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Derrotero

Apóstoles de Guaidó saltan del barco y le piden revisarse de cara a comicios

Un antiguo líder del despacho expresó que los otrora estrechos colaboradores ven “mil y una razones” para acabar con el “interinato”.

21.10.2022 18:28

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2022-10-21T18:28:00-03:00
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Uno de los más cercanos colaboradores de Juan Guaidó publicó una carta de renuncia al partido Voluntad Popular (VP) en la que expone las fracturas de la formación y de la oposición en general, y en la que pide al político “revisarse”, sobre todo de cara a la elección presidencial prevista para 2024.

El polvorín lo prendió Roberto Marrero, un antiguo líder del despacho de Guaidó, quien dimitió a VP —partido en el que ambos crecieron políticamente— con una misiva en la que reconoce estar “cansado de perder” y hastiado de la lucha de egos en la coalición opositora que ahora centra sus esfuerzos —asegura— en enviar al ostracismo al que fuera su jefe.

A continuación, las claves de una renuncia más y el reflejo de las fracturas políticas:

1. Ilusión esfumada

En enero de 2019, Guaidó se autoproclamó presidente interino de Venezuela invocando artículos constitucionales y desafiando la legitimidad de Nicolás Maduro. La apuesta fue vitoreada por decenas de Gobiernos extranjeros, pero especialmente por dirigentes nacionales que hoy ven al político como una causa perdida.

“Teníamos un momento único, nos reconocían como Gobierno legítimo 60 países, pero ese momento se esfumó y hoy es una oportunidad desaprovechada”, dice Marrero, quien se suma a los que pasaron de apoyar el proyecto del opositor a ignorarlo o rechazarlo, una tendencia en alza dentro y fuera de Venezuela.

2. Caducidad a conveniencia

El mandato “interino” de Guaidó, cuya duración no debía superar los 30 días, según la Constitución venezolana, acumula 45 meses, en los que no logró cumplir las promesas que ilusionaron a millones de ciudadanos, ni mantener viva la llama de la esperanza del cambio político, por lo que sus otrora estrechos colaboradores ven “mil y una razones” para acabar con el “interinato”.

La incapacidad del líder para cumplir con su palabra arrastró a quienes se plegaron a las órdenes de un “Gobierno” ficticio en calidad de ministros, vicepresidentes, embajadores y otros cargos “interinos”, hasta que despertaron del sueño y volvieron a la realidad, cansados de esperar un imposible. Uno de esos es Marrero: “Me cansé de esperar, es necesario vencer”.

3. Ejecutivo remoto

Los venezolanos que confiaron en Guaidó en enero de 2019 permanecen a la espera de que algo ocurra en el país, mientras la mayoría de los “altos funcionarios interinos” nombrados por Guaidó desempeñan sus cargos desde el extranjero, bajo el argumento de sufrir persecución política.

Pero cada vez son más los ciudadanos cansados de un “Gobierno” a distancia, sin explicaciones, sin cuentas, sin resultados y, sobre todo, sin informar cuánto cuesta a los venezolanos mantener esa peculiar estructura. El tiempo pasa y la desconfianza aumenta entre quienes lo dieron todo por defender a quien creyeron el salvador de la patria.

4. Maduro continúa

Y mientras Guaidó se agarra a una silla imaginaria, Maduro permanece al frente del Gobierno de Venezuela, sumando apoyos internacionales —como Colombia, Honduras o Perú— a medida que el mapa político de la región se modifica, y más cerca que nunca del Gobierno de Estados Unidos, algo impensable hace tan solo un año.

Pero el opositor, ajeno a una realidad palpable, continúa agarrado a un mandato que —asegura— “tiene vigencia hasta lograr la elección libre y justa” en Venezuela, más allá de si Estados Unidos le retira el reconocimiento al finalizar este año, como apuntan diversas informaciones más o menos sólidas.

5. Sin asidero

Sin ilusión, sin resultados y sin argumentos por parte de quienes todavía se erigen como salvadores de la nación al frente de un mandato que nunca existió, la ciudadanía, igual que decenas de políticos de oposición, se quedó sin ni siquiera una razón para mantenerse al lado de los que les prometieron una vida mejor y un cambio inmediato.

La cuenta atrás para la transición prometida comenzó en enero de 2019, hace casi cuatro largos años, en los que, igual que Marrero, se cansaron de luchar y quieren vencer.

Por Sabela Bello y Héctor Pereira para EFE


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