Por Felipe Capó
[email protected]
Para sorpresa de muchos, un uruguayo se posicionó entre las 100 personas más importantes del mundo en el campo de inteligencia artificial para la revista TIME.
Semanas después de ser incluido en la lista TIME100 AI junto a figuras como Elon Musk y Sam Altman, Alan Descoins, CEO y cofundador de Tryolabs, aún se encuentra sorprendido de cómo llegó a ser considerado un referente global en un sueño que le parecía irrealizable y confinado meramente a lo académico universitario.
“¡Todos saludan al rey de los Perdedores!”
Los primeros pasos de Descoins se dieron por curiosidad y accidente. A los 12 años, jugando al Age of Empires II, se hartó de poner el CD en la lectora. “El día que encontré un crack para evitarlo fue como mágico, y me llevó a preguntarme: ¿quién hace esto? ¿cómo lo hicieron?”, recordó en entrevista con Montevideo Portal.
Esa curiosidad lo empujó a aprender programación en Assembler, publicar software de subtítulos y, más adelante, ingresar a estudiar Ingeniería en Computación en la Universidad de la República. Allí se inclinó por el machine learning y conoció a los socios con los que fundaría Tryolabs.
“Yo pensé que esto solo podía hacerse en la facultad y de repente había gente loca que quería hacerlo como un trabajo. Me subí al barco y acá estoy”, contó sobre los inicios de la empresa, que lleva más de 15 años trabajando para gigantes como Nvidia, Hyundai y Sephora, pero también en proyectos con impacto social, como el desarrollo de modelos para prevenir incendios forestales en California o para medir la exposición de niños a olas de calor junto a Unicef.
puertas adentro: las barreras y oportunidades de Uruguay
Aunque Tryolabs nació en Montevideo, el crecimiento vino desde afuera.
Descoins reconoció que es más sencillo insertarse en mercados como Estados Unidos que en el uruguayo. “Allá las empresas ya invirtieron en plataformas de datos, acá muchas veces todavía falta ese paso. Y culturalmente también es distinto: en América Latina se negocia más lento, se dan más vueltas. En Estados Unidos son directos: esto cuesta tanto, sirve para esto y listo”.
Pese a esas diferencias, ve un terreno con oportunidades. “En Uruguay hay chances de ahorrar costos y mejorar procesos, pero la mayoría de la gente no tiene idea de cómo aplicar la IA a su negocio. Vivimos en una burbuja los que estamos en tecnología”, afirmó.
Según explicó, los líderes muchas veces se incomodan con la incertidumbre: “Piensan: ¿cómo voy a poner plata en esto si capaz no me anda? Pero en IA es así: puede fallar, pero si funciona, da vuelta el negocio”.
¿burbuja o cambio irreversible?
Consultado por el debate sobre si la inteligencia artificial es algo irreversible en la industria o una burbuja económica similar al dotcom, Descoins lo enfrenta con cautela.
“Puede llegar a ser una burbuja en algún sentido, pero no vas a dejar de usar ChatGPT o Gemini. La gente ya lo incorporó. Lo que sí puede pasar es que, si el próximo modelo no cumple las expectativas, se corte la inversión en investigación. Pero el uso no desaparece”, señaló.
Descoins ilustró la idea con un ejemplo sencillo: “Tratá de pensar en tu vida antes del GPS. Hoy, sería volver a las cavernas. Lo mismo pasa con la IA: ya delegamos tareas cognitivas y no hay vuelta atrás”.
En pañales
Respecto al presente, fue tajante. Según dijo, “la IA está gateando”. “Hay empresas que caminan y otras que corren, pero la enorme mayoría está pintada en esto. Incluso si no hubiera más mejoras, con lo que tenemos hoy ya se podrían transformar muchísimos negocios”, sostuvo.
También advirtió que abundan los “vendehumo”. “Hace un año, vendían desarrollo web y ahora se presentan como expertos en IA. La implementación real todavía está en pañales”, dijo.
La discusión sobre el futuro lo lleva a escenarios extremos. “Hay quienes sueñan con un mundo utópico al estilo Wall-E, donde nadie necesita trabajar. Otros temen un Terminator que nos elimine. La verdad estará en un punto medio: robots que hagan tareas repetitivas o riesgosas y personas enfocadas en lo creativo y humano”, apuntó.
En paralelo, destacó un fenómeno sin precedentes: la competencia global por el talento en inteligencia artificial. “Hoy el talento top de IA está siendo pago casi como los deportistas top del mundo. Nunca había pasado que un ingeniero cobrara lo mismo que un futbolista”, señaló.
Más allá de proyecciones, Descoins insistió en que la clave no está en reemplazar gente, sino en potenciarla. “La pregunta no es a cuánta gente puedo echar con IA, sino cuánto más puedo empoderar a mi equipo con esta tecnología para hacer mucho más”, sostuvo.
A modo de cierre, advirtió: “El que te va a sacar el trabajo no es ChatGPT, es otra persona como vos que lo sepa usar diez veces mejor”.
Por Felipe Capó
[email protected]
Acerca de los comentarios
Hemos reformulado nuestra manera de mostrar comentarios, agregando tecnología de forma de que cada lector pueda decidir qué comentarios se le mostrarán en base a la valoración que tengan estos por parte de la comunidad. AMPLIAREsto es para poder mejorar el intercambio entre los usuarios y que sea un lugar que respete las normas de convivencia.
A su vez, habilitamos la casilla [email protected], para que los lectores puedan reportar comentarios que consideren fuera de lugar y que rompan las normas de convivencia.
Si querés leerlo hacé clic aquí[+]