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Política

Serenismo

“No discuto con fuentes”: Bergara reafirma candidatura y ve margen fiscal limitado en 2025

El precandidato dijo que debe haber un “shock” en el Sistema de Cuidados, y reflexionó acerca de la “mala lectura” del FA sobre el agro.

25.02.2024 09:05

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2024-02-25T09:05:00-03:00
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Por Gonzalo Charquero y Aníbal Falco

Mario Bergara corre por segunda vez la carrera electoral como precandidato. Esta vez, la competencia interna del Frente Amplio (FA) parece polarizarse entre Yamandú Orsi y Carolina Cosse, pero el economista afirma que dará “la batalla”.

En entrevista con Montevideo Portal, el postulante por el bloque seregnista respondió sobre el futuro de su candidatura y los distintos análisis que hay en la interna del Frente Amplio sobre la continuidad de su postulación. “Yo no discuto con fuentes”, respondió Bergara más de una vez ante las repreguntas.

Acerca de los últimos dichos del expresidente José Mujica, sobre que Yamandú Orsi “es el único que les puede ganar a los blancos”, Bergara señaló que “no contribuye” con esas declaraciones, y que fue “políticamente equivocado”. “Acá nos precisamos todos. No sobra nadie y no hay superhéroes”, dijo.  

Bergara, que sostiene que el Banco Central del Uruguay (BCU) debería intervenir en el mercado de cambios para levantar el precio del dólar, asegura que un próximo gobierno tendrá escaso margen de maniobra económica.

Sin embargo asegura que, en caso de un triunfo, el FA debería apoyarse en el crecimiento para empujar, entre otras propuestas, un “shock” en el Sistema de Cuidados.  

En la entrevista, el economista también reflexionó en tono crítico sobre el vínculo del Frente Amplio con el agro, el uso político de las empresas públicas, y reivindicó la conducción económica del astorismo. “La raíz seregnista es un eje y el otro es la astorista. La gente sabe el rol que cumplió Danilo Astori para ganar las elecciones y para gobernar”, reivindicó. 

Consultado sobre si podría asegurar que un próximo gobierno de la fuerza política no tendrá un incremento de impuestos, el precandidato dijo que una promesa de ese tipo es “demagogia” porque no se puede saber de antemano la coyuntura económica de acá a cinco años.

A continuación, un resumen de la entrevista en la que Bergara también manifestó su visión sobre si Venezuela es una dictadura o no. 

¿Cómo evalúa la marcha de su campaña y qué espera para marzo?

Nosotros consideramos que estamos en una nueva etapa de la campaña, sobre todo a partir del gran acto que hizo el Frente Amplio en La Paloma. Y a partir de eso los seregnistas decidimos pisar el acelerador en cuanto a algunas cuestiones programáticas. Las preocupaciones de la gente pasan por los temas de ingresos, de empleo, de llegar a fin de mes. Por la inseguridad y la penetración del narco mucho más extendida de lo que estaba hace cinco años. Otro tema es el educativo y una cosa que de alguna manera interactúa con todas estas: la fractura social. Esos son los temas principales de los que tenemos que dialogar en campaña. El otro eje central que queremos poner sobre la mesa es que solo vamos a poder resolver estas problemáticas en contextos de crecimiento económico. Y ahí es donde vemos una falla de este gobierno. No tuvo una agenda de crecimiento. La gestión económica se concentró en el resultado fiscal, y con resultados bastante pobres hasta el momento.

Yendo a las declaraciones de José Mujica, y la respuesta de Carolina Cosse sobre que es una visión antigua diferenciar entre Montevideo e interior. ¿Qué piensa usted?

Es que no hay una homogeneidad en el interior. Hay múltiples interiores. No se parece demasiado el interior del litoral con Argentina al de la frontera con Brasil, o los departamentos del centro. Hay que entender que hay múltiples interiores y no siempre interpretamos bien a cada uno de ellos. Creo que el FA ha hecho un esfuerzo importante después del proceso de autocrítica para ir al diálogo con todo el país. En clave electoral, me parece que no es fructífero generar ese tipo de análisis. Plantear que hay un único candidato que puede ganar la elección no es correcto. Acá si el Frente gana es porque todos tiramos del carro. Porque el Frente gana, no un candidato. Creo que esa debió haber sido una de las lecciones del proceso de autocrítica. Si no estamos todos en el mismo trillo… Acá no sobra nadie. Por algo perdimos las elecciones, también. A mí me parece absolutamente razonable que Mujica entre en la campaña, que hable en favor del candidato que respalda. Pero creo que esa forma de plantearlo no contribuye, no resulta unitaria, y además es políticamente equivocada. Acá nos precisamos todos. No sobra nadie y no hay superhéroes. Y mucho menos en el Frente Amplio, donde sabemos que si el Frente gana es porque todos los espacios se potencian.

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

Más allá de que hace un par de ciclos electorales se posiciona como precandidato, su formación y expertise en la administración pública ha estado enfocada en temas económicos. ¿Qué tres propuestas concretas debería priorizar el FA en esa área en caso de acceder al gobierno?

En primer lugar están las propuestas contenidas en las Bases Programáticas del FA. Y después hay cosas que hay que hacerlas de manera integral. Tiene que haber una política de impulso a la tecnología y a la innovación para que haya crecimiento. Y superar el atraso cambiario actual que es absolutamente inconcebible, mientras el gobierno y el BCU chiflan para el costado. Hace más de dos años que el BCU no compra un solo dólar en el mercado.

Usted ha pedido una leve intervención hace unos días.

Es que se ha ido viendo cómo ha ido cayendo desde 43, 42, 41, 40, 39, mientras existen un reclamo generalizado de las gremiales empresariales, que también nos criticaban a nosotros por el atraso cambiario. 

¿Se imagina un salto del dólar?

No necesariamente un salto, hay que ver los procesos. Pero los propios modelos del BCU indican que el dólar está sensiblemente desalineado del valor que tendría que tener.  Y yo creo que una modesta intervención en el mercado empezaría a corregir eso. Además porque no es solo el impacto financiero de la compra de dólares, sino también en cómo opera eso en las expectativas del mercado. Hoy la señal es que al gobierno no le interesa intervenir ahí, no le interesa para dónde va el dólar, que lo defina el mercado solito, con el daño que eso está haciendo. Esa señal es lo que alimenta las expectativas a la baja. 

¿Puede haber un interés de mantener el dólar bajo para un aumento de consumo en año electoral?

No lo asocio a eso porque esto hace dos años está. A mi gusto, el Banco Central tiene la capacidad financiera y la necesidad de política económica de actuar estabilizando los procesos, evitando saltos o caídas bruscas. Pero evidentemente hay una visión distinta en el equipo económico. Después, por otro lado, hay que mantener los equilibrios macroeconómicos. Hay que recomponer algunas políticas que se han ido debilitando, tanto por recursos como por la propia gestión.

¿Por ejemplo?

Por ejemplo el Sistema de Cuidados. Una de las primeras medidas que debería tomar un próximo gobierno es un shock en el Sistema de Cuidados, que aborda en primer lugar la asistencia a la primera infancia. Hoy tenemos una pobreza infantil que marca que un niño de cada cinco vive en condiciones de pobreza.

Eso no es nuevo. Ya era así hace unos años.

En el 2004 seis de cada 10 niños eran pobres. Ahora son dos de cada diez. Pero en un contexto donde la pobreza era el 40%; y ahora es del 10%.

Pero en 2019 ya rondaba el 17%.

Habíamos bajado de 65% a 17%. Ahora volvió a subir a 20% o 21%. Y hay que poner el foco ahí. En el Sistema de Cuidado la primera infancia es fundamental, además de otros colectivos como los adultos mayores y las personas en situación de discapacidad. Considerar el impacto que tiene el Sistema de Cuidados en las mujeres y jefas de hogar para que tengan la posibilidad de estar en el mercado laboral. Ahí hay una medida concreta en la que deberíamos avanzar rápidamente.

 ¿Qué otros temas priorizaría? 

Otra cosa inmediata es el llamado inmediato para reformar de manera profunda, y de manera más justa, el sistema de seguridad social. Y hay aspectos de políticas en distintos sectores. En el turismo no hemos visto políticas más agresivas pospandemia. Hay más anuncios que realidades. En materia agropecuaria hay cosas para hacer, ponerle un nuevo escalón de crecimiento al sector. Sobre todo la parte de riegos. No solamente a los grandes productores sino ir a lógicas de apoyo y asociatividad de productores pequeños y medianos. Si logramos avanzar en esa materia vamos a tener mucho más productividad en el sector agropecuario. Obviamente hacer una reforma educativa de verdad, para combatir la fragmentación social, pensar en políticas de seguridad, todo requiere recursos. Y los márgenes de maniobra que va a tener el próximo gobierno son muy limitados, porque la situación fiscal que va a dejar el gobierno no va a ser mejor que la de 2019.

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

Estamos hablando de expansión del gasto. En educación el FA apunta al 6% del PIB. ¿Qué harían con el déficit fiscal? ¿Tiene un cálculo de cuánto podría expandirse el gasto?

Primero vamos a ver cuál es el estado de situación a principios de 2025. Nuestra percepción es que el déficit no va a ser muy distinto al que había en 2019. El margen es limitado. Ojo, este gobierno en su momento decía que eso (el nivel del déficit) era catastrófico.

Uno de los grandes cuestionamientos que había en 2019 era que el crecimiento económico no se daba porque el déficit era alto.

Eso es un razonamiento equivocado. Lo que es real es que ellos decían: ese déficit es absolutamente catastrófico, insostenible. Bueno, hoy tenemos un déficit muy parecido, la deuda es ocho puntos más alta. Y nosotros no decimos que es catastrófico. Ellos deberían decir ahora que su situación fiscal y de deuda es catastrófica si fueran coherentes. Nosotros no lo decimos. Pero sí decimos que el margen de maniobra para el futuro es limitado. Por eso ponemos el énfasis en el crecimiento económico. Pero para crecer hay que tener políticas.

¿Establecería una meta de déficit?

Siempre hay una meta de déficit.

¿Y cuál sería saludable?

La que genera una trayectoria de deuda sustentable. Te estoy dando una respuesta de texto.

¿2%?

No te estoy dando un número, te estoy dando una respuesta conceptual. Depende a qué ritmo creces, depende tu producto de largo plazo, depende de muchas cosas. Lo que vos no podes permitir es un espiral de endeudamiento. La gestión fiscal de los gobiernos del Frente fue muy prudente. La deuda pública pasó prácticamente del 100% del PIB a 40 y pico. La reflexión que hacemos es que, gane quien gane, los márgenes financieros para la próxima administración van a ser muy limitados. Por lo tanto, con más razón hay que pensar en términos planificados qué políticas hay que tener, y después el crecimiento económico y los márgenes financieros irán dando un poco el ritmo. Y obviamente tenemos la visión de un crecimiento inclusivo. Acá no es solo para los malla oro. Hay que recomponer varios temas. Ha habido un deterioro en la atención de la salud. En educación, como en seguridad, tenemos que verlo en clave de políticas de Estado.

Hizo una propuesta concreta sobre seguridad para generar un diálogo nacional. ¿Por qué cree que el Frente Amplio no la acompañó?

Yo no diría que no la acompañó.

Pero hizo un planteo a Fernando Pereira que no se concretó.

Puede haber visiones diversas en Frente, como hay en todos los temas, en cuanto a la necesidad de ir a un diálogo en la materia, pero que en realidad está planteado en las propias Bases Programáticas. En primer lugar, hay que asumir una cosa que rompe los ojos: el tema del narco no se va a resolver en una administración de gobierno. Y lo que está pasando es que estamos a los bandazos de política: si gana uno vamos para un lado, y si gana otro vamos para el otro. Y así no estamos resolviendo nada. Es cierto que partimos de puntos distantes pero tenemos que tener madurez en el sistema político. Lo que sí hubo en el Frente fue un tema más de oportunidades. Ahora en campaña electoral es difícil sentarse a dialogar. Es entendible, pero igual yo creo que hay señales que dar en esa materia por parte de todos los partidos. Porque nosotros no deberíamos hacer lo que hicieron ellos, que es utilizar frívolamente el tema seguridad como botín electoral. Además de prevención, represión y rehabilitación, la otra pata fundamental es el combate al lavado de activos. En la campaña el riesgo de que la seguridad se discuta en términos de botín electoral está. Si uno ve las propuestas de los precandidatos del oficialismo es perseverar la tónica de endurecer la represión y nada más, con cosas que parecen más de efectismo marketinero que de realidad. Allanamientos nocturnos, cadena perpetua planteó Cabildo. Toque de queda: Zubía dijo que no hay que salir después de las 11 de la noche. Los militares en la calle. O sea, perseverar en la línea de que solo hay que endurecer la represión creo que es un enfoque equivocado.

Pero eso es lo mismo que decir que en el Frente, como hay sectores que impulsan subir el IRAE o la nacionalización de la pesca, todo el FA plantea eso.

Yo hablé de cuáles son las propuestas de algunos de los precandidatos. Y son esas. No son otras. Ojalá a Diego Sanjurjo le dieran más relevancia. Así como votaron la Ley de Urgente Consideración solos, ¿por qué no implementaron ya las cosas que están en ese documento? No es excusa del actual gobierno que el FA no haya firmado ese documento para no implementarlo.

¿Siente que con una moderación del MPP, con un candidato como Yamandú Orsi, a su postulación le está costando diferenciarse en la campaña interna del FA?

No, yo creo que la gente tiene claro que el FA tiene una diversidad de enfoques. Y el mapa de precandidaturas debe reflejar esa diversidad. Y creo que en general está claro de que existe un espacio de origen marxista, otro espacio nacional-popular, y un espacio que algunos le dicen socialdemócrata. Y son tres posicionamientos ideológicos diferentes, y el Frente ha convivido siempre con eso. La diversidad no es un problema para el Frente. Nosotros apuntamos a reflejar una parte de esos posicionamientos y damos la batalla. Después obviamente en la campaña operan otros factores. Del lado del seregnismo, en Convocatoria estamos avanzando en la consolidación pero no es lo mismo el accionar político comparado con partidos que tienen mucho tiempo.

Pero pensando en la competencia interna, por ejemplo, el MPP no es el mismo MPP de hace 20 años. Hay un pragmatismo y una experiencia vital después de haber sido gobierno. Un caso particular es el posicionamiento sobre el plebiscito de la seguridad social, donde tiene la misma posición que el MPP, mientras otros sectores lo apoyan.

Sobre variaciones de visión y de cuestiones programáticas en el Frente, de 1971 para acá, hay ríos de tinta. Todo lo que es aprendizaje está muy bien. No es lo mismo no haber gobernado nunca, que haberlo hecho 15 años. Igual después hay diferencias de todas formas. A ver, ¿vamos a volver a tener una lógica de dos equipos económicos? ¿Cuál va a ser nuestro relacionamiento con las Fuerzas Armadas? La utilización de las empresas públicas.

¿No haría caja con las empresas públicas?

No es un tema fiscal. Es un tema de la utilización política de las empresas públicas.

Usted fue ministro en el gobierno de Mujica, y es el período que más se interpela.

Sí, y yo recuerdo que mi antecesor, que fue Fernando Lorenzo, en múltiples ocasiones dijo que iba lunes tras lunes al gabinete de Mujica a plantear que había accionar de algunas empresas públicas que estaban fuera de rango. Esas son cosas que también hay que poner sobre la mesa y ahí hay diferencias. O por lo menos explicitar lo que implicaría mirar hacia atrás y ver que hay cosas que no se hicieron bien. Pero bueno, creo que cada uno busca, a partir del perfil político ideológico que tiene, después busca la salida al electorado, pero hay temas a afrontar con profundidad. El gobierno hay que hacerlo con profundidad. No se puede navegar en la superficie de los temas. Y hay que trabajar con equipos. Yo creo que en 15 años de gobiernos del Frente la gente sabe qué rol cumplió el astorismo y el espacio seregnista.

¿Ese es su valor?

Tenemos experiencia de gobierno. Evidentemente la raíz seregnista es un eje, y el otro eje que interactúa con lo anterior es la raíz astorista, que nos distingue. La gente sabe el rol que cumplió Danilo Astori para ganar en las tres elecciones y para gobernar .

La candidatura cuestionada

Algunos dirigentes dentro de Convocatoria señalan en ámbitos informales que su candidatura no despega en las encuestas. ¿Usted qué responde a eso?

No escuché dirigentes que dijeran eso. Escuché fuentes que dijeron eso. Y yo no discuto con fuentes.

El senador José Carlos Mahía dijo en una entrevista radial que están operando políticamente para que usted se baje. ¿Lo percibe así?

¿Quién está operando políticamente? Si son fuentes, no entro en esas discusiones. Acabamos de hacer la semana pasada una conferencia de prensa con todos los sectores representados de Convocatoria planteando que vamos a pisar el acelerador en materia de campaña con el enfoque programático que comenté recién. Ahí es donde estamos parados.

¿Nadie le ha planteado la posibilidad?

Sí, claro. Puede haber planteos informales de aquí, de allá, de otros ajenos a Convocatoria. Todo puede suceder. Nuestro posicionamiento político es el que se reflejó en la conferencia de prensa, lo que acabo de decir, y con fuentes yo no discuto.

Pero ese tema se conversa entre dirigentes del Frente…

—Interrumpe la pregunta— Ya te di respuesta. Si no te alcanza entiendo que no te alcance, pero es la respuesta que te voy a dar.

¿Por qué cree que sobre su caso hay tanta insistencia en poner ese tema sobre la mesa?

Presiones de fuentes… La misma respuesta que di antes. Me podés hacer la misma pregunta de 10 formas distintas, y vas a recibir 10 veces la misma respuesta.

¿Maneja algún plazo para definir?

Ya fue respondido.

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

Yendo a lo que dijo Mujica, ¿siente que también necesita fortalecer su presencia en el interior?

Todos lo necesitamos. Yo hice la campaña de 2019, el año pasado hice dos recorridas casi enteras, ahora arrancamos otra.

¿No lo bancan a Bergara en el interior?

Sí, lo bancan —se ríe—. Creo que está claro que todo el Frente tiene que hacerse fuerte en el interior. El Frente en 2019 perdió más de 200 mil votos. Perdió 70 mil votos en la zona metropolitana, y después perdió más de 100 mil votos en el interior. El FA se tiene que hacer fuerte en todos lados y en el interior en particular. Y además es más complejo en el interior porque ahí interactúas con intendencias que tienen accionar clientelar grosero. Pero todos tenemos que hacernos más fuertes en el interior. Y uno es más aceptado o menos aceptado en la medida que va, habla, se incorporan las temáticas. Se entienden. El FA se alejó del interior también cuando se alejó del sector agropecuario, del campo. La visión errada es que toda esa gente es terrateniente y latifundista. Eso no es así ni mucho menos. Además el impacto cultural y político del sector agropecuario va mucho más allá de la actividad productiva.

¿Hubo una mala lectura de Un solo Uruguay? ¿Reaccionó mal el Frente?

Sin duda hubo una mala lectura del vínculo con el sector agropecuario. Creo que es una de las cosas que estuvieron en la autocrítica. Pero en todo caso, todos tenemos que hacer las campañas que tenemos que hacer si queremos que el Frente gane. Acá no pueden resolverse las campañas en acuerdos de cúpula. Hay que ir a la gente y necesitamos llegar a todo el mundo. Si alguien piensa que el FA tiene la elección ganada está completamente equivocado. El gobierno se ha deshilachado pero no es un gobierno derrotado.

Recién hablaba del diálogo con el interior y con el sector agroexportador. Quería atar esto con algunas propuestas económicas en el tema de impuestos. El manual de campaña dice que en la campaña es mejor no hablar de impuestos. ¿Usted puede asegurar que un gobierno del Frente no va a incrementar los impuestos?

Es que eso no lo puede asegurar nadie. Porque lo que pasa en cinco años en el mundo es imposible de saber. No creemos que sea por la vía de incremento de impuestos que vamos a tener un resultado maravilloso, que a veces está un poco esa visión. Ni mucho menos. Pero decir que no se va a aumentar ningún impuesto, además para después hacer lo contrario como ya pasó en este gobierno.

Y en el anterior.

Y en el anterior también. Creo que en todo caso ese tipo de afirmaciones tienen contenido demagógico y no de compromiso. Es imposible saber lo que… En los gobiernos del Frente hubo una crisis financiera internacional más grande que la crisis del 30. ¿Quién iba a prever los impactos de eso? El petróleo se fue a US$140. ¿Quién lo iba a prever? Vino la pandemia. ¿Quién lo iba a prever? La dinámica del mundo es tal que uno no puede decir: en cinco años no voy a hacer esto o lo otro.

¿Cómo maneja la discrepancia interna en el FA sobre el tema Venezuela?

Primero la sustancia. Nosotros pensamos que Venezuela tiene un gobierno autoritario y un proceso que no es plenamente democrático cuando tenes restricciones a la libertad de expresión, a la participación política.

¿Gobierno autoritario no democrático es igual a dictadura?

Ahí es ir cómo a la etiqueta no. Es como si uno tuviera que dar credenciales democráticas si dice o no la palabra dictadura. ¿A ustedes les parece que el FA tiene que dar credenciales democráticas después de lo que vivió en Uruguay? ¿Hay algún partido que tenga más credenciales democráticas? Capaz que tendrán las mismas, pero más ninguna.

¿Pero por qué les cuesta tanto decir que es dictadura?

Porque hay visiones distintas. Pero además el asunto es el siguiente: el otro día leía material de politólogos que señalaban que más del 60% de la población del mundo vive en regímenes dictatoriales o autoritarios. Uruguay exporta a 160 países, casi el 40% de esos países son autoritarios o dictaduras. No está bien que un presidente o un canciller se paren en un pedestal y digan: vos sos dictadura, vos no. En todo caso tomás las decisiones coherentes con ese enfoque desde tu labor de gobierno. ¿Qué pasa con Catar, Emiratos Árabes, China, Cuba, Nicaragua?.

Hay diferencias en las hegemonías culturales de occidente versus las de oriente.

¿Entonces hay dictaduras que se permiten y otras que no? ¿Se evalúan distinto según cuánto nos compren?

Culturalmente hay una diferencia.

Todo bien, pero acá estamos en la cosa de que nos paramos en un pedestal para señalar eso. ¿Esa es la forma de relacionamiento exterior de Uruguay? No ha sido así históricamente. Hay procesos de la comunidad internacional para ayudar. Con Venezuela hubo un intento que se dio acá en Montevideo en el gobierno de Tabaré Vázquez. Después hubo otro proceso donde tuvo un rol fundamental Enrique Iglesias. Eso es una cosa. Pero además, si es así, ¿cómo se explica que después de seis años este gobierno manda un embajador a Venezuela?

Ahora que renunció, ¿Uruguay debería volver a designar un embajador?

Renunció. No fue una decisión del gobierno.

Sí, renunció para hacer campaña.

Pero no fue una decisión del gobierno de retirar el embajador, que no es un detalle menor.

¿Desde su punto de vista el gobierno debería volver a designar un embajador o lo dejaría con un encargado de negocios?

Yo dejaría un encargado de negocios como pasó en el último período del Frente. Pero en todo caso, también yo creo que el tema Venezuela viene porque estamos en campaña. Es como un tema que está en el banco de suplentes y cuando vienen las elecciones, entra de titular para un juego político electoral, y no por un tema de sustancia.

También es verdad que fue la izquierda, con Chávez y sus petrodolares, la que puso a Venezuela en la agenda mediática.

No todo el mundo. Igual el proceso en Venezuela ha involucionado significativamente, pero no todo el mundo ponía a Chávez como el referente a lo que queríamos ir. No fue la postura del seregnismo, del astorismo, el tener a Chávez de referencia. Como tampoco era el kirchnerismo. Nunca fue la referencia del astorismo ni el chavismo ni el kirchnerismo.

El último tema que queríamos tocar es la denuncia por abuso sexual contra Gustavo Olmos. A mediados de marzo va a haber un Plenario. ¿Qué ocurrirá con su banca y cómo ha transitado usted esto?

Es un tema doloroso para nuestra organización. Para Convocatoria y para Fuerza Renovadora es un tema doloroso. Nosotros optamos desde el incio por tomar todos los antecedentes y enviarlos al Tribunal de Conducta Política del Frente, porque es el ámbito que el Frente Amplio diseñó para atender este tipo de casos. Porque son temas dolorosos, temas complejos. Nostros pusimos todos los antecedentes a consideración del Tribunal y estamos a la espera de la decisión que sugiera el Tribunal. Y no nos corresponde anticipar u opinar algo que está siendo tratado en el tribunal. Nosotros respaldamos a la denunciante en terminos de que si tendría que hacer una denuncia, se hiciera, y también a la posibilidad de que todos den su visión y tengan su defensa. O sea, un debido proceso.

¿No hubo respaldo al denunciado?

No. Lo que hubo es respaldo a un debido proceso. Que implica acompañar a quien denuncia y también el derecho del denunciado a dar su visión. Nosotros comprendemos que lo que dicen los protocolos es que revolver en la arena pública este tema fomenta lo que se quiere evitar: la llamada revictimización. Y no es desde Fuerza Renovadora que nosotros impulsamos ese tratamiento que entendemos es negativo y revictimiza. Por lo tanto, nuestra tesitura es: llevamos todos los antecedentes al tribunal y ahora estamos dejando que el tribunal trabaje desde el lado nuestro con la mayor tranquilidad posible. Y nos vamos atener a lo que resuelva el Frente Amplio a partir de la sugerencia del Tribunal de Conducta Política.

¿Pero tiene una posición formada?

La posición formada es que nos vamos a atener a la posición que define el FA a partir de las sugerencias del tribunal.

Supongo que se habrá aggiornado sobre lo que pasó.

Nosotros no hacemos la investigación. No nos corresponde. Los antecedentes lo elevamos y el tribunal convocó a las partes, tuvo entrevistas, y nosotros no participamos. No nos corresponde transformarnos en jueces. No tenemos las condiciones ni la información para evaluar eso.