"A raíz de una decisión gremial que pone en riesgo la integridad" de la planta de Minas, el directorio de Ancap se vio "obligado" a suspender la producción "hasta que se restablezcan las condiciones seguras de operación", indicaron este martes en un comunicado.
"Es prioridad del directorio de Ancap preservar la infraestructura y evitar daños en las instalaciones de la planta industrial", aseveró la empresa estatal.
En este sentido, aseguró que los clientes serán atendidos con la producción de la planta de Paysandú y con "inventarios acumulados".
Paro contra paro
Federación Ancap (Fancap) realizó en la mañana de este martes una asamblea y emitió un comunicado en el que expresa que los trabajadores de la empresa estatal carecen de un marco regulatorio, puesto que el directorio denunció el “Convenio Marco, que establece entre otros derechos y obligaciones en el relacionamiento entre Ancap y Fancap, la implementación de guardias gremiales”.
Considerando que “en la reunión mantenida el día de ayer [lunes] del sector Minas con la gerente Denisse Akiki, esta nos comunicó la clara orden del presidente de Ancap de no aceptar la propuesta del sindicato y continuar con la marcha del horno sin importar si existe o no un marco regulatorio que asegure que de ser necesario pueda implementarse una guardia gremial que garantice la seguridad de los equipos y de las personas”, Fancap resolvió en la mañana de este martes en asamblea “realizar corte de horas extras y cambios de turno hasta la realización de la próxima Asamblea Representativa de FANCAP programada para el 4 de marzo”.
Ante esta medida, fue que el directorio respondió con la paralización de la planta de Minas, porque la "decisión gremial" la "pone en riesgo".
Conflictivo
Este conflicto entre el gremio de Ancap y el directorio de la empresa recuerda a choques recientes, como el de diciembre del año pasado, que llevó a que la refinería de La Teja parara por primera vez desde julio de 1973.
El ministro de Industria, Omar Paganini, informó luego que esta medida estuvo asociada a la rotura de una unidad de cracking catalítico en la planta. Por su parte, el vicepresidente de Ancap, Diego Durand, había estimado que tanto el parate en la actividad como esta rotura podrían costarle a la empresa unos 200.000 dólares diarios.
Sin embargo, Fancap negó que el hecho fuera consecuencia del paro. “El 85 % de la refinería se puso en marcha sin ningún inconveniente” y “en la unidad de cracking catalítico se tapó una válvula, lo que hizo que se trancara”, respondió en aquel entonces el sindicato al ministro.