Napoleón Olarte se declaró este jueves no culpable de los cargos que afronta por una estafa en préstamos hipotecarios realizados durante la crisis de 2008, que asciende a 9 millones de dólares y por los que estuvo prófugo de la justicia estadounidense.

El acusado, que se entregó a las autoridades esta semana en Miami, se declaró hoy en una corte de Los Ángeles no culpable por los hechos ocurridos entre los años 2008 y 2009 y por los que podría recibir 30 años de cárcel si es hallado culpable.

Las autoridades estadounidenses le empezaron a seguir la pista a Olarte desde 2011, cuando huyó a Sudamérica, y unos años después, en 2017, un gran jurado federal aprobó juzgarlo por nueve cargos a raíz de su presunta participación en un fraude hipotecario contra el Banco Wells Fargo.

En ese momento, los investigadores establecieron que el acusado vivía en Venezuela con su familia.

Según la acusación, Olarte, y Juan José Calle dirigían la empresa Fast Escrow, una compañía que brindaba servicios intermediarios entre compradores de casas y bancos que otorgaban las hipotecas.

Ambos pagaron sobornos, según escritos judiciales, a Nancy Karina Coleman para que aprobara nueve millones de dólares en préstamos fraudulentos que contenían información falsa de los activos y empleos de los prestatarios, dejando a Wells Fargo sin garantía cuando los préstamos no se pagaron.

Los hechos pasaron justo cuando estalló en EE.UU. la crisis financiera por las llamadas hipotecas "subprime" o "hipotecas basura", que se otorgaron a personas que no tenían capacidad de pago.

Calle y Coleman se declararon culpables y cumplieron condenas de prisión, pero Olarte huyó y vivió en Venezuela hasta hace un año, cuando se mudó con su familia a Uruguay, país donde fue ubicado por agentes federales.

Según información del Departamento de Justicia de Estados Unidos, mientras estaba en Uruguay mantuvo varias conversaciones con agentes federales estadounidenses, tras las cuales Olarte aceptó entregarse. Viajó hacia Estados Unidos y fue arrestado al ingresar por el Aeropuerto de Miami. En la audiencia de hoy se fijó para el próximo 21 de mayo el inicio del juicio. En la operación participó personal de la embajada de Estados Unidos en Uruguay.

En base a EFE