En una maniobra clave para reactivar la economía sin acudir a la emisión monetaria, el Gobierno de Javier Milei anunció este jueves un ambicioso paquete de medidas destinado a estimular el uso de dólares atesorados por los argentinos fuera del sistema financiero formal. El llamado Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos permitirá utilizar esos fondos sin sanciones ni exigencias sobre su origen, según informaron las principales autoridades económicas del país.
La iniciativa, presentada por el vocero presidencial Manuel Adorni, el ministro de Economía Luis Caputo, el titular de ARCA Juan Pazo, y el presidente del Banco Central Santiago Bausili, busca tanto inyectar liquidez en el circuito económico como fortalecer las reservas internacionales —clave para los compromisos de deuda con el FMI—, sin emitir pesos y respetando la política de “emisión cero”.
“Lo tuyo es tuyo”
Con un discurso que apela a la confianza individual y al hartazgo fiscal, Adorni justificó el plan como una ruptura con décadas de persecución impositiva y una invitación al blanqueo sin castigo:
“Lo tuyo es tuyo, podés gastarlo como quieras sin demostrar su origen”, afirmó, al tiempo que vinculó la evasión fiscal masiva a una “voracidad estatal” histórica.
Según el Gobierno, esta estrategia de “dolarización endógena” permitirá canalizar los dólares informales —estimados en decenas de miles de millones— hacia el consumo, la inversión y el sistema financiero, sin comprometer la estabilidad monetaria.
Dos etapas, una misma dirección
El plan se aplicará en dos fases:
- Acciones inmediatas dentro del marco legal vigente, incluyendo medidas del BCRA para reducir la burocracia bancaria.
- Un proyecto de ley que buscará blindar legalmente a los ahorristas contra futuras acciones punitivas por no haber declarado esos fondos.
Caputo aseguró que estas reformas ayudarán a mejorar la competitividad del sector privado, mientras Pazo insistió en la necesidad de simplificar el régimen tributario y aduanero para reducir la informalidad y dinamizar la economía.
Entre la ortodoxia fiscal y el pragmatismo político
El plan no está exento de controversia. Si bien evita la emisión monetaria —una de las banderas del gobierno de Milei—, implica una regularización de activos no declarados sin castigo tributario, lo que podría ser interpretado como una amnistía fiscal encubierta. El Gobierno defiende la medida como un paso “realista” y necesario para salir del estancamiento sin romper con sus principios de disciplina fiscal.
Con información de AFP
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