CASO NATALIA MARTÍNEZ

Según Martínez, se espera con cautela pero de manera optimista los resultados de pruebas de ADN efectuadas a unos restos de piel, encontrados bajo las uñas de la joven fallecida.

Martínez señaló que "hoy en día a lo que se está apuntando muy fuerte es a que, una vez que tengamos los análisis concretos de los restos que se localizaron en su oportunidad en el cuerpo de esta chiquilina, a partir de ese momento buscar la conexión de la persona que le correspondiera el ADN, si el resultado fuere con un porcentaje elevado en cuanto a la veracidad de la identidad de la persona".

Natalia Martínez desapareció en la madrugada del 19 de enero de 2007, a la salida del boliche La Rinconada, en Piriápolis. La joven, de 19 años de edad, había concurrido al centro nocturno con amigas.

Cuando se iban, se quedó conversando con un empresario librero, por lo que sus amigas decidieron irse. Al no tener noticias suyas en la mañana, realizaron la denuncia en la seccional 11ª de Maldonado.

En su búsqueda participaron policías, familiares y amigos de Natalia. Tres días después, encontraron su cartera y una sandalia, y posteriormente su cédula de identidad.

El empresario se volvió el principal sospechoso, mientras el padre de la muchacha pedía públicamente que liberaran a su hija. En Montevideo se realizaron marchas y varios videntes ofrecieron su colaboración. Unas 200 personas fueron interrogadas.

Su cuerpo fue hallado en Laguna del Sauce, el 10 de febrero. Por el estado de descomposición, no están claros los motivos de su muerte. Debajo de las uñas se encontró piel de otras persona, y desde entonces se efectuaron unas 30 pruebas de ADN.

La historia tuvo consecuencias terribles, ya que el padre de Natalia se quitó la vida de un disparo en la cabeza, a seis meses de la desaparición.
El caso es difícil porque no existe un móvil claro. Los investigadores creen que los implicados eran conocidos de Natalia, e indicaron que las diligencias continúan y están bien encaminadas.