La Administración de Servicios de Salud del Estado (Asse) emitió un comunicado este jueves en donde se informó que se busca utilizar el plasma hiperinmune para tratar el COVID-19 en adultos mayores, pero en pacientes que no hayan ingresado a cuidados intensivos. De hecho, lo que se intenta evitar es el ingreso en los CTI.
El plasma hiperinmune es recogido de personas que ya transitaron la enfermedad y, según el comunicado, se viene trabajando en este sentido junto a representantes del Grupo Asesor Científico Honorario, del Institu Pasteur, la Facultad de Medicina y el Ministerio de Salud Pública.
La iniciativa fue elevada para el estudio y aprobación del Comité de Ética del Ministerio de Salud Pública, según informan, y esperan a que el comité pueda aprobarla rápidamente para poder tenerla en febrero.
El gerente general de Asse, Eduardo Henderson, explicó que este tratamiento vinculado al plasma de convaleciente "se perfila como un tratamiento potencialmente útil para la COVID-19 y que cualquier persona que haya tenido la enfermedad puede donar y ayudar a otros pacientes".
Los pacientes que pueden ser beneficiados con este plasma son las personas mayores de 75 años que no hayan requerido CTI y a las personas de 65 a 74 años que presenten una o dos comorbilidades. Los donantes puede ser cualquier persona que haya tenido la COVID-19, pero con excepciones. Estas excepciones son las mismas que para cualquier transfusión, que tiene que ver con qué medicamentos toma la persona, entre otras cosas.
El gerente general explicó que el tratamiento apunta a la "inmunidad pasiva" y a reducir la sintomatología y los ingresos a CTI, sin embargo, el protocolo "requiere el consentimiento informado de ambas partes", indicaron desde Asse.
La iniciativa fue lanzada por el presidente de Asse, Leonardo Cipriani, luego de que conversara sobre el tema con el integrante del GACH Henry Cohen y haber tenido en cuenta la experiencia del tratamiento en Argentina.