Caso Toma: la Senaclaft "no tuvo actuación o investigación relacionada con los viajes"

Este martes declaró en Torre Ejecutiva el exsecretario de Presidencia Miguel Ángel Toma ante el Dr. Ariel Sánchez, subdirector de la Oficina de Servicio Civil e instructor de la investigación administrativa ordenada por Presidencia.

A la salida, el exsecretario no brindó declaraciones a los medios y se fue caminando del lugar, esquivando a los periodistas.

Sus declaraciones fueron en el marco de la investigación administrativa que ordenó el presidente Luis Lacalle Pou, al entender que no está plenamente justificada la presencia de una contadora en las misiones oficiales que realizó Toma para el país. También viajó con el exsecretario de Presidencia una escribana.

"Si fuera un funcionario de confianza Toma no estaba más en el cargo", dijo Lacalle Pou días atrás.

La contadora es integrante de la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft). En su momento, en la investigación que la Junta de Transparencia y Ética Púbica archivó, Toma justificó su presencia aclarando que la profesional había oficiado como asesora de Daños Civiles, derivados de delitos penales y, a su vez, también investigaba la ruta de dineros que podrían estar financiando a los exrepresores, en el marco del Plan Cóndor.

Justamente por ello declaró en la Torre Ejecutiva la contadora en cuestión y también Daniel Espinosa, director de la Secretaria Anti Lavado. La declaración de Espinosa es importante porque puede arrojar luz sobre si la Senaclaft estaba al tanto de las investigaciones sobre lavado de activos que presuntamente realizó la contadora en las misiones oficiales o si era justificada su presencia.

Al salir de su comparecencia, Espinosa dijo a la prensa que su Secretaría no fue consultada ni tuvo actuación o investigación relacionada con los juicios de Roma y Aratirí, en los que participó Toma.

"La designación de la contadora fue realizada por la Presidencia a título personal y esos juicios se manejaban en forma reservada. Por lo tanto, la Senaclaft no tuvo conocimiento ni se le rendían cuentas", dijo, según reportó Informe Nacional (Radio Uruguay).

"No tienen por qué explicarme a mí ni darme informes de lo que realizaron", agregó.

La prensa le consultó por el ingreso de la contadora a la Senaclaft. Espinosa replicó que "cumplió con los canales formales para su admisión". La contadora "trabajaba en Senaclaft con un trabajo de adscripción a la Secretaria de Presidencia". "Tenía sus tareas diarias en la Senaclaft, por la que me rendía cuentas, pero la tarea de las misiones oficiales no dependía de la Senaclaft", afirmó.

Con respecto a cómo fueron los canales de admisión por los que ingresó a cumplir funciones, Espinosa dijo que su entrada se dio porque la Secretaría precisaba funcionarios. "Ingresaron varios contadores, algunos de DGI, otros particulares, y en el caso de esta contadora fue recomendada por Miguel Toma, pero originalmente fue a pedido de la Secretaría por la necesidad de enfrentar evaluaciones internacionales", comentó.