Un terrible caso de feminicidio conmovió recientemente a la ciudad brasileña de Campinas.

El trágico hecho ocurrió el pasado 18 de octubre, cuando Camila Oliveira Silva, de 33 años, subía al auto de su nuevo novio, en el barrio Jardim Novo Maracanã. Según contó más tarde el hombre, ambos iban a una confitería junto a la hija de él, una niña de 7 años.

En el momento en que Camila se disponía a subir al vehículo, otro auto irrumpió con violencia y la atropelló junto a la hija de su compañero. Tras el brutal impacto, el auto giró en U, aceleró la marcha y se lanzó nuevamente contra la mujer, propinándole un segundo golpe, mortal. Su compañero contó que, al ver regresar el auto, atinó a tomar a su hija y saltar sobre el capó de otro auto estacionado al lado, y logró salvar a la pequeña.

Camila fue declarada muerta en el lugar, mientras que a la niña se la trasladó al Hospital Pediátrico Mário Gattinho, donde se constató que sus lesiones no eran graves.

El autor del brutal ataque era Edenizio Júlio Teixeira, de 39 años, expareja de Camila, y con quien tenía tres hijos.

Camila junto a su expareja, quien se convertiría en su asesino

Camila junto a su expareja, quien se convertiría en su asesino

Tras embestir a la mujer, Teixeira huyó a pie y luego tomó un Uber hacia la cercana localidad de Hortolândia. Según consigna la televisora local STB, durante el trayecto el criminal contó al chofer lo que había hecho y por qué, y le habló de sus celos y de los intentos infructuosos de conseguir que Camila regresara con él.

Sin embargo, horas después de llegar a Hortolândia, se presentó en una comisaría acompañado por un abogado y mostró una súbita y llamativa falta de memoria.

SBT TV

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Vinícius Pires dos Santos, comisario a cargo del caso, dijo al citado medio que el testimonio del reo fue “contradictorio” y dijo “no estar seguro” sobre los hechos. Pese a su inexplicable amnesia, fue imputado y quedó en prisión preventiva.

El uniformado agregó que el nuevo compañero de Camila contó en su declaración que recientemente ella había recibido amenazas de su ex, pero no lo denunció a la policía.

La mujer, que trabajaba como cuidadora de adultos mayores, fue sepultada en el estado de Minas Gerais, de donde era oriunda.