Fernando Alejandro Pérez Algaba, conocido entre sus amigos como “Lechuga”, tenía 41 años y se presentaba a sí mismo como un caso de éxito. En su juventud fue repartidor de pizzas, pero se reinventó como empresario y se radicó en Estados Unidos.
Hasta principios de años vivió en Miami y regenteaba su propia compañía, Enjoy Rental Car, que arrendaba coches de alta gama y motos de agua. Luego se trasladó a Barcelona y —a juzgar por sus publicaciones en redes sociales— había incursionado con entusiasmo en el mundo de las criptomonedas.
Con casi un millón de seguidores en su cuenta de Instagram, Pérez Algaba era popular en su ambiente y se mostraba conduciendo autos de lujo. Solía escribir frases motivacionales en cada posteo, como “la vida no te debe nada”, tal vez influido por su historia de vida y que había hecho popular en algunas entrevistas periodísticas. Uno de sus hobbies más recurrentes era ir al gimnasio y en las imágenes solía mostrarse con su perro bulldog francés, según informa el periódico La Nación.
Sin embargo, detrás de esa fachada triunfal no todo era tan glamoroso. Estaba calificado como un agente “irrecuperable” por sus moras en el sistema financiero argentino. En sus registros contables, el empresario de los coches suntuosos figuraba en situación 5, con una deuda financiera en entidades bancarias de 1.227.000 pesos argentinos.
En Argentina había registrado varias sociedades por escribanía en los últimos años, una, por ejemplo, dedicada teóricamente al rubro de peluquería, que no tenía ni siquiera un número de registro impositivo. En 2018, registró Motors Lettuce SRL, la traducción en inglés de su apodo, supuestamente dedicada al negocio automotor, fundada junto a un hombre de su familia. En 2019, se convirtió en director suplente de Cegepa SA.
En 2021, Cegepa fue denunciada por estafa, con una causa radicada en el Juzgado N°3 porteño. “Lechuga” estuvo entre los imputados. El denunciante fue un jubilado de Quilmes. La causa terminó archivada, sin elevación a juicio, según confirmaron fuentes judiciales al medio local Infobae.
Semanas atrás, Pérez Algaba viajó a Argentina y el día 13 de julio se instaló en un apartamento que había alquilado, a través de un contacto en redes sociales, en el municipio bonaerense de Ituzaingó.
Cuando habló con la propietaria del inmueble dijo que se quedaría hasta el 19 y luego regresaría a Europa, intención que queda de manifiesto en la documentación hallada por luego por la policía. Sin embargo, cuando llegó esa fecha la dueña del apartamento descubrió que el inquilinos e había esfumado sin dejar rastros. Y como se había llevado las llaves del apartamento, radicó una denuncia por averiguación de paradero.
El pasado domingo, el cuerpo desmembrado de Pérez Algaba fue hallado en el arroyo del Rey de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, Lomas de Zamora. Sus brazos y piernas estaban dentro de una valija; la cabeza en el interior de una mochila; y el torso en el fondo del cauce de agua.
Los restos fueron identificados merced a las huellas dactilares. Los peritos constataron dos impactos de arma de fuego en el torso de la víctima.
La identificación de los restos estuvo a cargo de personal de la sección Dactilar de la División Dactiloscopia de la Policía Científica, que cotejó las huellas de los miembros superiores encontrados el domingo en el arroyo. Todas las partes tenían tatuajes y se detectaron dos impactos de bala en el torso de la víctima.
Increíblemente, en el interior de la valija donde estaban las extremidades se hallaron cuatro documentos de identidad correspondientes a los integrantes de una familia que reside en esa localidad, quienes prestaron declaración testimonial ante el fiscal encargado del caso. El funcionario judicial solicitó cuatro órdenes de allanamiento de urgencia en distintos domicilios del sur del conurbano bonaerense, en uno de los cuales detuvo a una mujer trans.
La sospechosa, identificada por la Policía como Nicol Alma Chamorro, quien es familiar de las cuatro personas que declararon, fue apresada en su vivienda de la calle Murature de Villa Caraza, Lanús. En principio, está acusada del homicidio de Pérez Algaba, quien se cree fue asesinado y descuartizado en el marco de un ajuste de cuentas, dijeron las fuentes. Los investigadores consideran que no actuó sola, por lo que se dispusieron más pesquisas y allanamientos
Se ignora si el resto de la familia de sospechosa también participó del crimen, o si ella simplemente usó la maleta sin notar que esos documentos ya estaban dentro.
Pérez Algaba ya había sido noticia durante el verano, cuando estuvo en Argentina y la municipalidad de Mar del Plata le retiró el carné de conducir por negarse a una prueba de alcoholemia y agredir al inspector que se la solicitaba. y agredir a un agente de tránsito. Posteriormente se supo que registraba al menos 25 antecedentes por desmanes similares.
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