Por ejemplo me impresionaba pensar en la relación de trabajar de sastre en Buchenwald, y tratar de no cometer un error en la planificación de su trabajo. Es decir las múltiples presiones que habría soportado. Otra imagen era el momento de la prueba en sastrería. Un oficial mirándose al espejo y juzgando su trabajo, que perfectamente podría no quedar con los ajustes necesarios, de primera. Pero las situaciones extremas asociadas a la suerte digamos, también estuvieron del lado de mi padre. A los 14 años recibió los papeles de salida de Alemania, entregados por un mensajero en moto, y estaba tan contento (me contó) que se los  guardó entre sus ropas para llevárselos un día lluvioso en un taxi a la familia, que estaba de visita en casa de otra familia amiga. Al cerrar la puerta del taxi se dió cuenta que estaban en el suelo.

P: Difícil hasta imaginar lo que habrá sentido… Gerardo, te planteo una pregunta sin saber de hecho parte de la historia que es relevante para formularla. Si sabías lo que él había pasado , te preguntaría cómo veías a tu abuelo de jovencito y si acaso hoy, ya de grande, lo ves distinto.

R:De joven, lo adoraba, era muy lindo recibir unos caramelos de limón que me daba a escondidas. También me gustaba sentir su regla de sastre colocada sobre mi cabeza, y ver como hacía marcas de tiza en los marcos de la puerta del taller, dejando registros de mi crecimiento y el de mi hermano. De grande se sumó la admiración, por su vida, y me formó como artista sabiendo muchas cosas de él.

P: Escuché una interesante entrevista que te hicieron en Medios Públicos en la hablaron del tema de derechos humanos, de diversidad, de respeto a los colectivos  variados… y yo enseguida pensé en tu abuelo, que por la violación absoluta de los derechos humanos del pueblo judío y de tantos más por parte de los nazis, sufrió lo que sufrió. ¿Tiene algo que ver con tu obra?

R: Bueno, confeccionar un uniforme militar para poder sobrevivir es una situación de violación por donde se la mire. Su profesión, la sastrería,integrando una propuesta de arte, se convierte ( o así lo pretendo ) en un dispositivo de denuncia, de múltiples denuncias.

P: Un elemento más recordando a tu abuelo y conectándolo con tu “hoy”.  Vos naciste en Uruguay,  pero imagino que siempre recordarás que sos nieto de un inmigrante… de hecho todos los uruguayos, en algún momento, bajaron de los barcos. ¿Es especialmente emocionante que el nieto de un inmigrante judío represente ahora a todo Uruguay en un evento cultural de renombre internacional?

R: Es, sin duda. Muy emocionante.

P: Te entrevisté hace muchos años y me dijiste que el arte está relacionado a la propia identidad, que eso te acompaña como un perfume en tu obra. ¿Qué significa eso hoy? ¿Cómo presentarías tu identidad?

R: El mismo perfume.

P: ¿Y querés que todos entiendan lo que querés expresar en tu arte, o con que admiren su belleza y estética te alcanza?

R: Bueno, la belleza, la estética, para mí no son escenarios buscados en mi trabajo. ¿Quién define qué es estética? ¿Belleza? Hay tantas como personas..

P: Yo creo que también quien no está en el ámbito del arte sabe que decir “la bienal de Venecia” es todo un símbolo de buen trabajo, de algo serio y destacado. ¿Tenés claro cómo será estar allí, desde adentro?

R: Estar allí adentro es estar en medio de múltiples informaciones visuales, cruzándose con personas de todo el mundo..Culturas de muchos lugares y todo esto en una ciudad muy particular, donde sos un navegante de a ratos trasladándote en los canales..

P: ¿Te has reunido con autoridades? Cuando deportistas viajan a las Olimpíadas, les dan el pabellón nacional ¿Y a vos? En realidad, faltan varios meses todavía…así que hay tiempo para despedidas, banderas y actos ¿no?

R: Hasta ahora estuve en el Ministerio de Educación y Cultura, nos recibieron para saludarnos y para aspectos de planificación.

P: ¿Se puede vivir del arte hoy en día en Uruguay?

R: Es difícil, no sólo en el Uruguay.

P: ¿Sentís que ha evolucionado con los años tu forma de hacer arte  o hay cosas que no pueden cambiar?

R: Me gusta pensar en que siempre cambias. Por lo menos uno de mis ejercicios internos a nivel del trabajo es proponer una estrategia de obra que se la conoce-digamos- con un formato tradicional , y presentarla de una forma novedosa. Me interesa bastante esto. Por otro lado es imposible deslindar tus intereses en la vida de tu proyecto de arte. Pero los artistas que me interesan, en el fondo hacen una obra toda su vida. Sí pueden tener formas visuales diversas, pero creo que la obra en el fondo tiene una única esencia.

P: ¿Algo que desees agregar Gerardo? Lo que quieras y consideres, con el mayor de los gustos

R: Muchas gracias por entrevistarme, y te espero en Venecia.