En el marco de la votación que tuvo lugar en el Senado en el que se aprobó la ley forestal impulsada por Cabildo Abierto con votos del Frente Amplio, el senador de Asamblea Uruguay, José Carlos Mahía, sostuvo durante su intervención que su sector acompañará la decisión de la bancada frentista de respaldar el proyecto, pero que tienen "reparos sobre la decisión", más allá de "compartir la visión estratégica" en cuanto a las posiciones señaladas en el accionar de su fuerza política. 

"No compartimos la herramienta tal cual está diseñada, pero como se ha dicho acá, no va a estar ni está la última palabra dicha, acá seguramente vamos a tener la oportunidad y yo digo, la necesidad de desarrollar políticas públicas, que podrá ser a través de leyes, a través de otras acciones acciones", expresó el legislador en su intervención.

"Particularmente en nuestro caso, cuando hablo de nuestro caso estoy hablando de Asamblea Uruguay, durante todos estos años hemos tenido posiciones generalmente coincidentes con nuestra bancada del Frente Amplio, en otras no, pero siempre hemos entendido que la lógica de asumir posiciones de partidos fortalece la democracia, fortalece el funcionamiento de los mismos, y establecer salvedades, las hemos hecho cuando se refieren a cuestiones de principios, o que nuestra propia bancada declara como asunto político. Como en este no ha sido el caso, nosotros hemos acompañado y vamos a acompañar con nuestro voto la decisión mayoritaria de la bancada del Frente Amplio", dijo. 

"Es importante reconocer que existen riesgos y debilidades que requieren establecer normativas como la que estamos hablando, pero también se demuestra que es necesario su continuo análisis y su evaluación en la interacción con otras dimensiones. Puede haber lugares específicos donde la forestación no sea recomendable porque afectaría dinámicas ecológicas necesarias para el equilibrio de ecosistemas como pueden ser las nacientes de los ríos", manifestó Mahía. 

"En este marco es necesario avanzar en la regulación de la actividad, en la evaluación integral que permita un desarrollo productivo armónico con la sociedad y el medio ambiente, así como ajustar los tipos de suelo en función de nuevas y más ajustadas definiciones técnicas, pero no es adecuado a nuestra manera de ver, sobre todo en lo que refleja el artículo dos establecer limites, salvo excepciones que tengan el fundamento que acabo de señalar en el desarrollo sostenible, ambiental, económica y socialmente aceptados", expresó.