Cuando el anciano de 90 años que llegaba caminando a su casa en Paso de la Arena en la madrugada del domingo fue interceptado por un grupo de personas que lo asaltó, seguramente no se imaginaba hasta donde podía llegar su peripecia nocturna.

El abordaje del anciano redundó para los delincuentes en 200 pesos y las llaves de la casa del asaltado, situada a pocos metros del lugar. En ese momento, los asaltantes no tuvieron mejor idea que tomarse con calma el desvalijamiento de la casa y, para asegurarse de que el nonagenario se mantuviera fuera de combate, decidieron atarlo al árbol que se encuentra en el cruce de las calles Los Olmos y Camino Tomkinson.

Según la crónica de La República, los ladrones se llevaron de la casa del anciano inmovilizado a la intemperie una garrafa de 13 kilos, un televisor y otros objetos.

Después del ultraje al hogar del anciano los señores chorros no quisieron, no se acordaron o no tuvieron la fuerza moral como para desatar al hombre que permaneció a la intemperie hasta la madrugada.

Cuando a las siete de la mañana los vecinos observaron el cuadro surreal del anciano atado con gruesas cuerdas a un árbol y con el cuerpo morado por el frío procedieron inmediatamente a desatarlo y llamaron a la policía.

El hombre fue trasladado al Centro Coordinado del Cerro y luego al Casmu 2 con un serio cuadro de hipotermia. La policía no pudo obtener información del anciano pero ya iniciaron una búsqueda de los desalmados delincuentes que aún no arrojó resultados.