Una abrumadora mayoría rechazó este domingo la propuesta de nueva Constitución en Chile con casi el 62% de los votos frente al 38%, resultado que mantiene de momento el texto actual, escrito en 1980 por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformado parcialmente en democracia.
Más de 15 millones de electores votaron para aprobar o rechazar el cambio constitucional que buscaba instaurar mayores derechos sociales. En ciudades del norte, sur y centro del país muchos madrugaron para ejercer el voto que es obligatorio después de una década.
La opción del “Rechazo” lideraba todas las encuestas desde hace más de un mes, pero la campaña del ”Apruebo” movilizó multitudes, sobre todo en Santiago.
La fiesta callejera de quienes estaban a favor del cambio convocó entre 250.000 y 500.000 personas, según los organizadores, mientras que el acto de cierre del “Rechazo” consistió en un evento de no más de 400 personas en un anfiteatro de la capital.
El texto, de 178 páginas, respondía a reclamos expresados en las masivas manifestaciones sociales de octubre de 2019 y consagraba la plurinacionalidad indígena, al tiempo que mantenía la economía de mercado y establecía un nuevo catálogo de derechos sociales en salud, educación y pensiones, con un marcado énfasis medioambiental y de protección de nuevos derechos.
Entre los temas abordados, estaba el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, la reelección presidencial, el sistema de justicia y la eliminación del Senado.
La nueva Constitución iba a sustituir a la actual Carta Magna, heredada de la dictadura y vista por una parte de la sociedad como el origen de las desigualdades del país por fomentar la privatización de servicios básicos, como educación, salud o pensiones.
Esta opción había sido definida como la más feminista y una de las más vanguardistas del mundo en materia de igualdad de género y protección de la naturaleza.
Por parte de los detractores del proyecto, se cuestionaba el desempeño de los integrantes de la convención que redactó el texto, elegidos por voto popular con paridad de género y con 17 escaños indígenas, señaló el politólogo Marcelo Mella, académico de la Universidad de Santiago.
El “Rechazo” se impuso en las 16 regiones del país, incluidas la Metropolitana —que alberga la capital— y la costera Valparaíso, donde ganó contra todo pronóstico con el 55,4% y el 57,6%, respectivamente.
En regiones del centro sur como Ñuble, Araucanía o Maule, dicha opción se impuso por más del 70%, sacándole hasta 30 puntos al “Apruebo”.
“Mejor diablo conocido”
“A pesar que las encuestas previas daban como ganador al ‘Rechazo’, la diferencia lograda es mayor a la esperada. Hay un dicho que se impone siempre en Chile: mejor el diablo conocido que uno a conocer”, indicó a EFE Jeanne Simón, de la Universidad de Concepción.
“Ha hablado el pueblo de Chile y lo ha hecho de forma fuerte y clara”, reconoció en cadena nacional el presidente chileno, Gabriel Boric, partidario del cambio constitucional. Los categóricos resultados, añadió, “exigen a nuestras instituciones que trabajemos hasta arribar a una propuesta que nos interprete a todos, que dé confianza”.
“Queremos hacer un llamado a la calma, a estar orgullosos del trabajo realizado [...] La Constitución del 80 no nos une ni nos representa”, indicó por su parte la diputada comunista Karol Cariola, vocera de la campaña del “Apruebo”.
En tanto, el líder de la campaña del “Rechazo”, Claudio Salinas, manifestó: “Hoy día no hay ganadores ni perdedores. Hay chilenos que nos tenemos que volver a encontrar”.
En un primer análisis de los resultados, el presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), fuerza conservadora, Javier Macaya, aseguró a la prensa que “esto superó absolutamente el escenario tradicional de la derecha contra la izquierda. Esa es la razón por la cual hoy día ha triunfado el sentido común”.
En la misma línea, el senador del partido socialista en la región meridional de Los Lagos, Fidel Espinoza, criticó duramente a los convencionales (partidarios del cambio) y les emplazó a hacerse responsables de lo que tildó de “debacle”.
“Háganse responsables los señores convencionales de esta debacle. Redactaron una Constitución desde el odio y sus frustraciones”, indicó, y añadió: “Quisieron ir por todo y nos dejaron sin nada, pasarán a la historia. Se lo dijimos hasta al propio Gabriel Boric hace meses. Nos ningunearon”.
A futuro
El mandatario chileno anunció que, a partir de este lunes, trabajará de la mano “de la sociedad civil y del Congreso” para buscar un “itinerario constituyente” y darle celeridad a un nuevo proceso.
En este sentido, convocó a todos a los líderes de todos los partidos políticos a una reunión este lunes en el Palacio de La Moneda para analizar los resultados. Boric, que votó en la mañana del domingo en su natal Punta Arenas, había dicho que fuera cual fuera el resultado llamaría tanto a la sociedad como a los actores políticos para proseguir con el proceso constituyente.
“Puedo garantizar que nuestra voluntad y nuestra acción independiente de cual sea el resultado, será convocar a una amplia unidad nacional de todos los sectores, de todas las organizaciones sociales, de la sociedad civil, de los partidos políticos, queremos escuchar todas las voces para poder seguir adelante con este proceso”, subrayó.
Con información de EFE y AFP
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