Antes de que se concretara esta adaptación, numerosos periodistas de medios de comunicación en idioma árabe evitaron usar esta transcripción a partir de la pronunciación francesa ("Aïro"), transcribiendo "Aro", agregando una hache aspirada al principio de la palabra o pronunciando las dos consonantes finales que los franceses no pronuncian.

Para evitar estas situaciones, el ministerio de Relaciones Exteriores francés transmitió a la prensa una transcripción oficial, optando por transcribir todas las letras del nombre, como si se pronunciaran, incluso la letras ele y te finales.

 Información difundida por AFP