Contenido creado por Martín Laitano
Internacionales

Misión imposible

Con contacto prohibido y “felices”: así es la tribu que mató a turista estadounidense

John Allen Chau fue llevado hasta la isla de India por unos pescadores a sabiendas de que no estaba permitido.

23.11.2018 09:51

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2018-11-23T09:51:00-03:00
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Montevideo Portal

El estadounidense que murió en las últimas horas en la isla North Sentinel, de la Bahía de Bengala, sabía que no debía ir ahí, ya que está prohibido establecer contacto con los aborígenes del lugar. Allí se guardan secretos que han perdurado durante al menos 30.000 años.

Según información recogida por Infobae, el lugar es habitado por quienes son considerados los únicos descendientes directos sobrevivientes de los primeros humanos en Asia. La prohibición de tomar contacto con ellos rige desde 2004.

Si bien se conoce muy poco de ellos, como su idioma, su cultura, sus creencias o incluso cuántas personas son, el Daily Mail publicó que "son felices y en gran parte saludables".

"Durante ese tiempo, se han alimentado de cerdos salvajes, almejas, bayas y miel, han participado en sesiones energéticas de sexo en la playa y han rechazado a casi todos los visitantes (bien intencionados o amenazantes) con una ráfaga de flechas venenosas y machetes afilados", añade la publicación.

Además, el portal argentino explica que se mudaron de África a Asia hace unos 75.000 años. Van desnudos excepto por algunas hojas, hilos de fibra y adornos, y viven en chozas.

Hasta allí fue John Allen Chau, llevado por unos pescadores, con el desafío de evangelizar a los habitantes de la isla. Graduado en la Oral Roberts University, Oklahoma, quería introducir el cristianismo en la comunidad, según revelan sus últimos escritos.

"Mi nombre es John. ¡Los quiero y Jesús los ama, aquí tienen un poco de pescado!", clamó John Allen Chau a dos autóctonos armados cuando se acercó por primera vez a la isla.

"Ustedes quizás piensen que estoy loco por hacer todo esto pero yo creo que vale la pena proclamar a Jesús a esta gente", escribió a su familia, en una última carta escrita en la mañana de su muerte.

"No es en vano las vidas eternas de esta tribu están al alcance de la mano y estoy impaciente para verlos adorar a Dios en su propio lenguaje", dijo en referencia a los versículos de la Apocalipsis (7, 9-10).

Poco después de haber escrito estas líneas, Chau llegó a la playa de la isla. Nunca más regresó.

Con información de EFE y AFP.

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