Montevideo Portal
“Existe un amplio consenso en que la medida fue positiva”: así concluye el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd) su informe titulado “Percepciones sobre la medida de restricción del uso de celulares en el Colegio Santa Elena”.
El documento recoge testimonios de estudiantes, sus familias, docentes y equipos técnicos sobre la política institucional del colegio de prohibir los teléfonos móviles en horario curricular.
Volviendo al pasado
El 2025 no fue un año más para los alumnos de séptimo, octavo y noveno grado del Colegio Santa Elena en sus sedes de Montevideo y Lagomar. La expectativa por conocer a sus nuevos profesores y compañeros se vio opacada por una medida contundente: durante todo el año lectivo, estaría prohibido usar el teléfono en las siete horas diarias de clase.
La mecánica era simple: al llegar a clase, cada estudiante depositaba su teléfono en un “estacionamiento de celulares”, grandes cajas de madera divididas por grupo donde los dispositivos móviles eran guardados bajo llave hasta la finalización de la jornada liceal.
La política, en un principio antipática, buscaba resolver una serie de problemas. Para empezar, eliminar un elemento distractor constante, que incluso estando silenciado se las ingeniaba para captar la atención de los estudiantes durante las clases.
La preocupación no solo estaba dentro de las aulas. Con los móviles a mano, los adolescentes permanecían aislados durante los recreos. “Veía a chiquilines que ni decían ‘buen día’. No se hablaban, no se contestaban”, resalta uno de los testimonios.
Además, a pesar de las herramientas y soluciones que podía brindarles a los jóvenes al momento de estudiar, muchas veces eran utilizados para hacer bromas y stickers de compañeros y profesores, algo que terminaba generando cortocircuitos dentro de la institución.
Mejor capacidad crítica y de razonamiento
Si bien los docentes señalan que es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre el impacto de la medida, perciben algunos cambios en los estudiantes. Los resultados de la encuesta a los profesores destacan la mejora en la atención y la participación como la más importante (con un 87%), seguida por la promoción del intercambio y la socialización (con un 83%) y la mejora del clima de aula (63%).
Entre los cambios más notorios, identifican las mejoras en la organización del material de estudio de los alumnos, y que dedican más tiempo a pensar, buscar argumentos y discutir temas, habilidades que “se habían perdido” según los docentes.
Esta visión se ve reforzada por los propios adolescentes. Un 40% de los estudiantes considera que se distrae menos en clase al no tener disponible su celular. Además, destaca que varios alumnos que antes tenían notas bajas o eran distraídos notaron que sus calificaciones mejoraron, y valoraron la medida a partir de ello.
Además, el 65% de los jóvenes percibe que se relaciona más con sus compañeros en los recreos o el comedor, mientras que un 35% dice aburrirse en su tiempo libre. Esto también fue destacado por los docentes, sobre todo a través de una anécdota con un alumno nuevo: “Una de las cosas que valorizaba es que acá cuando habla con sus compañeros lo miran. Y yo no entendía bien, le pregunté: ‘¿cómo que te miran?’. Y me dijo: ‘porque antes en donde yo estaba no me miraban porque estaban con el celular”, comenta una profesora.
Por último, las familias también resaltan los beneficios de la medida en la educación de sus hijos. Un 95% señala una mejora en la concentración en clase, seguido por un 91% que destaca la mejora de la convivencia.
Puntos de mejora
El informe subraya que “existe un amplio consenso en que la medida fue positiva”, generando transformaciones evidentes en el clima escolar, la convivencia y las dinámicas pedagógicas. No obstante, los actores resaltan ciertos puntos a considerar al momento de evaluar la continuidad de la política en el futuro.
Para empezar, los estudiantes, sobre todo aquellos de grados superiores, toman la decisión con desagrado y como si se tratara de un castigo. La encuesta determinó que la percepción general de los alumnos es levemente positiva, pero muy cercana a la neutralidad. La principal dificultad que identificaron fue la nula comunicación con sus familias en horario de clase, solo posible a través del adscripto. “Quiero decirles cosas a mis padres que no quiero que el adscripto sepa porque son personales”, comentaban algunos estudiantes.
También, la ausencia de celulares trajo consigo nuevos desafíos y tensiones, sobre todo por la insuficiencia de los recursos informáticos del colegio. Además, los docentes notaron más inquietos a los estudiantes, reflejado en más charlas entre compañeros durante las lecciones y menor capacidad para mantenerse sentados en sus asientos.
En ese sentido, algunos docentes sugirieron que la prohibición total, si bien es efectiva para el control, no educa en el uso responsable, planteando la necesidad de aplicar la medida con cierto grado de flexibilidad. Además, recalcan la necesidad de fomentar espacios pedagógicos que enseñen sobre el uso crítico y seguro de la tecnología no solo a los alumnos, sino también para los adultos al momento de gestionar problemas sociales asociados al uso de tecnologías, como el ciberacoso.
Montevideo Portal
Acerca de los comentarios
Hemos reformulado nuestra manera de mostrar comentarios, agregando tecnología de forma de que cada lector pueda decidir qué comentarios se le mostrarán en base a la valoración que tengan estos por parte de la comunidad. AMPLIAREsto es para poder mejorar el intercambio entre los usuarios y que sea un lugar que respete las normas de convivencia.
A su vez, habilitamos la casilla [email protected], para que los lectores puedan reportar comentarios que consideren fuera de lugar y que rompan las normas de convivencia.
Si querés leerlo hacé clic aquí[+]