Contenido creado por Gerardo Carrasco
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Lo que vendrá

¿Podría ser Daniel Sturla el sucesor del papa Francisco?

Tras la muerte del religioso argentino, el Vaticano abre un período de exequias previo al cónclave para elegir al nuevo sumo pontífice.

21.04.2025 07:00

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2025-04-21T07:00:00-03:00
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Tras la muerte de Francisco, la gestión de los asuntos vaticanos quedará temporalmente en manos del cardenal camarlengo mientras se celebran los nueve días de exequias y transcurre el plazo, de entre 15 y 20 días, para organizar un cónclave que elija al nuevo papa.

El camarlengo actuará como papa "interino", encargado de administrar la Iglesia hasta la elección del nuevo pontífice, aunque con poderes reducidos.

El cardenal irlandés Kevin Farrell, de 77 años, fue elegido para este cargo en febrero de 2019.

Todos los más altos responsables del "gobierno" de la Iglesia, es decir la curia romana, deben dimitir de sus funciones a la muerte del papa, quedando solo el cardenal camarlengo para administrar los asuntos corrientes de la institución.

La palabra camarlengo se deriva de la palabra italiana "camera", que significa cámara. Describe una función puramente administrativa que adquiere su importancia cuando muere un papa.

El camarlengo se encarga de administrar el Vaticano y, con la ayuda de los cardenales presentes —reunidos en la "Congregación"— fija la fecha de las exequias y de la convocatoria del cónclave.

Pero el camarlengo y los cardenales no pueden tomar ninguna decisión cuya validez exceda la duración del período vacante del trono de San Pedro, o invada las prerrogativas exclusivas del papa, como por ejemplo el nombramiento de cardenales.

El camarlengo es el encargado de constatar y notificar la muerte del papa.

Hasta Pío XII, fallecido en 1958, el camarlengo constataba la muerte del jefe de la Iglesia golpeándolo en la frente con un pequeño martillo de plata, para asegurarse de que el sumo pontífice estuviera muerto.

El camarlengo toma simbólicamente posesión de las propiedades papales, el palacio apostólico del Vaticano, los palacios de Letrán —sede de la diócesis de Roma— y de Castel Gandolfo, residencia de verano de los papas.

El camarlengo convoca también las reuniones de cardenales, llamadas Congregación. Decide con ellos el día y la hora de la exposición de los restos del papa fallecido, la fecha del entierro —que debe tener lugar entre el cuarto y el sexto día después de la muerte— y la organización de los nueve días de ceremonias de duelo.

Así también, fija la fecha de inicio del cónclave, encargado de elegir al nuevo papa, que debe comenzar, como muy pronto, 15 días después y como muy tarde 20 días tras la muerte del sumo pontífice.

Las exequias tienen lugar en la basílica de San Pedro, salvo en caso de disposiciones testamentarias contrarias. Francisco anunció a finales de 2023 su deseo de ser enterrado en la basílica de Santa María Mayor de Roma, es decir fuera del Vaticano.

Juan Pablo II promulgó, el 22 de febrero de 1996, la constitución apostólica Universi Dominici Gregis sobre la vacante de la sede apostólica y la elección del romano pontífice, que fija todos los plazos para los acontecimientos posteriores a la muerte del papa.

¿Quién será el nuevo papa?

Tras el deceso de Francisco, se desataron las hipótesis acerca del próximo ocupante del trono de Pedro.

El proceso de elección no es sencillo, ya que implica a multitud de cardenales que se reúnen y votan en secreto una y otra vez hasta que un nombre consigue el apoyo de dos tercios de los elegibles para votar. Pero cuando ocurre esto, en el cónclave, ya ha habido antes un debate interno sobre los posibles candidatos a suceder al sumo pontífice.

Para obtener pistas acerca del eventual desenlace, es posible recurrir al libroThe next pope, de Edward Pentin, corresponsal del National Catholic Register, colaborador habitual de EWTN —una red global de Televisión, Radio y Noticias Católicas— y con una extensa trayectoria como corresponsal en Roma. Publicado en 2020, Pentin habla de los 19 cardenales que podrían convertirse en el sucesor del papa Francisco. Ahora, no obstante, el propio Pentin cuenta con una herramienta mucho más completa, en la que no solo se indica quiénes podrían convertirse en el próximo pontífice, sino que sirve también a los propios cardenales para conocerse entre sí.

Según recuerda la televisora española La Sexta, el informe del colegio cardenalicio fue lanzado en diciembre de 2024 y presenta a una serie de cardenales y su posición sobre una serie de temáticas clave que enfrentan la Iglesia y la sociedad al día de hoy. El informe de Pentin muestra un total de 22 cardenales papables, pero de estos son doce los que se colocan con cierta ventaja de cara al próximo cónclave de la Capilla Sixtina:

Angelo Bagnasco

Matteo Zuppi

Robert Sarah

Luis Tagle

Malcolm Ranjith

Pietro Parolin

Pierbattista Pizzaballa

Péter Erdo

Willem Eijk

Anders Arborelius

Charles Bo

Jean-Marc Aveline

Sin embargo, las “quinielas” acerca de quién será el nuevo líder global de los católicos son diversas y manejan nombres variados. Por ejemplo, el sitio noticioso español Libertad digital publica por estas horas una lista de quince posibles papables, y en el lugar número doce aparece el cardenal uruguayo Daniel Sturla.

“El cardenal salesiano era el menor de cinco hermanos, que tuvieron que crecer antes de tiempo tras la prematura muerte de sus padres. Licenciado en Derecho y en Teología por el Instituto Teológico de Uruguay, ha ascendido rápidamente en la jerarquía eclesiástica, ya que en 2011, el Papa Benedicto XVI lo nombró auxiliar de la archidiócesis de Montevideo, en 2014 el Papa Francisco lo nombró arzobispo de Montevideo y le dio un palio en la Basílica San Pedro. En 2015, se convirtió en cardenal”, consigna dicho medio.

Esta mañana, Sturla dijo a Informativo Sarandí que el próximo 23 de abril presidirá en Montevideo una misa de homenaje al extinto líder religioso. Luego viajará al Vaticano, donde participará de una serie de reuniones junto a más de un centenar de cardenales provenientes de todo el mundo.