Contenido creado por
Entrevistas

El gusto es nuestro

CON ALEJANDRO DOLINA

Desde hace muchos años conduce ''La venganza será terrible'', que se emite de lunes a viernes por radio El Espectador. Prepara su nuevo libro ''El bar del infierno'' con el mismo título que el programa de TV que estuvo al aire en el 2003. Es inteligente, interesante, sensible y atento. Es Alejandro Dolina.

Lectura: 12'

2003-12-12T00:00:00-03:00
Compartir en

Contanos un poco tu balance 2003, con el proyecto de televisión incluida...

- No sé, no hago muchos balances. Lo de la tele me gustó, pero es lo único que puedo decir. Una satisfacción artística y también una tremenda humillación ya que  tuvimos que abandonar el programa porque nadie quiso hacerse cargo absolutamente de nada. La conclusión es: una tristeza burocrática y una alegría artística.

Lo tuve que pagar de mi bolsillo desde que empezó y dejé de hacerlo cuando se acabó la plata.


Fracasó la parte económica y también ese aspecto fracasa en la radio. ¿Qué pasa?

- Es cierto. Puedo decir algo que es verdadero y es que el programa parece muy exitoso visto desde afuera. Si esta noche uno se acercara a la sala Zitarrosa vería un montón de gente interesada, algo que es propio de una cosa que funciona muy bien. Visto desde el planeta Marte el programa es un verdadero éxito, sin embargo no existe un paralelo entre el resultado económico y el éxito de público que tiene.

Nosotros en Buenos Aires medimos muy bien pero nunca en la hicimos grandes negocios. Los mejores negocios que yo he hecho son con los libros. ¿Por qué razón? Porque el libro está directamente relacionado con la gente. La gente lo compra o no. Mientras que los medios están indirectamente relacionados. La gente lo vé pero el señor de la gaseosa o la cerveza no tiene interés en publicitar.

El por qué tiene algunas explicaciones divertidas.


Por ejemplo...

Esta me divierte mucho. Es falsa pero divertida. ¿Quién decide el apoyo empresario a un programa? Bueno, lo que se llama un jefe de medios. A esa gente no les gusto.


Pero saben que funciona...

- En Argentina no siempre es así. Hay cosas que funcionan pero que no tienen apoyo empresario. Hay otras que no funcionan y tienen. Hay que decir dos cosas: lo primero es que el apoyo que yo tengo en la radio es mucha gente como para hacer un negocio pero no es una cosa de muchedumbres. Lo segundo es que yo tampoco tengo cierto poder extorsivo que se tiene a través de un periodismo que no hago. No hago ningún periodismo. Es un programa artístico. Entonces es más difícil. Para terminar aquella verdad divertida digo que si el jefe de medios es quien decide y yo no les gusto a los jefes de medios, ¿por qué no les gusto? A lo mejor porque aquello que conduce a una persona a convertirse en jefe de medios es justamente aquello a que conduce a una persona a no disfrutar en absoluto lo que nosotros hacemos. No es ni bueno ni malo. Pero son mundos diferentes y acepto eso con total falta de encono. Hay que aceptarlo fríamente como una realidad, admitirla y a aprender a convivir con ella. Yo lo aprendí y sé que rico no voy a ser.

Hay una parte del humor que tiene que ver con la espontaneidad. Después de tantos años de trabajar juntos En la Venganza, ¿sigue funcionando el factor sorpresa con Stronatti (Guillermo) y Rolón (Gabriel)?

- Sí, además regamos esa sorpresa, evitando algunas maniobras que podrían conspirar contra ella. De todos modos es obvio que en algún momento nos enfrentamos con situaciones conocidas y cuando eso pasa uno tiende a resolverlo del modo que ya lo resolvió. Y no se puede hacer mucho contra eso. Lo que se puede es estimularse hacia la audacia. Esto sucede a veces. Otra cosa que no hacemos es preparar nada antes. Casi no hablamos de lo que va a suceder. Eso ayuda.


La historia es que ustedes tres lo sigan disfrutando...

- Eso todavía pasa y el público también tiene que ver. Quizás no disfrutaríamos tanto si estuviéramos solos en un estudio.


¿Por las caras de la gente o por lo que escriben?

No, porque la gente está. Está y pone naturalmente un ambiente a veces de fervor, a veces hasta de pimienta erótica. Yo tengo un amigo que dice que se da cuenta cuándo en la sala hay una dama que me interesa, porque yo apretaba un poco el acelerador en estas cuestiones.

Pero somos concientes de ese peligro. Del peligro de que parezca preparado, aburrirnos nosotros y naturalmente transmitirle ese aburrimiento a la gente.


En la charla en la Feria del Libro te referiste al tema de las musas y también estuvo en el programa, ¿por qué volvió?

No volvió, siempre está. Es un asunto interesante desde el punto de vista de los procedimientos artísticos. Es como dice Octavio Paz, aún cuando uno descrea de la musa en el sentido clásico es evidente que a todo artista en algún momento le sucede recibir las cosas de fuera. Sentir que su material no proviene de vivencias previas, ni de resortes freudianos ni de antiguas lecturas, sino que algo hay que le dicta, que le sugiere. En la charla la tesis central es que en el hombre la mujer siempre tiene la forma de la musa pero bajo distintas formas. No solamente de la directa que postulaba Robert Graves que decía que la musa es siempre la mujer amada. Desde luego, esa es una. Pero la otra es todo aquello de hechicería, de sabiduría que la mujer simboliza. El afán de conocimiento es algo que se parece mucho al afán amoroso. Hay dos cosas que movilizan el universo espiritual que son el amor y el conocimiento. La tercera pata es el futuro, y el futuro es la muerte. Escribimos versos porque nos vamos a morir. Y la muerte tiene también una forma femenina.

Remitiéndome a los mitos clásicos yo recordaba la triple diosa en que se creía antes que los griegos, la diosa que era al mismo tiempo la doncella, la madre y la hechicera.

Había tres formas distintas y la última era la muerte, pero como atracción. En realidad son todas atracciones: la atracción de lo que uno no sabe y quiere saber, la atracción de lo que uno desea poseer eróticamente y la atracción del futuro. Uno se tira hacia delante para salirse de sí mismo e ir a lo que será y esa es la muerte.


¿Si no hay amor no hay musa?

Graves decía que no.

¿Y Dolina?

- Hay alguien cuyo nombre no recuerdo que decía que la musa y la inspiración eran como mujer en polvo. Es decir que siempre había algo de amoroso en la inspiración poética. Todo esto es tan válido para la mujer como para el hombre.


¿En qué queda uno si no está enamorado?

- Esto sería exigir al poeta un enamoramiento militante. La respuesta es que estas concepciones son poéticas y no científicas y no pueden contestarse en forma minuciosa. La pregunta que se hace uno cuando no está enamorado es más bien minuciosa. Además uno siempre está enamorado. Y también están las otras dos. El conocimiento se parece mucho al amor.


¿Cómo?

- Hay un deseo a adquirir algo que no se tiene.


Pero se sufre menos...

- Naturalmente. El amor tiene un contenido dramático que no sé si tiene la muerte. Para empezar uno no se mata por un conocimiento que se le niega, en cambio las historias de muerte están latentes en las de amor. En el mismo sentido, yo descreo un poco de la amistad, es decir no soy fervoroso de la amistad y la diferencia que establezco es ésta: nadie se mata por un amigo que se ha mudado.


Y el amor incluye la misma carga de desamor, ¿se sufre tanto como se ama?

- Sí, seguro. Lo que hace que uno disfrute, es decir tener una "piel fina", permite acercarse rápidamente al goce pero también al sufrimiento. Las personas que son un poco inmunes al sufrimiento amoroso imagino que algo tendrán de inmunidad para el goce.

¿Estás enamorado?

- No lo sé.

Pero si recién siempre se estaba enamorado...

- En todo caso no estoy "oficialmente" enamorado. Cuando digo "oficialmente" lo digo para mí. No me miro en el espejo y me veo enamorado o en todo caso no hay en este momento una dama que esté conmigo de la que yo esté enamorado. Si es que lo estoy, esa dama no está conmigo.

¿Cuándo se sabe?

- Yo lo he sabido alguna vez en mi vida. No muchas. Cito de nuevo a Octavio, porque creo que hay una doble llama que es la del erotismo innegablemente fuerte y seductora pero que no es exclusiva y no tiene tanto drama, es sólo placer. Y después la del amor que lo involucra a uno en una especie de demencia. Y el objeto de amor no es solamente un cuerpo hermoso, sino uno y sólo un cuerpo hermoso. Que es una sola persona y no otra ni igual ni mejor. Ese carácter no fungible del objeto amoroso es lo que lo tiñe al amor de dramaticidad.

Es esto como ejemplo tonto: en las citas amorosas si te cambian al tipo que ibas a encontrar a las 10 de la noche por uno tan buen como no pasa nada. No viene Jorge pero viene Roberto, hasta por ahí es un poco mejor. En el amor no es lo mismo.

¿Tiene un poco de obsesión?

- Desde luego. Ahuyenta la razonabilidad. Perturba a uno en casi todos los aspectos.

Ustedes siempre reivindican la dignidad del "no querido". Es como una militancia...

- Creo que es una situación muy dramática que hay que resolverla con la mayor dignidad. Un tipo no querido equivale a un tipo que ha sido matado. O peor, el muerto puede hasta tener la fe en una vida futura.

Esto produce un golpe tal que en algunos ataca ciertos prejuicios burgueses fuertemente instalados en los hombres, conforme a los cuales la mujer no sólo es un objeto de deseo sino también un objeto de posesión. Entonces el tipo siente que lo que desea no lo va a tener pero que además lo tendrá otro. Esto es repugnante. Y así aparece el asedio, la insistencia, la actitud reptil, las amenazas y una serie de conductas de las que uno debe abstenerse.

Los argentinos parecen más contentos.... ¿es así?

Sí. Para empezar me parece una ética política diferente, lo que no quiere decir que todo el mundo la ejerza. A lo mejor hay funcionarios corruptos como siempre. Pero tengo la sensación de que el presidente la ejerce, lo cree y eso ha contagiado a la gente y a los funcionarios.

Nos encontramos incluso con que en algunos otros países esto despierta unas empatías que de otra manera no se hubieran producido.

Además son 20 años de democracia....

Sí, pero llenas de corrupción, de neoliberalismo, de inconvenientes.. pero democracia al fin que siempre es mejor que Videla.

¿Esa alegría está en el Tortoni?

Si influye en lo artístico no es nunca en un modo directo. No hay un cambio automático. Pero puede ser que yo mismo esté en otra actitud. De todos modos no creo que sea automático, es decir que la felicidad produzca un arte feliz. Estoy más de acuerdo con lo que decía Nieztche de que el pueblo más glorioso y admirado de la historia fue el que inventó la tragedia.

Pero es cierto que las preguntas de la gente son otras e incluso las bromas son otras. Los chistes que se hacen sobre el presidente tienen que ver con qué fotógrafo se va a llevar por delante, o cuándo se va a abrochar bien el saco, no si se ha comprado una Ferrari o si ha vendido alguna empresa pública.

Pregunta chovinista: ¿hay cierto respeto o cariño o afinidad con el público uruguayo?

Si todo eso. Primero basado en una convicción patriótica. Creo en la patria grande y en ciertas hermandades. Incluso desde el punto de vista personal: yo estuve casado con una uruguaya. También en otro aspecto, tengo amigos aquí y conozco mucho de la historia y de la historia popular.

Hay otra cosa que debe pasar por el agradecimiento no sólo al público sino también a las personas que han tenido que ver con el trabajo que nosotros hemos hecho aquí. Te cuento una historia para dejar constancia de lo que pasa. Yo doy una charla en la feria del libro todos los años en Buenos Aires y nunca, jamás, estuvo un periodista de radio Continental ni a mí me importó.

Desde hace cuatro años vengo a dar charlas aquí en la Feria del Libro y siempre estuvieron todos los muchachos de radio El Espectador, más todavía los gastos inherentes al viaje, generalmente son compartidos por la radio que está interesada en que yo venga. La actividad mía con los libros no tiene que ver con lo que hago en la radio sin embargo ellos lo hacen suyo y me han apoyado con eso también. Esto de hacer el programa aquí -si bien nosotros no cobramos- es caro y esto también lo hacen con gusto. Eso se nota y por eso estamos agradecidos.

N.deR.: Nosotros también agradecemos a radio El Espectador por esta entrevista al igual que a la producción de "La Venganza será terrible".



(María Noel Domínguez)