Contenido creado por Gerardo Carrasco
Internacionales

Trágico

“No te escucho ahogarte”: Joven español muere tras escandalosa negligencia médica

El doctor se negó a internar al paciente asegurando que sí podía respirar. Pero tenía una trombosis pulmonar.

08.11.2019 12:22

Lectura: 7'

2019-11-08T12:22:00-03:00
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"Señora, su hijo respira perfectamente. Él dirá lo que quiera, pero respira", le dijo a la madre de Aitor García el médico del Summa 112, el servicio de emergencias de la comunidad de Madrid,
Según informa el periódico local El Mundo, el facultativo que se negó a pedir una ambulancia. El paciente, de 23 años, estaba sufriendo una trombosis pulmonar que acabaría por causarle la muerte por falta de oxigenación cerebral.

Carmen Ruiz, la madre del muchacho, no podía creer lo que ocurría. En su casa del barrio de Navalcarnero, su hijo se ahogaba frente a ella. Mientras tanto, el médico del Summa 112, le decía: "Señora, páseme a su hijo al teléfono, pásemelo".

"¡Pero es que se está ahogando! ¿No le digo que se está ahogando?", respondió a su vez la angustiada madre, pero el doctor siguió en sus trece. "Pásemelo. ¿Si estuviera en un hospital le tendría que atender un médico o no?"
La mujer hizo caso al profesional y puso al chico a hablar con el médico. De acuerdo con el citado periódico, que tuvo acceso a la grabación de la llamada, el paciente apenas podía balbucear algo

- Me ahogoooo... No puedoooo...

- Yo no te escucho que te ahogues. ¿Has estado nervioso o algo?

- Nooo...

- A ver, pásame a tu mamá -

Cuando la mujer retoma el aparato, recibe una inesperada respuesta: "Señora, su hijo no tiene nada. Respira perfectamente".

Para Aitor, la suerte está echada. Mientras el médico suelta un "hasta luego" y dela a su madre hablando sola, él vuelve a quedar inconsciente. Se pone azul y entra en paro cardiorrespiratorio. Y aunque el médico acababa de asegurar que estaba perfectamente bien, resulta evidente que eso no es real.

Tras otra llamada a emergencias, la ambulancia llega 23 minutos más tarde, pero el daño sufrido por Aitor ya es irreversible, y muere cuatro días después. La trombosis pulmonar fue la causa indirecta de la muerte. La causa directa fue ese lapso de 23 minutos sin irrigación cerebral, aseguran los padres del falleció y el representante legal de estos en la demanda que llevan adelante contra el servicio médico.

El médico que atendió la primera llamada llegó a sugerir que el joven podría estar drogado y en lugar de mandar una UVI Móvil (ambulancia CTI preparada para emergencia) mandaron una sin médico. "Ni tocaron al chico cuando llegaron, de mal que lo vieron", recuerda la madre.

Carlos Sardinero, abogado de la familia, asegura que sólo ocho minutos después, a la cuarta llamada, otro médico del Summa activa todos los protocolos, incluida la Guardia Civil, que es la primera en llegar al domicilio.
Una vez que llega la segunda ambulancia "la médico nos dijo que el cerebro había estado demasiado tiempo sin riego" cuenta Carmen. Cada minuto que una persona pasa en parada cardiorrespiratoria pierde, según consenso de los expertos, un 10% de posibilidades de seguir vivo. Aitor pasó 23 minutos sin riego, según los datos de la propia Comunidad.

"Nosotros no podemos estar seguros de que mi hijo se pudiera haber salvado, pero lo que seguro que se perdió fue la oportunidad de que viviera", agrega Bartolomé, el padre del fallecido.

Los progenitores reclaman 175.000 euros como indemnización por vía administrativa a la Comunidad de Madrid, de quien depende el Summa 112, por la muerte de su hijo, que quedó prácticamente en muerte cerebral aquel 14 de enero de 2018 y falleció cinco días después.

La Comunidad de Madrid aseguró al mencionado medio que todo se hizo correctamente, y que la conversación con el primer médico no determinaba en absoluto que el joven estuviera realmente ahogándose. La inspección médica concluyó en un primer momento, a petición de los padres, eso mismo, que todo se había hecho conforme a los protocolos. Fue entonces que Carmen y Bartolomé solicitaron acceso a las grabaciones.

El abogado asegura que los audios les llegaron "mutilados" y con trozos faltantes, pero que aún así servirán como prueba en el caso, que planea llevar por la vía penal.

"La Comunidad de Madrid no sólo se niega a asumir su responsabilidad, sino que ni siquiera ha identificado a los médicos que participaron en la peripecia", explica Sardinero, quien ejerce para la Asociación del Defensor del Paciente.

Sardinero y los padres de Aitor calculan que si en esa primera llamada se hubiera activado el CTI Móvil del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles, a 14 minutos con tráfico normal (mucho menos obviamente para una ambulancia) de la casa de la familia, el desenlace podría haber sido otro.

En cuanto a la trombosis que originó el paro cardiorrespiratorio, la familia también reclama al Servicio Madrileño de Salud: acudieron dos veces al centro en diciembre, ya que el joven presentaba "mucho dolor intercostal". Y aunque el joven llegó a estar internado en una ocasión, le dieron el alta porque el dolor era, según el diagnóstico, "de origen mecánico".

Aitor, estudiante de Ingeniería del Automóvil, tenía en los pulmones un trombo sanguíneo que nadie supo ver -sólo le dieron analgésicos- y que a la postre que le iba a provocar el paro y después la muerte por falta de irrigación cerebral.

El periódico El Mundo incluye en su informe la transcripción de la conversación que la madre del infortunado joven tuvo con el primer médico que atendió sus llamadas. El texto es el siguiente:

 

- Madre: Mire, es que se ha levantado el chico y se ha mareado al levantarse. Yo estaba en la cocina y le he sentido caerse

- Médico: Sí

- Madre: Y entonces un sudor enorme... Ahora se ha quedado más bien frío, pero con un sudor enorme.

- Médico: ¿Él está en tratamiento de algo?

Madre: No, no.

- Médico: Ha tenido un síncope entonces.

- Madre: Y está como, como... Dice que no puede respirar.

- Médico: Vale. Pásemelo al teléfono, por favor.

- Madre: A quién: ¿al chico?

- Médico: Claro.

- Madre: No puedo, no puedo.

- Médico: Es que tiene que hablar con el médico. ¿No tiene un móvil, y la llamo yo?

- Madre: ¡Si él no puede, si él está en la...!

- Médico: Señora, si estuviera en el hospital ahora mismo un médico allí, ¿tendrá que hablar con él o no?

- Madre: Bueno, pero usted...

- Médico: Da igual que sea por teléfono o lo que sea, tiene que hablar con el médico.

- Madre: Él dice que no puede respirar y que...

- Médico: Bueno, ya, pero yo necesito evaluarlo. Señora, porque él puede necesitar una UVI, puede necesitar un ingreso hospitalario o puede necesitar un médico...

- Madre: Mira, que dice el médico que tienes que hablar con él, que a ver lo que te pasa...

- Médico: Dígame, qué te ocurre, cuéntame un poquito.

- Aitor: Me ahogoooo...

- Médico: Yo no te escucho que te ahogues. ¿Has estado nervioso o algo?

- Aitor: Noooo [sin poder vocalizar]...

- Médico: Entonces, ¿estás en tratamiento de alguna cosa?

- Aitor: No puedooo... Me ahogoooo...

- Médico: A ver, pásame a tu mamá.

- Aitor: No puedooo...

- Médico: Pásame a tu mamá.

- Madre: Mire usted como está.

- Médico: No, respira perfectamente. ¿Está a tratamiento psiquiátrico de algo?

- Madre: No, no, de nada [se oye de fondo a Aitor gritar: "Me ahogoooo, no puedoooo"].

- Médico: ¿De nada? ¿Ha tomado alguna d... Alguna...?

- Madre: No, mire, si ayer ni salió ni nada, estuvo aquí en casa metido todo el día...

- Médico: Bueno, irá un médico a verlo y tendrá lo que sea, no lo sé, pero ¿no puede ser que haya tomado algo?

- Madre: No, no...

- Médico: ¿Algún medicamento o algo?

- Madre: No.

- Médico: Pues respira perfectamente, ¿eh? Que respira perfectameeente...

- Madre: Pues él dice que no puede respirar.

- Médico: Él dice lo que quiera, pero respira perfectamente porque habla perfectamente, ¿vale?

- Madre: Pues mire usted yo no sé lo que...

- Médico: Bueno, irá un médico a verlo, pero él sí respira...

- Madre: Yo no sé...

- Médico: Sí, respira. Venga. Hasta luego. Parece más bien que está tocado de algo. No sé. Vamos a ir a verlo. Venga, hasta ahora.