El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, aseguró este martes que no escatimará esfuerzos para lograr que el acuerdo de asociación entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur salga adelante “lo antes posible”, dada su “gran importancia geopolítica”.

“El acuerdo comercial UE-Mercosur reviste una gran importancia geopolítica para la UE y no escatimaré esfuerzos para que este acuerdo histórico salga adelante lo antes posible”, aseguró Dombrovskis en una declaración distribuida a la prensa.

Según dijo, su equipo y él mismo continúan sus “negociaciones y contactos con interlocutores clave del Mercosur”, y están “dispuestos a viajar a la región para seguir trabajando”.

El jueves se celebra una cumbre del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) en Río de Janeiro y se había creado la expectativa de que los dos bloques escenificaran en ella el cierre de las negociaciones si para entonces se había avanzado lo suficiente en los trabajos.

“Estamos plenamente comprometidos con un acuerdo ambicioso que aborde eficazmente los problemas climáticos y promueva una transición justa y ecológica en ambas partes, en beneficio de nuestros pueblos”, que comparten “profundos lazos históricos y culturales”, subrayó el político letón.

Así, dejó claro que el objetivo de la Comisión “es lograr un acuerdo moderno” que consolide nuestra la relación “estratégica y económica entre regiones con una población conjunta de más de 700 millones de personas”.

Para lograrlo, recordó que las dos regiones se han implicado de forma “constructiva” en los últimos meses y han logrado “avances sustanciales”.

Dombrovskis puso además de relieve que el pacto también reforzaría la seguridad económica de la UE y sus ambiciones ecológicas, y que proporcionaría una “plataforma para comprometernos con los países del Mercosur en la lucha contra la deforestación y la protección de los derechos humanos y laborales”.

Falta de claridad de Argentina

Fuentes comunitarias afirmaron hoy que la cumbre del Mercosur se había considerado un buen momento en el calendario para el cierre del tratado, y de hecho los progresos estaban siendo “sustanciales”, pero con la toma de posesión del nuevo presidente argentino, el liberal Javier Milei, solo tres días después, “no quedaba claro” si sería posible.

“Nos enfrentamos a algunas dificultades para obtener una respuesta clara por parte de Argentina”, comentaron, y agregaron que, además, la presidencia ‘pro tempore’ brasileña del Mercosur, “no prosiguió todos los esfuerzos para conseguir que los jefes negociadores se sentaran a la mesa”, por lo que “estos últimos esfuerzos no tuvieron lugar de la manera apropiada”.

En opinión de Bruselas, ello “condujo a una situación en la que las cosas siguen abiertas y demasiado abiertas como para decir que podemos concluir ahora antes del día 7”, lo cual “no significa que abandonemos o el asunto esté fuera de la mesa”, precisaron.

Sobre la próxima administración de Milei, quien antes de ganar las elecciones criticó al Mercosur, aseguraron que las “señales” que reciben son de “vamos a hablar”.

Si no hay desbloqueo antes, “la expectativa es que tenemos que esperar hasta que la nueva administración argentina esté en su lugar y pueda hablar; entonces podríamos ver en qué dirección va y, teóricamente, puede ser bastante rápido si la presidencia paraguaya se hace cargo de esto”, dijeron las fuentes europeas sobre la siguiente presidencia del Mercosur.

El presidente de Paraguay, Santiago Peña, ya había avisado de que él no iba a “continuar” con las negociaciones si no se cerraban antes de final de año.

La negociación del acuerdo de asociación UE-Mercosur se culminó en 2019 pero, posteriormente, la UE pidió agregar un anexo que aporte más garantías contra la deforestación y que incluye más informes sobre la trazabilidad de los productos, documento en el que aún siguen trabajando los jefes negociadores.

Sobre las palabras del pasado fin de semana del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre que el acuerdo “no es bueno para nadie”, las fuentes comunitarias reconocieron sus preocupaciones sobre la sostenibilidad pero aseguraron que “hemos hecho mucho para abordarlas” y que todos los países deberán esperar al fin de las negociaciones para valorar los beneficios del pacto en su conjunto, también para la industria agrícola, que en Francia se ha manifestado en contra.

En todo caso, señalaron la “suma importancia” de que el acuerdo político se cierre antes de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo junio, aunque su proceso de ratificación tendría que producirse después.

“Si se alcanza un acuerdo político, los Estados miembros podrán dar su opinión en cualquier configuración futura, pero en este momento la negociación es entre la Comisión y el Mercosur”, declararon, sobre la competencia exclusiva de la CE para negociar los acuerdos comerciales en nombre de la UE.

EFE