Barco encallado en isla de Lobos no tiene riesgos de verter su carga

Un buque tanque de bandera de Islas Marshall con carga de aceite vegetal de soja encalló al noroeste de Isla de Lobos, lo que activó un operativo de la Armada para evitar riesgos para la tripulación del barco así como problemas ambientales.

El prefecto nacional naval Carlos Abilleira brindó hoy una conferencia de prensa al respecto. "La situación no es grave. Está bien la tripulación y no hay riesgos de que la carga de aceite vegetal vaya al mar. Solamente ha tenido averías en lo que es su forro exterior porque es un buque de doble casco, y se encuentra también con problemas para poder encender las máquinas", contó.

Aclaró que el barco "se encuentra encallado sobre piedras y las tareas de salvamento van a tener que esperar a poder alivianar la carga del buque para continuar con su extracción y proceder a la reparación". En este momento en el lugar hay inspectores de la Armada Nacional, la Dinama, la Marina Mercante, así como un buque de apoyo por contingencia de derrame por las dudas y el ROU 26 Vanguardia de la Armada para apoyar las operaciones, además de contribuir a que en esa área el pasaje de los buques sea normal.

"Las causas, según las declaraciones primarias, corresponden a un problema del sistema de refrigeración del motor, que llevó a una parada. El capitán intentó llegar a la bahía de Maldonado para buscar un fondeo seguro, pero no llegó y quedó a la deriva cerca de la Isla de Lobos. Por efecto del mar y el viento encalló al noroeste de la isla", agregó.

Abilleira explicó que la Armada tiene "disminuidas las capacidades de control de tráfico marítimo y no se puede apoyar de la manera que quisiera la navegación segura". "Esto no significa que se hubiera evitado por tener un centro de control operativo, pero sí hubiera ayudado en caso de que el comandante hubiera requerido asistencia, que no lo hizo tampoco", concluyó.

"El encallamiento fue en la madrugada. El barco sale de San Lorenzo con destino a Rio Grande y cuando empieza a tener problemas de máquina decide ingresar a Montevideo. Y navegando hacia Montevideo, en proximidades de Isla de Lobos hace lo que se llama un ‘black out', que significa que el barco se apaga por completo", explicó Marcelo Danatro, prefecto del Puerto de Maldonado, en diálogo con la emisora puntaesteña FM Gente.

"El barco queda ‘al garete', sin gobierno. Se toman las medidas correspondientes, se retoman máquinas y se dirige para el fondeo a la zona de operaciones de la Boya de José Ignacio. Pero vuelve a hacer un ‘black out', ya no lo puede ‘levantar' y se decide tirar el ancla. Había 30 nudos de vientos, 2,5 o 3 metros de olas... El barco empieza a ‘garrear', o sea a arrastrar el ancla, y se apoya en la parte interior de la isla, es decir entre la isla y Punta del Este, que es en la situación en la que se encuentra hoy", detalló.

El funcionario agregó que el barco, "que calaba 10 metros, está a unos 500 metros de la isla, apoyado arriba de las rocas con su proa. Mandamos inspectores y tiene averiados cinco tanques de una banda y un tanque de la otra. Los tanques venían vacíos. No hay contaminación. De todas formas, salieron en la madrugada y ya están en la zona, dos remolcadores, que tienen la posibilidad de sacarlo".

Además, informó que se cuenta con un buque capaz de contener derrames, en caso que fuera necesario, y también "hay un buque de la Armada con buzos a bordo, más una empresa privada de buceo, que están evaluando la forma de proceder de ahora en más. De todas formas, son barcos que tienen seguros importantes, que ya fueron activados en la madrugada, cuando empezó el siniestro. Están viniendo sus representantes. La idea primaria es retirarle la carga, que es aceite de soja, para que el barco pese menos y poder sacarlo del lugar".

"No hay pérdida de aceite. No hay contaminación hasta hoy. Es un barco de 182 metros de eslora o de largo. Y tiene 36 metros de ancho. Puede tener torsiones, lo que puede llegar a traer problemas mayores. Se está actuando con rapidez para ver qué medidas se pueden tomar para no empeorar la situación", indicó.

"Hoy por hoy no se quiere hacer la extracción del barco. Porque en momento no hacer la extracción no se quiere hacerle un daño mayor. Hay que hacer un estudio. Ver cómo se pueden tapar los agujeros que pueda tener el casco, para evitar mayores riesgos", destacó el prefecto.

Apuntó que la aseguradora le va a encargar a una empresa la solución del siniestro "y la hace responsable de quitarlo de ahí".

Por su parte, el vocero de la Armada Nacional, Gastón Jaunsolo, dijo en declaraciones a Radio Montecarlo que, en caso de producirse un derrame, no habría riesgo de contaminación, ya que se trata de una sustancia biodegradable.

LLover sobre mojado

El carguero se encuentra apoyado sobre el pecio del buque "Ciudad de Santander", que encalló en el mismo lugar en mayo de 1895. En el lugar la profunidad es de unos seis metros