Patricia Madrid y Viviana Ruggiero no pensaban escribir un libro sobre Raúl Sendic. La editorial Planeta tuvo la idea y se la propuso primero al periodista Sebastián Panzl, que descartó el proyecto por estar dedicado actualmente a la investigación de temas históricos y les recomendó contactarse con Patricia Madrid. Su sugerencia era razonable, teniendo en cuenta que la periodista obtuvo en el 2016 una mención en los Premios Nacionales de la Prensa Escrita por su artículo en El Observador sobre la polémica de la licenciatura de Sendic. Al proyecto se sumó Viviana Ruggiero, su compañera en el programa Así nos va, de Carve, que también realizó varias coberturas sobre la gestión del vicepresidente.

Es fácil entender por qué Planeta quería editar un libro sobre Sendic. El vicepresidente se convirtió en los últimos años en un caso curioso de rating mediático, un fenómeno alimentado por varios factores: un nombre y apellido históricos, un ascenso político vertiginoso y un magnetismo insólito para los titulares de prensa, ya fuera por episodios risibles o importantes.

Los hechos alimentaron el morbo en torno a su figura por dos años, potenciado en algunos casos por las malas decisiones del vicepresidente: la investigación parlamentaria y judicial sobre su gestión en Ancap, la modificación de su perfil en Wikipedia elevada inexplicablemente a la Justicia, su choque con una moto, su frase sobre la izquierda y la corrupción, la suma de desaciertos incomprensibles en torno a su título y algunos gastos de las tarjetas corporativas de Ancap que no fueron explicados satisfactoriamente.

Planeta les pidió a Madrid y Ruggiero un libro enfocado en la vida política y personal de Sendic, pero las periodistas se impusieron el desafío de investigar especialmente su actuación en Ancap. Y es que si bien Sendic: La carrera del hijo pródigo cuenta una parte de la historia del vicepresidente, desde sus inicios hasta su ascenso a la vicepresidencia, se centra en realidad en varios episodios de su gestión en el ente y en la financiación de su sector político en las últimas elecciones.

En diálogo con Montevideo Portal, Madrid y Ruggiero repasaron algunos de los puntos que unen una trama complicada, parte del fenómeno complejo en el que se convirtió Raúl Sendic en el sistema político uruguayo.

¿Cuándo comenzó a tomar forma el libro?

Patricia: En agosto o setiembre del 2016, cuando mantuvimos algunas entrevistas que hicieron dar un cambio importante al libro de lo que iba a ser inicialmente y que nos permitieron reenfocar la investigación. Por ejemplo, nos tomamos dos o tres meses para entender la dinámica de Ancap y las subsidiarias. Eso requirió tener muchas reuniones con gente que nos permitió hacernos una idea de cómo funcionaba el negocio del petróleo.

Viviana: Es que lo primero fue leer mucho, analizar y entender lo más complicado, y luego comenzamos las entrevistas y el trabajo de investigación. Y ahí vimos las líneas a seguir.

Algunas de las críticas recibidas por el libro (como la del periodista Marcelo Pereira en la diaria) es que carece de análisis político y que es más bien un prontuario de hechos. ¿Cuál era el objetivo para ustedes?

P: Cuando uno dice que el libro no analiza, ahí es muy difícil, porque uno no sabe tampoco qué es lo que espera el lector. El libro es lo que es, y es lo que nosotras entendíamos que podía ser un aporte a la población. No escribimos ni para la Justicia, ni para un partido político ni para los colegas periodistas.

V: Fue un desafío en ese sentido, porque se trataba de escribir sencillo, para que todos lo entendieran. El objetivo no era hacer un libro de análisis sino de información.

¿Se quedaron conformes, se acercó a lo que querían?

P: Estamos conformes con el 100% de lo que aparece. Por supuesto que quedaron puntas y varias líneas de investigación, pero no podíamos abarcar todo lo que queríamos. Nos hubiera gustado investigar otras líneas, y avanzamos en muchas de ellas pero no llegamos al nivel de confirmación que nosotras nos habíamos exigido. Sabíamos que iba a ser un libro cuestionado, porque se trata del vicepresidente, y por ello debíamos ser responsables y cuidadosas en el manejo de la información; la regla fue un mínimo de tres fuentes independientes entre ellas y que lo que no se obtuviera mediante declaraciones tuviera respaldo documental. Estamos más que felices con el resultado.

¿Comenzaron la investigación buscando algo específico sobre Sendic?

V: El razonamiento fue que el vicepresidente, con el episodio del título, claramente había faltado a la verdad. La pregunta entonces fue: si en esto personal y básico faltó a la verdad, ¿no habrá ocurrido algo similar en Ancap? Entendimos que podía haber mucho más de lo que se sabía.

¿Hubo algo que los sorprendiera en el proceso?

P: Todos los datos, desde el más chico al más grande, fueron relevantes y sorprendentes para nosotros. Por ejemplo, teníamos indicios de que la campaña electoral de la 711 había sido realizada por el publicista Pablo Álvarez, el mismo que ganó la licitación en Ancap. Si bien en su momento se desmintió, sabíamos que era algo a investigar. Primero, cómo se hizo la campaña de un sector que creció meteóricamente y segundo, cómo se había financiado. Otra sorpresa fue el manejo de ALUR.

V: Creo que pudimos detectar que en Ancap primaron criterios como el amiguismo y hubo un manejo poco claro en obras, contratación de personal y adjudicaciones.

P: Que hubo escasa transparencia, falta de control y reglas de juego poco claras en la gestión de 2010 a 2013 es evidente, no sólo del oficialismo sino también de los representantes de la oposición. Otro ejemplo era saber dónde fueron a parar los 360.000 dólares de la inauguración de la desulfurizadora.

V: Hay 100.000 que terminaron en comisiones: 30.000 para el publicista Pablo Álvarez y el resto para el dueño de la empresa que la organizó. Pero también están los viajes de la avioneta de ALUR al aeropuerto argentino de San Fernando, el manejo de la compra del petróleo, los gastos en un remolcador para el que se contrata personal y que queda parado años, aunque se le paga a una tripulación entera sin que trabaje.

¿Les costó seleccionar qué les parecía más importante para hacer el adelanto?

V: Lo del gasto de las tarjetas lo teníamos a fin de año y sabíamos que tenía impacto, porque es algo que entiende todo el mundo. Pero en el libro eran tres párrafos, porque no deja de ser un tema menor.

P: Hay cuestiones que son mucho más importante para el sistema político en general. Cuando tuvimos que elegir, entendimos que la financiación del empresario paraguayo, que crea una sociedad anónima inexistente y con un testaferro al frente al que se le paga una comisión, que pone 67.000 dólares para la campaña pero el sector político declara solo 37.000, que es aporte de dinero generado del exterior, nos parecía que hablaba no sólo de la forma de hacer las cosas del sector, sino de las carencias que tiene el sistema en general.

V: Ahí hay un vacío legal, porque la ley indica que las entidades o empresas extranjeras no pueden hacer aportes a los partidos en Uruguay, pero en este caso, al hacerlo a través de una sociedad anónima, eso está blanqueado.

¿Creen que el impacto del libro quedó disminuido al sacar el semanario Búsqueda lo de las tarjetas antes de que saliera a la venta?

P: Todo lo contrario. Lo de Búsqueda nos permitió posicionar desde ese día, a través de nuestro programa en Carve, que íbamos a sacar el libro y también complementar la información y responder a lo que dijo Sendic sobre esa nota, explicar el total de los gastos. Porque el monto global no era lo que decía Sendic.

¿Pero no se lamentaron cuando vieron la tapa de Búsqueda?

V: Bueno, sí. Por supuesto que al escribir un libro de un tema que está en el tapete y en el que trabajan todos los periodistas, eso le agregó una presión extra al libro. Hubo otros datos, además del de las tarjetas, que se filtraron.

P: Fue una presión más para nosotros porque estábamos con varios frentes paralelos, porque los demás colegas también trabajan e investigan. Y también porque avanzaba la causa judicial, aunque por suerte para nosotros en el 2016 se paralizó. Pero mirando a la distancia lo de Búsqueda, creo que fue bueno para el libro.

En el libro describen a un Sendic con principios y posiciones éticas en el inicio de su carrera política, que evoluciona hacia una figura con decisiones cuestionables. ¿Ustedes atribuyen este cambio a la cercanía con el poder?

P: El poder a veces embriaga, como dijo Eduardo Rubio recientemente en una entrevista. Nosotras sí entendemos que hubo un cambio en cuanto a su postura política en el afán de crecimiento. Si uno mira a la distancia qué fue lo que ocurrió, ve que tuvo la capacidad de rodearse para llegar a su objetivo, pero no para mantener su sector político, que es prácticamente inexistente hoy. Desde lo político no quedan dudas de que hubo un afán constante de crecimiento. Él logró llevar adelante una campaña y avaló hacer cosas que desde el punto de vista político, ético y moral son cuestionables. No somos juristas, no sabemos si se trata de ilegalidades o no, pero que acepte que el publicista de Ancap sea el mismo de su campaña política habla de la forma en que pretende llegar a cierto lugar.

V: Su discurso también cambió. Arranca en un Movimiento 26 de Marzo que tenía ciertos valores como el ala más radical de la izquierda, y modifica su discurso cuando llega al primer gobierno y se separa del movimiento. Eso se profundiza luego.

P: En el 2004, era un ferviente defensor de que las empresas privadas no financiaran a los sectores. Diez años después, esa mirada cambia 180 grados, lo que demuestra con su campaña, permitiendo el financiamiento de una empresa privada inexistente que se nutría de capitales paraguayos. Es hasta una cuestión de análisis psicológico qué es lo que motiva a cada político. En el caso de Sendic, las múltiples fuentes con las que hablamos nos llevan a pensar eso, pero porque en su gran mayoría creen que primó un crecimiento personal en vez de colectivo.

¿Cómo se explica la candidez con la que responde Sendic al ser consultado por su título, en contraste con los desmentidos, idas y vueltas que vinieron después? ¿Ustedes lo atribuyen a esta estrategia personal o a incompetencia?

P: Hablamos del vicepresidente de la república, electo por más del 50 % de la ciudadanía. Subestimarlo en cuanto a su inteligencia es una falta de respeto para él y para todos los ciudadanos que lo votaron. Quizá uno pueda atribuirlo a carencias del aspecto comunicacional, falta de estrategia para comunicar sus ideas en tiempos de crisis o problemas para asesorarse. Tener otras consideraciones sería subestimarlo, como digo. Difícilmente alguien llegue a ese lugar de poder siendo tonto.

Es que lo del título es quizá lo más difícil de entender para el público, más allá de su importancia o no...

V: Eso forma parte del análisis que cada uno hace. Nuestra opinión no es relevante, pero sí nos parece importante que la ciudadanía tenga toda la información para que saque sus conclusiones.

P: Desde el 23 de febrero del 2016 lo que me pregunto yo es qué pasó para que a mí me dijera la verdad (sobre el título). Me parece que la regla fue lo otro, lo que ocurrió a partir del 24 de febrero cuando se publica la noticia, que es sostener la mentira, y que lo del 23 de febrero en la llamada telefónica conmigo fue la excepción. ¿Qué pasó? No lo sé.

¿Las fuentes cercanas a Sendic que consultaron mostraron desconfianza, interpretaban que era un libro contrario a su figura?

P: Es que no es un libro "contra" Sendic.

No es lo que piensa la gente de la 711...

V: Pero no hubo una valoración de la gente de cómo iba a ser el libro. Lo que sí hubo fueron pedidos de personas que no querían que su nombre apareciera. Y ahí influye que hablábamos del vicepresidente. Había temor a distintas cosas, desde perder el trabajo a alguna represalia. Nos encontramos con gente que nos dio información pero nos pidió reserva. Y donde hubo un preconcepto fue en él mismo y sus cuatro o cinco hombres más cercanos. Ningún aceptó una entrevista pese a los pedidos reiterados, aunque alguno de ellos sí comentó que no pensaban participar de un libro que era orquestado por "la derecha".

P: Alguien que escuche la conversación que mantuve con él por el título sabe que no hay una cuestión "contra" Sendic. El que concibe el libro así lo que no tiene en cuenta son los conceptos básicos de periodismo como ejercicio profesional. Acá se tiende a futbolizar todo y la verdad es que desde el punto de vista periodístico no nos manejamos en esos términos. La investigación del título fue como la de cualquier periodista sobre cualquier tema. Obviamente hay muchas cosas que las personas en el poder no quieren que salgan a la luz, y nuestra tarea -y la de todos los periodistas- es precisamente echar luz donde otros quieren que haya oscuridad.

¿No fue un error mencionar que el avión de ALUR "aterrizó decenas de veces -sin motivo aparente- en el aeropuerto que fue epicentro de la Ruta del dinero K", sin pruebas de que hubiera vínculos de una cosa y otra?

V: Nosotras entendemos que todo lo que está allí es información, incluyendo los 42 viajes a San Fernando de la avioneta. Y San Fernando es el epicentro de la Ruta del dinero K, eso es un dato que ya estaba, se habló mucho de ese aeropuerto. Es un dato de contexto, que si nosotras no lo damos incurrimos en un error. El punto es que también hay información allí de que hubo viajes en la madrugada, hubo más de un viaje en un día del que justo no tienen registro de pasajeros, que viajó el ex ministro de Economía Axel Kicillof, que Alur no tiene negocios en Buenos Aires...

P: Hasta ahora nos han criticado o reprochado por colocar ese dato. Realmente no escuché ningún argumento sólido periodístico que diga por qué no lo tendríamos que haber dejado.

Es que al colocar en el resumen de la contratapa la alusión a la ruta del dinero K uno interpreta que hay una vinculación. ¿Pero ustedes lo pusieron por contexto o porque capaz que quizá hay realmente algo vinculado a la ruta K y ALUR que no pudieron confirmar?

P: Nosotras lo que tenemos son muchas preguntas que nadie quiso contestar. Y ese silencio también habla. Y no son de recibo los argumentos esgrimidos por el vicepresidente de que al saber "cómo venían las periodistas" no quiso dar la entrevista. Quisiera saber si el vicepresidente considera que hacer preguntas por parte de los periodistas está mal, porque eso me parece importante por parte de la segunda más importante del gobierno. Habla de la institucionalidad del país. Tratamos de hablar con él, con su mano derecha (el senador Leonardo De León, que estuvo al frente de ALUR) y no quisieron hablar, ni tampoco otros jerarcas vinculados a ALUR y al sector 711. Yo me pregunto: ¿qué es lo que tienen que callar? ¿Por qué no hablar con un periodista?

V: Estuvimos un año buscando explicación a esos 42 viajes. Planteamos muchas hipótesis y están todas en el libro, desde la presencia de un ingenio azucarero en Tucumán hasta San Fernando como un lugar donde los aviones suelen realizar tareas de mantenimiento. Ahora, hay una realidad, y es que el periodismo tiene sus limitaciones. Los periodistas no somos jueces ni fiscales ni levantamos secretos bancarios, etcétera. Esto es lo que sabemos y es lo que informamos. Dentro de ALUR muchísima gente se pregunta qué iba a hacer la avioneta y no tienen respuesta.

También se deja abierta la pregunta sobre si la Fundación Propuesta Uruguay 2030, que impulsó Sendic, no se financió con dinero de Ancap. ¿Qué había al respecto?

P: Nosotras lo que sabemos es que Propuesta Uruguay 2030 tuvo en una oportunidad un financiamiento de un servicio de promotoras en una actividad privada, por fuera de la órbita estatal, que fue pago por parte de la agencia de publicidad de Ancap.

V: Para ser claros, la agencia La Diez contrató un servicio de azafatas para Propuesta Uruguay 2030 cuando Sendic era presidente de Ancap.

P: De dónde salió la plata, si fue que salió de la caja de La Diez y vino de Ancap porque era dinero que integraba parte de la licitación no tenemos ni idea. ¿Por qué? Volvemos a lo mismo. No quiso hablar Sendic, no quiso hablar Gustavo Leal, De León, ni Pablo Álvarez; ni podemos levantar el secreto bancario. Llegamos hasta donde llegamos y tratamos de plantear toda la información que tenemos. Luego será tarea de otros.

¿Por qué información del libro creen que las quiere demandar Sendic por difamación e injurias?

P: La verdad es que si van a hacer la demanda sería interesante que lean en profundidad el libro, porque las últimas declaraciones públicas de los abogados demuestran que no lo leyeron. Por ejemplo, que el doctor Ignacio Durán diga que el libro tiene fotografías de la infancia de Sendic es un disparate. Demuestra que solo vieron la tapa.

V: Estamos muy tranquilas con el trabajo por el rigor con que lo hicimos. Si efectivamente hay una denuncia y la Justicia nos cita a declarar iremos. Creemos que podría llegar a configurar un ataque a la libertad de expresión, y que en momentos en que se habla de la judicialización de la política, llevar un trabajo periodístico a la Justicia -sabiendo que se intentó contactar a cada una de las personas varias veces- no va en línea con la discusión que hay hoy en el sistema político.

Martín Otheguy