Así actúan los delincuentes que se dedican al "cuento del tío" con jubilados

La modalidad criminal del "cuento del tío", pese a los esfuerzos de las autoridades, se sigue repitiendo con éxito en el país.

Autoridades judiciales y policiales pusieron énfasis en una campaña informativa dirigida a los adultos mayores, víctimas usuales de estas estafas, pero no han logreado erradicar el problema.

Ayer, delincuentes robaron 250.000 pesos a una mujer de 82 años que vive en Camino Maldonado, en un caso aún sin resolución.

Según supo Montevideo Portal, la mujer recibió la llamada de quien era supuestamente el esposo de su sobrina. Quien llamó y se hizo pasar por el hombre sabía perfectamente su nombre, ocupación (trabaja en un banco) y la forma en que se dirige generalmente a la mujer.

Le explicó a la mujer que, tal cual habría visto ya en el informativo, se anunciaba una gran devaluación y que era necesario que pusiera sus ahorros en el banco para que le fueran entregados nuevos billetes. Le dijo que como sabía que tenía dinero en la casa, él la ayudaría a que fueran depositados.

Como la mujer pareció reticente al comienzo, la persona que la llamó le dijo: ¿No confiás en mí, tía, ¿no viste el informativo?". "No vi, pero claro que confío", respondió la mujer.

Además, quien llamó le preguntó si conocía a otras personas en la misma situación -con ahorros en sus casas- y le pidió que pasara los contactos. La víctima le dio los teléfonos de su hermano y su hermana. Según supo Montevideo Portal, poco después la hermana también recibió una llamada por parte de alguien que se hizo pasar por su sobrino (y que sabía su nombre), pero la mujer desconfió porque hace mucho no hablaba con él.

En el caso de la mujer de 82 años, quien llamó le dijo que iba a pasarle con el gerente para darle "más confianza". Le dieron con otro hombre que le reiteró lo dicho por el anterior y la mujer quedó convencida. Cuando explicó cuánta plata tenía, su supuesto "sobrino" le decía: "Pero tía, yo sé que tenés más".

Luego, le anunciaron que iba a concurrir una asistente para retirar la plata y llevarla al banco. Cuando la mujer dijo que ella misma podía ir, le explicaron que había demasiada gente y de esa forma evitaban que hiciera cola en momentos tan complicados.

La asistente que llegó a su casa era, según la mujer, una persona "desaliñada" y que no tenía aspecto de trabajar para un banco, pero estaba tan convencida de que había hablado son su sobrino político que le abrió igualmente la puerta.

La mujer entró, contó el dinero que le entregó la víctima y lo puso en una cartera. La víctima le dijo que la acompañaba al portón y la "asistente" le explicó que no era necesario, porque el gerente la esperaba en un auto.

La mujer insistió y la acompañó, pero al llegar al portón notó que no había ningún auto. La supuesta funcionaria le dijo que la estaban esperando más adelante y se fue por Camino Maldonado con el dinero.

Al rato, la volvieron a llamar y le dijeron que habían depositado la plata pero que pasarían al día siguiente para llevarle la plata "valuada", supuestamente billetes nuevos. En ese momento, la mujer decidió llamar a su sobrina para saber que tenía que hacer cuándo le llevarán la "nueva" plata, la atendió su esposo (que por la pandemia trabaja actualmente en su casa y no en el banco) y allí se enteraron de lo que había ocurrido.

La familia de la mujer teme que, tras ver todo lo que tiene en el hogar, los delincuentes quisieran volver para robar o copar el domicilio. Presentaron la denuncia ante la Policía pero lamentaron que -pese a la insistencia- ningún efectivo se quedara a custodiar el lugar hasta que se produjera el supuesto regreso (lo que hasta el momento no ocurrió).

Ahora, la familia quiere saber cómo fue posible que los delincuentes estuvieran tan bien informados sobre los datos de sus integrantes y sospecha que se trató de un robo entregado, algo que deberá resolver la Policía.