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Avión venezolano-iraní, que quiso aterrizar en Uruguay, partió desde Ezeiza hacia EE. UU.

Reclaman que una entidad iraní sancionada por el Departamento de Comercio del gobierno norteamericano transfirió la aeronave a un tercero.

12.02.2024 16:09

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2024-02-12T16:09:00-03:00
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Montevideo Portal

El avión de la aerolínea venezolana Emtrasur Cargo que llegó a Argentina en junio de 2022, con tripulantes venezolanos e iraníes sospechosos de espionaje, partió este lunes a la madrugada rumbo a Estados Unidos, en respuesta a un pedido de decomiso.

La aeronave, que permanecía desde entonces bajo custodia en Buenos Aires, partió a la 01:30 hora local desde el Aeropuerto Internacional de Buenos Aires, en la localidad de Ezeiza, según confirmaron a la agencia EFE fuentes judiciales y aeroportuarias.  

El 747-300M Dreamliner de carga fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial de la estatal venezolana Conviasa, empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de EE. UU.

La tripulación que había llegado en el avión a Argentina el 6 de junio de 2022, que estaba conformada por cinco iraníes y 14 venezolanos, fue retenida inicialmente por la Justicia y puesta en libertad después por el juez federal Federico Villena por falta de evidencia por el delito de financiación de actividades terroristas.

El avión había llegado a Argentina procedente de México y tras hacer una escala en Venezuela. Dos días después partió de Argentina para cargar combustible en Uruguay, pero tuvo que regresar al aeropuerto de Ezeiza porque el gobierno no autorizó su aterrizaje.

A su regreso a Ezeiza, la Justicia argentina ordenó inmovilizar la nave y dispuso que los 19 tripulantes del avión no podían salir del país. Con el correr de la investigación, la nave quedó en Buenos Aires pero los tripulantes fueron liberados.

La justificación de la reclamación por parte de EE. UU. es que fue una entidad iraní sancionada por el Departamento de Comercio del país norteamericano la que transfirió el avión —de fabricación estadounidense— a un tercero, algo prohibido precisamente a efectos de la sanción.

La decisión de decomisar y entregar el avión retenido fue adoptada por la Justicia argentina en consideración a un tratado suscrito por Argentina y EE. UU., por el cual ambos países “se comprometieron a brindarse asistencia mutua”, lo que incluye la “cooperación en la ejecución de solicitudes de registro, embargo y secuestro”.

La decisión de la Justicia argentina provocó una dura reacción de las autoridades venezolanas, que exigieron “la inmediata devolución de la aeronave” el pasado 30 de diciembre, en un comunicado que expresaba que el tratado entre Argentina y EE. UU. “no puede ser aplicado a un tercer Estado porque estaría en franca violación a las obligaciones asumidas en convenios multilaterales”, que establecen “procedimientos para resolver este tipo de controversias”.

Antes de la partida del avión se sumó un confuso episodio, cuando un funcionario de la Embajada de Venezuela en Buenos Aires violó la seguridad del avión Emtrasur Cargo al sacarle fotos el 6 de febrero pasado, acompañado por un funcionario de la Administración Nacional de Aviación Civil, por lo que fue declarado persona no grata y dejó el país en las 48 horas siguientes.

EFE

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