Por The New York Times | Ian Prasad Philbrick
Muchos estadounidenses dicen que no quieren que el presidente Joe Biden se presente a la reelección y su edad es una razón de peso. En una encuesta de NBC News publicada el pasado fin de semana, el 70 por ciento de los adultos opinó que Biden, de 80 años, no debería volver a contender. A la pregunta de si la edad era un factor, el 69 por ciento respondió que sí. Otras encuestas recientes detectan una falta de entusiasmo similar y hay muchos votantes (incluida alrededor de la mitad de los demócratas) que consideran que Biden es demasiado mayor para aspirar de nuevo a la Casa Blanca.
Visto así, es fácil imaginar que su edad pudiera perjudicar la campaña de reelección que anunció de manera formal el martes. Biden, el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, tendría 86 años al terminar su segundo mandato. Los republicanos han difundido videos de sus lapsus verbales, así como de ocasiones en las que tartamudea, y han sugerido que reflejan un declive cognitivo. La edad de Biden es un chiste frecuente en la televisión nocturna.
Sin embargo, un análisis de las encuestas y la investigación académica muestra un panorama sorprendentemente heterogéneo. Con la advertencia obvia de que una equivocación grave relacionada con la edad o una crisis de salud podrían cambiar las cosas, hay buenas razones para pensar que la edad de Biden puede importar menos de lo que sugieren algunas encuestas.
1. Teoría contra práctica
Puede que los estadounidenses se digan preocupados por los gobernantes que envejecen, pero eso no ha evitado que voten por candidatos de mayor edad.
En una encuesta reciente de USA Today y la Universidad de Suffolk, la mitad de los estadounidenses dijeron que la edad ideal de un presidente era de entre 51 y 65 años. Otra cuarta parte dijo que prefería que los candidatos tuvieran 50 años o menos. Pero cinco de los últimos ocho candidatos presidenciales, incluidos Biden en 2020 y Donald Trump (dos veces), han sido mucho mayores de 65 años. En varios casos, los votantes los eligieron frente a oponentes mucho más jóvenes en las elecciones primarias. Y, en el último siglo, se ha elegido a decenas de senadores o representantes cuya edad supera los 80 años.
La preocupación por la edad también tiene más matices de lo que parece a primera vista. Aunque la mayoría de los electores están a favor de limitar la edad de los políticos, no se ponen de acuerdo sobre cuál debería ser ese límite. Muchos de ellos también afirman que los legisladores de más edad aportan una valiosa experiencia y no se les debería prohibir servir al país si siguen gozando de buena salud.
Eso no significa que los estadounidenses que dicen estar preocupados por la edad estén mintiendo. Sus decisiones de voto pueden reflejar las opciones disponibles.
“No hay nada incoherente en que la gente diga que una persona de 80 años no debería ocupar la presidencia y luego vote por un candidato de 80 años si esa es la única opción que se les da”, manifestó Whit Ayres, encuestador republicano.
Tampoco está claro que la edad sea una desventaja para los candidatos de más edad. Los gobernantes mayores suelen tener índices de aprobación más bajos que los más jóvenes, según un estudio de 2022 del que es coautor Damon Roberts, doctorando en Ciencias Políticas por la Universidad de Colorado en Boulder. Pero en su investigación, los votantes se mostraron más o menos igual de abiertos a apoyar a candidatos hipotéticos de 23, 50 o 77 años. 2. El partido ante todo
Las encuestas sugieren que los votantes perciben cuestiones más importantes para Biden que para otros candidatos de mayor edad (aunque los encuestadores parecen haber preguntado con menos frecuencia por la edad de los candidatos anteriores). Pero, en estos tiempos de polarización, es mucho más probable que la lealtad al partido determine la elección de los ciudadanos.
“A fin de cuentas, vamos a votar por el partido ‘D’ o por el ‘R’”, afirma Karlyn Bowman, investigadora emérita del American Enterprise Institute que estudia las encuestas de opinión pública. “La lealtad partidista es tan fuerte en este momento que eso prevalecerá sobre las demás preocupaciones”.
La percepción de la idoneidad de Biden también depende de la afiliación partidista. Los republicanos (quienes tal vez no apoyarán a ningún candidato demócrata, por muy en forma que esté) son los más propensos a decir que Biden es demasiado viejo para continuar en la presidencia. Su edad tampoco ha impedido que la gran mayoría de los demócratas consideren su presidencia un éxito (aunque los demócratas más jóvenes muestran menos entusiasmo porque Biden se postule de nuevo).
“La gente considera otras cuestiones a la hora de votar”, dijo Margie Omero, directora de GBAO, una empresa de encuestas demócrata. “El historial de Biden, el historial de Trump, lo que ven como el futuro del país, los logros legislativos, la lucha por el derecho al aborto”. 3. Solo un número
Esto nos lleva a la cuestión de si Biden podrá influir en las opiniones de los electores sobre su idoneidad para el cargo. En febrero, Omero y sus colegas de Navigator Research, una encuestadora demócrata, reclutaron a un pequeño grupo de votantes indecisos para que vieran el discurso de Biden sobre el Estado de la Unión. Antes del discurso, solo un 35 por ciento de ellos lo describía como “apto para la presidencia”. Tras el discurso, en el que se produjo un intercambio de opiniones inesperado entre Biden y los congresistas republicanos sobre la Seguridad Social y Medicare, el 55 por ciento consideró que Biden era apto.
El actual presidente también podría tratar de evadir este tema si continúa limitando sus apariciones públicas. En 1996, Ayres trabajó en la campaña de reelección al Senado de Carolina del Sur de Strom Thurmond, quien entonces tenía 93 años, en un momento en el que, al parecer, sufría un deterioro cognitivo.
“Intentamos mantenerlo lo más invisible posible”, dijo Ayres.
Presidentes anteriores, como Dwight Eisenhower y Ronald Reagan, lograron superar las interrogantes sobre su edad y ganaron la reelección con un buen margen.
Pero Biden es mayor de lo que ellos eran cuando trataron de reelegirse.
“La cuestión no es tanto cómo es hoy”, dijo Ayres. “La cuestión es cómo será en 2028”.
Es posible que el presidente tenga que confiar en que los votantes pasen por alto cualquier preocupación a largo plazo sobre su edad.
4. El factor Trump
Trump, quien tendrá 78 años el día de las elecciones, parece ser el mejor posicionado para ganar las primarias republicanas de 2024. Está a la cabeza de su competidor potencial más cercano —el gobernador de Florida, Ron DeSantis, de 44 años— en las encuestas nacionales y en los respaldos de otros republicanos.
Aunque las edades similares de Biden y Trump podrían hacer que la cuestión perdiera importancia; por ahora, los electores dicen estar más preocupados por la edad de Biden. Y si Trump ataca con dureza el estado físico de Biden, podría atraer más escrutinio que un aspirante más joven pero más mesurado.
Este también es un mensaje que Trump ha utilizado antes (ver: “Sleepy Joe” de 2020) en un enfrentamiento que no ganó. Llegado el momento, todo lo que se ha dicho sobre la edad de Biden puede que a los electores les parezca noticia vieja. El presidente Joe Biden en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, en Washington, el 24 de abril de 2023. (Doug Mills/The New York Times)