Barras de Peñarol ingresaron cientos de paraguas y bombas de humo con “ayuda interna”

Como ya es costumbre, el clásico que se jugó en el marco de las finales del Campeonato Uruguayo acarreó polémicas por los objetos y las bombas de humo lanzados por la parcialidad.

En este caso, el juego se disputó en el Campeón del Siglo solo con hinchada aurinegra, con el fin de evitar posibles desmanes tanto en el propio estadio como en los alrededores.

El partido comenzó sobre las 16:45, luego de que el equipo arbitral decidiera no empezar en hora porque la parcialidad aurinegra tenía paraguas mirasoles abiertos, pese a que no estaba permitido. En paralelo, se tiraron varias bombas de humo y se desplegaron banderas sobre la tribuna Cataldi.

Javier Burgos, juez del partido, dio el pitazo inicial cuando el último paraguas se había cerrado. Sin embargo, los hinchas aurinegros contaban con una caja que habían colocado días antes del encuentro, donde guardaron material de pirotecnia, entre otros artefactos que luego usaron en el correr del partido.

El Ministerio del Interior, a través del Departamento de Seguridad en el Deporte, comenzó una investigación a partir de lo sucedido el pasado domingo, más allá de las sanciones deportivas que le cabrán a Peñarol y que serán impuestas por la Asociación Uruguaya de Fútbol.

El estadio fue inspeccionado varias horas antes, especialmente la tribuna Gastón Güelfi y la Cataldi (donde se ubica la barra). En ese momento, policías y la Unidad Táctica de Canes K-9 peinaron todo el recinto y las dependencias internas, que suelen ser usadas como depósitos por los clubes.

Sin embargo, tareas de inteligencia permitieron establecer que hubo connivencia entre las partes porque, luego de que la Policía entregó el Campeón del Siglo, ingresaron cientos de paraguas y bombas de humo.

Fuentes policiales explicaron a Montevideo Portal que lo sucedido da la pauta de que los barras bravas ingresaron los elementos “con ayuda interna”. “Ningún elemento, ni paraguas ni bombas, pasaron por la puerta”, añadieron.

Los artefactos, una vez que el encuentro terminó y que los efectivos volvieron a entrar para revisar las instalaciones, habían sido movidos de lugar. Ante esto, la investigación continúa, pero las autoridades tienen varios elementos que elevarán a la Justicia, donde se debe establecer si se cometió o no un delito.

Las fuentes indicaron que “llama la atención” la similitud de la situación con el caso de la bengala náutica que tiró la hinchada de Nacional en el clásico por la final de la Supercopa. Si bien allí el delito fue claro, también hubo colaboración entre varios actores para ingresar la pirotecnia.