Contenido creado por Tomas Gebelin
Judiciales

Peor es nada

Cinco meses de libertad a prueba para la mujer que decapitó viva a la perra de su expareja

La agresora, que fue condenada por violencia privada, dejó la cabeza del animal en la puerta del trabajo de su dueño en forma de amenaza.

28.06.2025 13:52

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2025-06-28T13:52:00-03:00
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La Jefatura de Policía de Paysandú informó este sábado que la Justicia condenó a la mujer que decapitó viva a la perra de su expareja y dejó la cabeza en el lugar de trabajo de él en la ciudad de Paysandú.

La agresora, de iniciales V.B.S.P y de 31 años, fue condenada vía juicio abreviado a la pena de cinco meses de prisión a cumplir en un régimen de libertad a prueba por la comisión de un delito de violencia privada.

Deberá presentarse en la comisaría y hacer tareas comunitarias una vez por semana. Además, no podrá acercarse a su expareja y será sometida a una evaluación para realizar un tratamiento de prevención de conductas violentas.

El caso generó una fuerte indignación en la comunidad local y reavivó el viejo reclamo de varias asociaciones que defienden los derechos de los animales acerca de incluir el maltrato animal como un delito en el Código Penal.

La organización Plataforma Animalista denunció el caso como un “acto intencional, brutal y de absoluta crueldad”, exigió la intervención urgente del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) y pidió a las autoridades que el hecho no quede impune.

El dolor de esta familia es desgarrador, pero el mensaje que se envía a toda la sociedad si no hay justicia es aún peor”, advirtió Karina Kokar, coordinadora del colectivo.

El pasado 12 de junio se realizó una marcha en Paysandú pidiendo justicia por el hecho. Su dueño, en declaraciones a Subrayado, sostuvo que “lo más importante es que sea penalizado el maltrato animal y que se haga justicia por este caso”.

“Fui a Colonia a buscarla, la crié arriba del camión durante cuatro meses y después la empecé a dejar, porque ya estaba demasiado grande. Aprendió todo lo que era trabajo de campo, y me ayudaba”. Entre lágrimas, el hombre sentenció: “Me quiebro porque fue terrible”.