Seré curioso

Seré Curioso

Astori dijo que Lacalle “parecía estar asumiendo” y que hay medios y empresas que “operan”

El senador le destinó reproches a la interna frentista, y fue durísimo con el gobierno de Lacalle Pou. “Espero no tengamos 5 años de esto”.

04.03.2021 08:04

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2021-03-04T08:04:00-03:00
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Por César Bianchi

Imágenes de archivo - Gastón Britos / Agencia FocoUy


Mientras se recupera en su casa de una afección pulmonar que lo tuvo a maltraer -de nuevo- Danilo Astori (80) ya volvió al ruedo político. El hoy senador, ex vicepresidente y dos veces ministro de Economía y Finanzas, ha vuelto a conceder algunas entrevistas y se siente en su salsa. Desgrana conceptos, elige muy bien las palabras, va de lo general a lo particular, y si se olvida de algún subtema, luego vuelve, para profundizar y no dejar nada sin responder. Nada no, para ser rigurosos, en una sola pregunta se excusa y pide disculpas por no hacer comentarios: Sendic, claro. Envuelto en una polémica por dardos cruzados, prefiere no contestar. Pero sobre el final de esta charla, el lector sabrá qué ve Astori cuando se mira en el espejo.

Desde su domicilio en Malvín y auxiliado en el Zoom por su esposa, la diputada Claudia Hugo, Astori no ahorró críticas y reproches hacia la interna del Frente Amplio -"se funda en 1971 y yo estoy ahí"-, entonces dice que el proceso de autocrítica no ha comenzado y el Frente procrastina lo que debe hacer con urgencia. Habla de soberbia, de divorcio con el interior del país y dice algo más respecto a la atomización de sectores: "El Frente Amplio no puede tener 30 proyectos de país, porque no existen. Eso indica algo muy feo: que la estrategia se usa como acumulación electoral. Para asegurar algunos resultados a algunos compañeros y compañeras, que luego no se reflejan en una acción política de calidad, sino simplemente en haber arribado a un cargo. ¡Atención! Nunca había vivido yo en mis 50 años de Frente Amplio una situación como la actual".

Pero si fue duro con los suyos, lo fue mucho más con la administración Lacalle Pou. El contador y economista afirma que su evaluación del primer año de gobierno es "negativa". Señala el "achique" constante de los recursos del Estado en el Parlamento, el Ejecutivo y hasta el Poder Judicial. "Uruguay no puede jactarse, en momentos de un agravamiento de la pandemia, de estar comprimiendo tan abruptamente los recursos que dedica al sector público", señaló.

Esta entrevista se realizó en dos partes: el martes 2 al comenzar la tarde por Zoom en primera instancia, y al otro día, tras el discurso del presidente en la Asamblea General a un año de su mandato, retomamos el diálogo con Astori para actualizar la entrevista. Dijo que había quedado "impactado" por "todo el boato, la pompa, el ceremonial que se puso en práctica, como si el presidente estuviera asumiendo el mando, nuevamente. ¡Parecía un presidente asumiendo! Espero que no tengamos cinco años de esto, porque no es lo que necesita el país. El país necesita un gobierno que gobierne, y al mismo tiempo que no apueste tanto a esa combinación entre publicidad y medios" que lo "blindan" y "operan", señaló.

-¿En qué momento de su vida decidió involucrarse en política?

-Hay una primera fase que me aproxima a la política que es la fase gremial estudiantil. Yo ingresé muy joven a la facultad (de Ciencias Económicas), por diversas razones. Tenía solo 16 años cuando ingresé a facultad. No hice todos los años en Primaria, porque en el colegio al que iba me adelantaron un año, yo siempre era más joven que mis compañeros. Y en esa primera juventud, me empecé a dedicar a ver qué pasaba en el mundo político nacional y sobre todo en las relaciones internacionales del país. Ahí fui haciendo acciones gremiales con contenido político, no partidario. Y cuando me fui aproximando al final de mi fase universitaria, ya estaba más cerca de estar compartiendo análisis y comportamientos con fuerzas partidarias.

En 1971 se funda formalmente el Frente Amplio (FA). Y yo estoy ahí, yo estoy ahí. Estoy ahí desde el primer día. Recuerdo a Líber Seregni invitándome a un grupo de jóvenes investigadores para armar propuestas programáticas para el FA naciente.

-A los 32 fue decano del a Facultad de Ciencias Económicas...

-Sí. Fui dos veces decano. En 1972 tenía 32, la experiencia duró solamente 10 meses, porque en el 73, con la intervención de la Universidad, obviamente fui expulsado, y fui a la cárcel. La fase académica pública se me terminó, y ahí fue que encontramos con algunos compañeros la manera de hacer academia, estudios, análisis e investigación con fondos que aportaban algunas instituciones internacionales y que nos permitían tener trabajo, a pesar de haber sido expulsados de la Udelar.

-Hace unos días vi un fragmento de entrevista a Líber Seregni en Agenda Confidencial (Teledoce) con Néber Araújo, donde Seregni le reconocía al periodista que él y el FA no fueron lo suficientemente duros al condenar los excesos del MLN previo al golpe de Estado. ¿Comparte?

-(Piensa) La verdad es que no fuimos duros, y por lo tanto, lo que decía Seregni es cierto. La pregunta es si había que ser duros y rechazar por completo el ingreso, por ejemplo, del MLN al FA. Yo admito que puede tener más de una respuesta, aunque siempre voy a preferir los trabajos que convocan a la unidad, a la unidad que no signifique unanimidad, la unidad que signifique la acumulación política para llevar adelante un proyecto. Y yo sé, porque lo hablé mucho con Seregni, que él comprendía esta realidad. Es cierto, no fuimos duros con el MLN. Al contrario, fuimos hospitalarios. Obviamente optamos por el camino estratégico de que no estuvieran ajenos a un camino en donde nosotros queríamos contar con toda la izquierda uruguaya.

-¿Cuál fue el legado del Frente Amplio al país tras 15 años de gobierno?

-En términos generales, sin profundizar, yo diría que le deja tres grandes herencias, en las que habrá que seguir trabajando. No tomemos la palabra herencia como algo definitivo: "Dejamos esto, nos vamos, y que el que viene se arregle". Herencia a trabajarla, a seguir trabajándola, sobre todo porque está en funciones un gobierno que de ninguna manera comparte ni practica la visión que se sintetiza en los tres aspectos que voy a señalar.


"El legado del FA fue la inclusión. La inclusión económica, social, política, el trabajo por la libertad y la igualdad. La apertura del país al mundo. Y como Uruguay es un país muy pequeño, no puede apostar a cantidades, tiene que ser un país de calidad"

En primer lugar, la inclusión. El trabajo por la inclusión económica, social, política, el trabajo por la libertad, pero también por la igualdad. Esto es un peso que no existe hoy con el actual gobierno entre libertad e igualdad, que para nosotros fue fundamental. Segundo: apertura. Apertura del país al mundo, partiendo de la base de que vivimos en un país muy pequeño, y tiene una sola manera de agrandarse, que es abriéndose al mundo, desde todos los puntos de vistas posibles. Desde el económico, sin dudas, pero también desde el político, defendiendo siempre los principios rectores de la igualdad, y la libertad. Y en ese marco, tener una a amplia gama de vinculaciones al mundo en su conjunto.

Tercer lineamiento fundamental: así como Uruguay es un país muy pequeño y necesita agrandarse abriéndose, como país pequeño, no puede apostar a cantidades, tiene que ser un país de calidad. Un país de calidad en todos sus esfuerzos, no solo los económicos, también en los sociales y en los políticos, y sobre todo los culturales. Nosotros quisiéramos que aunque no esté el FA en el gobierno, estos lineamientos se siguieran. Quisiéramos ayudar para que esto siga. Ese es el rumbo en el que sintetizo lo que acabamos de llamar herencia.

-¿Y por qué perdió y no obtuvo su cuarto mandato consecutivo?

-No hay un solo factor. Me parece que es nuestra obligación hacer un profundo análisis de esas razones en el marco de un proceso de autocrítica que ni siquiera ha comenzado.

-Ni siquiera empezó ese proceso de autocrítica...

-No ha empezado. Y estamos buscando maneras de tener tiempo, porque no empezó. El Frente Amplio resolvió las medidas que deberían seguir a esa autocrítica y nada menos que postergar las elecciones del FA, que son las que corresponden hacer en los meses que vendrán, porque las autoridades actuales (el presidente y los representantes del Plenario nacional) deben ser renovados. Y el FA, como se ve, en una situación complicada para el país, posterga. Posterga decisiones fundamentales. Por eso dije que ni siquiera hemos comenzado a hacer una autocrítica imprescindible.

-¿Y los grandes errores cuáles fueron?

-Yo diría que hemos cometido muchos errores desde el punto de vista de nuestra conducta política concebida en su conjunto. Por ejemplo, hemos pecado de soberbia, muchas veces. Eso quiere decir que en muchas ocasiones prácticamente no hemos tenido en cuenta ni abierto las puertas a quienes piensan distinto a nosotros. Creo que eso le significó al FA un costo muy alto y una parte muy importante de su derrota desde el punto de vista electoral.

-¿Hubo un divorcio con el interior del país también?

-Sí, es el segundo punto que quería señalar. No hemos actuado bien con referencia al interior del país. Esto se puede ver en números, incluso: el FA perdió 200.000 votos, y son votos del interior. Curiosamente también perdió muchos votos en los sectores que defendemos con prioridad: los más humildes, los que están más alejados de la inclusión y la justicia. Allí también perdimos votos. En el medio rural tampoco hemos actuado de una manera satisfactoria, a pesar de que pusimos en práctica medidas como las condiciones laborales de los trabajadores rurales que nunca habían estado reguladas y defendidas por ningún gobierno en el país. Y sin embargo, no nos fue bien. ¿Qué quiere decir esto? Que las medidas fueron buenas, pero quizás no supimos, sobre la base de esas medidas, tener una mejor comunicación a la que tuvimos.

Quiero señalar que el Frente Amplio tuvo 15 años de gobierno. Y en un período tan largo de gobierno se pagan costos de desgaste también. Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de analizarlo.

-La educación y la seguridad, ¿fueron las dos grandes flaquezas del Frente en el gobierno?

-Sin duda que en materia de seguridad pública había mucho terreno por avanzar. Me parece que en este momento los avances que se han logrado en materia de seguridad pública han operado a favor del gobierno, y creo yo los uruguayos tenemos que celebrarlo, en el sentido de saber que en un aspecto tan importante, se ha avanzado. Ahora, no nos podemos olvidar de que durante los gobiernos del FA y con el ministro (Eduardo) Bonomi a la cabeza, la Policía cambió profundamente. Quizás los resultados no se hayan visto en ese momento. La Policía que recibe este gobierno es una Policía con un equipamiento, una tecnología y un entrenamiento totalmente distinta a la que tenía tradicionalmente. Es probable que los resultados de ahora sean sensiblemente mejores a los que fueron al final del último gobierno del FA. Ha pasado solo un año, ojalá se mantengan los buenos resultados. La gente está viendo que hay mejores resultados en materia de seguridad pública, y eso no lo podemos ocultar. Pero no se pueden negar los aportes que el FA hizo durante 15 años de gobierno.

Y en materia de educación, tenemos un panorama en el que hay que hacer un gran esfuerzo de mejora, en materia de resultados. No solo hablo de la currícula en infantil, Primaria, Secundaria básica y bachillerato, me estoy refiriendo también a la formación de docentes. No hay educación sin educadores. Me refiero al tratamiento de la participación de los profesores en toda la estructura y el desarrollo de la educación. Me estoy refiriendo a los contenidos de la enseñanza. Tenemos que poner en práctica una enorme renovación curricular, que nos acerque al mundo del futuro, pero que además haga que los alumnos lleguen con atractivos a sus lugares de trabajo y aprendizajes. En todo eso, todavía tenemos mucho terreno que avanzar. Y durante los gobiernos del FA ese avance fue muy parcial. Queda mucho trabajo por hacer.

-¿Cuánto influyó el factor Sendic en el aumento de frentistas desencantados, y la derrota final?

-Voy a pedirle disculpas, pero no voy a hacer ningún comentario sobre el tema. Es una decisión que he tomado al respecto. Además, es un tema sobre el que ya se habló, y todos sabemos lo que pensamos, y dijimos. Prefiero no hacer más comentarios. Mire que no es sólo con usted, es una decisión tomada.

-¿Qué valoración hace del primer año de gobierno de Lacalle Pou y la coalición?

-Negativa. Lamentablemente, para mí es negativa la evaluación. Partió de la base de algo que anunció en la campaña electoral. A pesar de que hay algunos compromisos no cumplidos, están llevando a cabo lo que anunciaron en campaña y responde a una visión del gobierno que nosotros no compartimos en absoluto. Me refiero a un achicamiento extremadamente importante del papel del sector público, y digo sector público en el sentido más amplio -Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial incluso-, fíjese que el Poder Judicial también se está achicando al no poder incluir presupuesto para tener juzgados especializados en género, por ejemplo. En los tres poderes del Estado hay una tendencia al achique muy importante. Pero también me refiero a las empresas públicas, que han jugado durante toda la vida un papel muy importante en Uruguay.


"La valoración del primer año de gobierno es negativa. Hay un achicamiento importante del papel del sector público, en el sentido más amplio. Uruguay no puede jactarse, en momentos de un agravamiento de la pandemia, de estar comprimiendo los recursos que dedica al sector público"

Este enfoque significa contrariar una rica y profunda experiencia que tiene el mundo a lo largo de mucho tiempo. Los objetivos de inclusión, de apertura, de apuesta a la calidad no se consiguen sin que haya una participación relevante del sector público. Cuidado con creer que yo estoy promoviendo la estatización de la sociedad uruguaya, nada más lejos de eso. Pero tampoco estoy dispuesto a admitir un achicamiento tan grande, como el que se está promoviendo en estos momentos. Uruguay no puede jactarse, en momentos de un agravamiento de la pandemia, de estar comprimiendo tan abruptamente los recursos que dedica al sector público, como está ocurriendo ahora. Con las cifras que tenemos no podemos compartir una compresión tan importante del papel del sector público, y por eso es que tanto en lo que refiere a los poderes del Estado como de las empresas públicas, tenemos una visión negativa de lo que ha pasado. Y ha sido agravada por la pandemia.

-¿Y cómo ve el manejo que el gobierno hizo de la pandemia?

-Tuvo distintas fases. Desde un comienzo tuve una visión positiva del trabajo que hizo el gobierno sobre la pandemia, y lo dije. Me pareció muy importante que se optara por la conformación de un grupo de científicos que asesorara al gobierno en los distintos pasos a dar. Tuvimos una primera etapa con buenos resultados, pero después las cosas empeoraron. Incluso, se comenta que hubo discrepancias entre el GACH y el Poder Ejecutivo, pero no voy a hacer caudal de eso.

Lo que sí creo es que los resultados que tenemos hoy no son buenos resultados. No son buenos porque, entre otras cosas, además del buen aporte de los consejos del grupo profesional de científicos, han ocurrido aspectos de mal manejo que están influyendo. Por ejemplo, las medidas que se tomaron para disminuir la movilidad de la población podrían haber sido mejores que las que fueron. Y todo el trámite de las vacunas, que por suerte ahora parece haber finalizado con el comienzo de la vacunación (que es una buena noticia para los uruguayos), es un elemento que valoro como algo que se manejó con problemas. Me refiero a la gestación de la compra de vacunas, su traslado, su administración, etcétera. Ojalá que lo que ya ha comenzado, siga transcurriendo sin problemas.

-El expresidente Vázquez y el SMU pidieron cuarentena obligatoria en su momento. Todo el FA y el Pit-CNT han reclamado una renta básica universal -aunque no sea renta ni universal- a los 300.000 trabajadores más vulnerables. ¿Qué ha compartido de estos reclamos?

-Con el diario del lunes, con todos los elementos de juicio, diría que no comparto el pedido de cuarentena obligatoria. Pero reitero, con el diario del lunes, tengo ahora una opinión al respecto. En su momento, al inicio de la pandemia, yo no tenia elementos de juicio importantes como para hacer una valoración sobre esa propuesta. Hoy creo que hubiera sido un error establecer esa medida.

Y lo segundo, ahí estoy a favor. Como usted bien dijo, no es renta ni es universal. No es renta porque es un subsidio para quienes más están sufriendo, no es el resultado de una actividad, que sería una renta. Y no es universal porque hay que diferenciar entre distintas categorías de uruguayos como para definir quién recibe ese subsidio y quién no. Creo que es muy importante en este momento dedicar recursos a enfrentar esta situación desde el punto de vista económico y también el sanitario. Si nosotros reforzamos los recursos desde lo económico y lo sanitario vamos a tener menos gente que la está pasando muy mal, y vamos a tener más posibilidades de acercarnos a una revitalización de la actividad económica, que a su vez va a ayudar a esa gente a vivir un poco mejor.

-Ha perdido fuerza el astorismo, el Frente Líber Seregni. ¿En eso tiene alguna autocrítica?

-Sí, claro, la tengo que tener. Entre otras cosas, saber que necesitamos fortalecer nuestra organización para tener más posibilidades de avance en cuanto a las propuestas políticas que hacemos. Tenemos claro cuál es nuestra estructura de pensamiento político, pero la realidad indica que no hemos sabido llegar como corresponde a la población, y hemos perdido apoyo electoral. Entonces, ahora se levanta una necesidad fundamental que hasta ahora no hemos practicado. No hemos sabido ya no llegarle a la gente como deberíamos haber hecho, sino que tampoco hemos sabido con humildad, con honestidad, acumular fuerzas con otros sectores que piensan muy parecido o igual a nosotros en cuanto a propuestas sobre el país.


"El Frente Amplio no puede tener 30 proyectos de país, porque no existen. Eso indica algo muy feo: que la estrategia se usa como acumulación electoral. ¡Atención! Nunca había vivido yo en mis 50 años de FA una situación como la actual. Hoy es tremenda la atomización de grupos en el FA"

El FA tiene un problema en este momento que nos afecta a nosotros también, y a todos los frenteamplistas. Una de las características que va a haber que encarar con fuerza y claridad, y sin prejuicios, en la autocrítica, es la fragmentación absoluta que hay en el FA.

El Frente Amplio no puede tener 30 proyectos de país, porque no existen. Pero al mismo tiempo, eso indica algo muy feo: que la estrategia se usa como acumulación electoral. Para asegurar algunos resultados a algunos compañeros y compañeras, que luego no se reflejan en una acción política de calidad, sino simplemente en haber arribado a un cargo. Y eso pasa en el Frente Amplio ahora, como nunca en su historia: ¡Atención! Nunca había vivido yo en mis 50 años de Frente Amplio una situación como la actual. Hoy es tremenda la atomización de actores y grupos que hay en el FA. Vuelvo atrás: tenemos que saber encarar esa realidad, y con humildad, sin pretensiones previas, acumular fuerzas con los que piensan igual.

-Este gobierno ha dicho reiteradas veces que se le dejó un país vaciado, con 5% de déficit fiscal, con 10% de desempleo y advertencias de perder el grado inversor. Por otro lado, el manejo de la macroeconomía parece ser la gran explicación de la solidez institucional del país. ¿Se le dejó un país sin caja y en ruinas a este gobierno?

-No, no, no... Absolutamente no. Y acá voy a aprovechar la pregunta para señalar la segunda razón por la cual mi balance de este primer año de gobierno es negativo. Y es la falta total de equidad en la valoración de los resultados obtenidos en los gobiernos del FA. Señalar que se deja un país en malas condiciones, cuando tuvimos 17 años de crecimiento consecutivo, solo para poner un ejemplo, es realmente negar la realidad y actuar con mala fe. Porque nadie puede ignorar que el país creció 17 años consecutivamente.

Decir que el país durante todo el tercer gobierno del FA estuvo estancado es falso, porque durante el tercer período del FA, con un mundo en problemas y con la región hundiéndose, sobre todo Brasil y Argentina, Uruguay creció 4% en todo el período. Y no hubo estancamiento, ni hubo caída total en el nivel de la actividad. Los salarios reales, las pasividades reales, aumentaron como nunca en la historia. Uruguay está en el podio del PBI por habitante de América Latina, pero al mismo tiempo está en el podio de quienes distribuyen mejor ese PBI en América Latina. ¿Cómo se puede afirmar que dejamos un país fundido cuando se deja esto? ¿Cómo se puede afirmar eso, después de decirle a los inversores en los primeros meses del gobierno que el país estaba impecablemente en materia financiera? ¿Y ahora decir que dejamos un país en malas condiciones? ¿Cómo se puede decir que dejamos un país en malas condiciones, cuando dejamos un país que emite deuda en moneda nacional nominal, en cualquier mercado financiero sin problemas y que mantiene con firmeza el grado inversor? Es tener mucha mala intención, es negar la realidad, es el reino del prejuicio ideológico, como decíamos antes.

-¿Cómo evalúa los anuncios que hizo la ministra Azucena Arbeleche en el Parlamento el 24 de febrero?

-Totalmente negativas, porque no anunció medidas, anunció nuevos ajustes en lo que refiere al manejo de las finanzas públicas. El objetivo de la ministra es reducir el déficit fiscal. Y por eso hay una gran acción de restricción y disminución del gasto público en toda la extensión del sector público. Pero la ministra no anunció una sola medida de reactivación de la economía. En cambio, también se dedica a hacer afirmaciones que no tendrían que tener lugar en una exposición como la que hizo ella. Se dedicó a hablar de "desidia", "poco apego al ahorro", "transparencia", insinuando que los gobiernos del FA no fueron transparentes. La verdad es que yo no lo puedo aceptar. Pero hubo una buena noticia: que no tiene aspiraciones presidenciales.

-Arbeleche dijo que, a diferencia del gobierno anterior, éste no apelará a aumentar los impuestos como forma de recaudar. Esto último lo reiteró el presidente Lacalle Pou en su discurso ante la Asamblea General el 2 de marzo: dijo que no se habían aumentado impuestos en el primer año de gobierno. ¿Qué responde?

-Que no es verdad, porque ya aumentaron impuestos. Aumentaron impuestos cuando redujeron a la mitad el subsidio que tiene el IVA por las compras con tarjeta de débito. Las compras con tarjeta de débito, el medio de pago más usado en el país, y nada menos que sobre el impuesto más importante que es el IVA, (el ahorro para la gente) era de 4 puntos y ahora es de 2. Reducir a la mitad el subsidio que recibe un impuesto es como aumentar ese impuesto, así que esta realidad que puso en práctica el actual gobierno es una de las principales fallas en cuanto al cumplimiento de los anuncios realizados en la campaña electoral. Se aumentaron impuestos, sí, cómo no. No hagamos trampas al solitario. Reducir el peso de un impuesto es como aumentarlo.

-¿Qué le pareció el discurso de Lacalle Pou ante la Asamblea General?

-Confirmó la política liberal de ajuste fiscal, con la que discrepamos totalmente. Y por otro lado, me impresionó el fuerte personalismo, con una suerte de montaje del evento, similar a la asunción de un gobierno. Yo creo que la publicidad, y también el papel de algunos medios de comunicación, que blindan prácticamente al gobierno, mostraron su obra el martes en el Parlamento. Se reafirma una línea de gobierno, pero al mismo tiempo se reafirma que hay una concentración muy grande en la figura del presidente. Y eso a mí no me gusta, porque en una sociedad democrática y republicana concentrar tanto el poder en una sola persona, no es aconsejable.


"No es verdad que no hayan aumentado impuestos. Aumentaron impuestos cuando redujeron a la mitad el subsidio que tiene el IVA por las compras con tarjeta de débito. Se aumentaron impuestos, cómo no. No hagamos trampas al solitario. Reducir el peso de un impuesto es como aumentarlo"

Por otra parte, se anuncia que no se ha venido a discutir herencias. Sin embargo, hay dos insistentes menciones en el discurso, que por supuesto aluden a lo que ellos valoran como una herencia mala. Me refiero, por un lado, al hecho del cumplimiento de las metas. Dicen: "Nosotros cumplimos las metas y sembramos confianza" y en segundo lugar, la insistencia en la "transparencia". Yo quiero señalar que no cumplieron las metas, y no cumplieron la primera y principal de las metas. Ellos pronosticaron para 2020 una caída de 3,5% del PBI, y luego sobre fines del año pasado lo modificaron ellos mismos, al 5,8%. No es verdad que cumplieron las metas. Habrá sido, en parte, por la pandemia -yo creo que no fue solo por la pandemia-, pero esa meta no se cumplió. Las medidas que se tomaron para reactivar la economía son totalmente insuficientes.

-Lacalle Pou hizo anuncios en materia económica y de empleo en el Parlamento. ¿Qué le parecieron?

-Por un lado, hay un grupo de medidas de corto alcance y hasta de sentido común, cuyas líneas comparto. Por ejemplo, extender el seguro de paro parcial, aumentar los estímulos económicos para las mipymes, aumentar las prestaciones sociales tanto en volumen como en destinatarios. Son medidas positivas para el país. Pero veo que son de muy corto alcance. El seguro de paro parcial dura solo hasta junio.

No hay medidas estructurales de largo alcance: pensar en el país a largo plazo, en educación, ciencia, tecnología. Yo no escuché ninguna medida respecto a un país distinto, a largo plazo. Es más, aparecen confrontando con la ciencia, a través de la ANII, aparecen confrontando con la Udelar. No hay anuncios de medidas que se pongan como objetivo el Uruguay a largo plazo. Y quiero ver si algunas de las cosas que anunció el presidente se cumplen. Anunció un plan de inversión pública de 1.200 millones de dólares. Humildemente lo pongo en duda, por la propia naturaleza del gobierno. Acepto que sería más que importante, pero veremos si no es un anuncio de una presencia... muy trabajada por los medios, por la propaganda y por algunos canales de comunicación, como lo que vimos el martes 2.

Lo que vimos en el Parlamento (con el discurso de Lacalle Pou) a mí me impactó por todo el boato, la pompa, el ceremonial que se puso en práctica, como si el presidente estuviera asumiendo el mando, nuevamente. ¡Parecía un presidente asumiendo! Espero que no tengamos cinco años de esto, porque no es lo que necesita el país. El país necesita un gobierno que gobierne, y al mismo tiempo que no apueste tanto a esa combinación entre publicidad y medios.

-Me cabe en las generales de la ley: ¿le está echando la culpa a los medios de algo?

-Basta seguir la trayectoria de algunos medios, agencias de publicidad y encuestadoras de opinión pública para percibir con absoluta claridad que en realidad son operadores del gobierno.

-¿Cuáles son esos medios, esas agencias y esas empresas encuestadoras?

-No las quiero mencionar porque no tengo derecho a poner en público una acusación de este tipo, pero que los hay, los hay.

-¿Se quedó con ganas de ser presidente de la República? ¿Es un pendiente en su carrera política?

-Me quedé con ganas, si, me quedé con ganas, porque tenía ganas. Pero bueno, no fue posible.


"Lo que vimos en el Parlamento (el discurso de Lacalle Pou) me impactó por todo el boato, la pompa, el ceremonial que se puso en práctica. ¡Parecía un presidente asumiendo! Espero que no tengamos cinco años de esto, porque no es lo que necesita el país"

-Cuando se mira a un espejo, ¿qué ve?

-Veo a una persona que en el acierto o en el error siempre trató de hacer aquello de lo que estaba convencido, y actuando con honestidad intelectual.

-¿Es feliz?

-Sí, sí. Por razones familiares, en primer lugar. Mi compañera, mis hijos, son una parte fundamental de esa felicidad. Pero también soy feliz cuando hago política. Cuando estuve en recuperación, en otras etapas de esta enfermedad, y no podía hacer lo que estoy haciendo ahora, la verdad es que sufría, no era feliz. Cuando hago cosas como la comunicación con la gente, a través de análisis de temas nacionales importantes y fundamento propuestas, me siento muy feliz.

Por César Bianchi