La escasa competencia en los mercados es uno de los mayores obstáculos para el crecimiento económico de América Latina y el Caribe, según un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que estima que si la región alcanzara los niveles de competitividad de las economías avanzadas, el PIB per cápita sería un 11% mayor y la desigualdad se reduciría de forma significativa.
La investigación, presentada por el economista Matías Busso, advierte que los mercados de la región están hasta cuatro veces más concentrados que los de países desarrollados, lo que da lugar a sobreprecios promedio del 35%, baja innovación y un sistema productivo dominado por pequeñas empresas informales.
El estudio lanza la primera base de datos comparativa sobre competencia en la región, CompeteLAC, y concluye que la concentración en sectores clave como telecomunicaciones y banca genera altos precios y costos de financiación.
Además, cerca del 95% de los empleadores tienen menos de cinco trabajadores, mientras que las empresas grandes —más productivas y generadoras de empleo de calidad— representan solo el 1%.
El BID propone tres líneas de acción: reducir la fragmentación de los mercados, establecer marcos regulatorios más eficientes y fortalecer las agencias de defensa de la competencia.
Entre los beneficios de impulsar la competencia figuran precios más bajos, más inversión en innovación, aumento de la recaudación fiscal, y mejoras en productividad y empleo formal.
"Mejorar la competencia puede reducir la desigualdad en casi un 6% y aumentar los ingresos fiscales en más de un 2%", señala el estudio, que insta a los gobiernos a considerar esta agenda como prioritaria.
Con base en EFE.