CADDIES DEL CLUB DE GOLF EN CONFLICTO

Su actividad históricamente fue considerada como una "changa", recibiendo una remuneración de quien pedía sus servicios. Como la profesión no estaba regularizada, no tenían derechos laborales ni aportaban a la seguridad social.

Cuando el gobierno decidió formalizar el trabajo, se constató que mantenían una relación de dependencia con el Club de Golf. En el decreto que reguló la actividad, se estableció que aportarán un ficto y que la retención debe realizarla la administración del Club de Golf, para luego ser volcados a los aportes previsionales y beneficios laborales.

Se abrió una negociación entre el sindicato de caddies y la comisión directiva del club, donde los trabajadores reclamaron la retroactividad de derechos laborales por los años trabajados y un mínimo de $8.000 de salario al mes si por alguna razón los ingresos de redujeran significativamente.

El 30 de julio se cerró la mesa de negociación porque el Club de Golf no aceptó los reclamos. "Se pedía U$S 50.000 por cada uno de los 40 trabajadores, por concepto de derechos laborales en los últimos 5 años", explicó Fernando Echeverry, presidente de la institución.

Desde la semana pasada se instaló una carpa frente a los accesos al club, reclamando que se tengan en cuenta sus derechos y que puedan desempeñar su tarea, ya que actualmente no les permiten el ingreso, debido a que no aceptaron firmar el contrato como funcionarios eventuales dependientes. Algunos de ellos afirman que perderán todos los años de trabajo y eso les impedirá jubilarse.

Los caddies César Sánchez y José Benítez explicaron al matutino que 40 de ellos se negaron a firmar ese documento, aunque Echeverry afirma que solamente fueron 14. El caddie cobra un mínimo de $500 por juego, pudiendo tener hasta dos clientes en ciertos días. Por el pago por servicio, unos $120 son retenidos para los aportes. Desde 1980 reciben un almuerzo y una merienda del club, lo que para el BPS es una prestación en especie.