Argentina asegura que EEUU seguirá comprando pesos y bonos

El ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, aseguró que el Tesoro de Estados Unidos está dispuesto a seguir comprando pesos y bonos argentinos como parte del apoyo financiero acordado esta semana, que incluye un swap de divisas por 20.000 millones de dólares entre ambos países.

Caputo confirmó que “todas las opciones están sobre la mesa”, incluida la compra directa de deuda y moneda argentina, como parte del esquema de respaldo diseñado por el equipo económico de Javier Milei junto a la administración de Donald Trump, en el marco de una reconfiguración de la relación bilateral con Washington.

Estas declaraciones se conocen en la víspera de la reunión oficial entre Milei y Trump en la Casa Blanca, prevista para el 14 de octubre, donde se terminarán de delinear los alcances del acuerdo económico.

“El respaldo del Tesoro estadounidense al peso argentino es inflexible”, afirmó Caputo en una entrevista televisiva, al tiempo que descartó una dolarización inmediata por falta de reservas suficientes.

Un giro en la estrategia financiera

Desde la asunción de Javier Milei, Argentina busca estabilizar su economía con apoyo externo no condicionado al Fondo Monetario Internacional (FMI), explorando mecanismos alternativos como líneas swap y compra de activos financieros por parte de aliados estratégicos.

El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, ha reiterado públicamente que Estados Unidos está “preparado para tomar medidas” en respaldo de la economía argentina. Entre ellas, se incluye el intervencionismo financiero directo en el mercado cambiario para contener la devaluación del peso y recuperar confianza inversora.

Caputo descarta la dolarización

A pesar de que la dolarización fue uno de los ejes discursivos de Milei durante la campaña presidencial, Caputo fue categórico:

“Puede ser una alternativa, pero hoy no hay dólares suficientes para implementarla”, señaló el ministro, quien además descartó una devaluación en el corto plazo y confirmó que se mantendrá el régimen cambiario actual al menos hasta las elecciones legislativas del 26 de octubre.

En este sentido, el gobierno argentino parece haber optado por una estrategia gradualista, apuntalada por respaldo externo, con el objetivo de ordenar las cuentas, reducir la inflación y estabilizar la moneda sin recurrir a medidas de shock.

Con información de Europa Press