Un hombre de 65 años, identificado como Roberto Sosa, ingresó en la noche del pasado miércoles al Hospital Padilla de la ciudad Argentina de San Miguel de Tucumán. Los médicos que estaban de guardia se toparon con una escena propia de película de terror: el paciente tenía un cuchillo de cocina clavado en un ojo hasta la empuñadura.

De acuerdo con el reporte policial, el hombre fue agredido en una finca situada en pasaje Exupéry, y la autora del ataque sería su sobrina.

“Es una situación grave porque ha penetrado un arma blanca a través del globo ocular y está dentro del cráneo. Ahora se encuentra entubado y en buen estado general”, explicó Jorge Valdecantos, director del centro de salud, en declaraciones a la televisora local El Ocho.

“Nosotros en terminología médica lo llamamos empalamiento porque entró algo dentro del organismo. La recomendación es, si la persona está bien, no tocar. Por ahí, si hay un metal, palo o algo que entra en el abdomen o en el tórax, no hay que retirarlo, hay que traerlo como está a la guardia. Hay que venir urgente a la guardia y no sacar”, recomendó el galeno.

“Se han dado casos de estas heridas penetrantes en órganos vitales como arterias o venas que hay que dejarlos donde están porque, si uno las retira, empieza el sangrado y ahí perdemos al paciente como consecuencia del sangrado”, refirió.